Las Claves del Éxito Económico de Dinamarca: ¿Cómo Prosperan con Impuestos Elevados?

Dinamarca: El País con Más Impuestos en Europa

Alguna vez te has preguntado cuál es el país de Europa con más impuestos? No necesitas seguir preguntándote, porque sin más preámbulos, te presentamos al país con la presión fiscal más alta del continente: Dinamarca. Pero no se trata solo del país con más impuestos de Europa, sino también del segundo con la mayor presión fiscal en todo el mundo.

¿Te preguntas cuán altos son estos impuestos? Algunos, como el impuesto sobre la renta, pueden llegar a superar el 55,9%, lo que significa que los trabajadores daneses pagan hasta tres veces más impuestos por sus salarios que en países como Estonia o Lituania. Además, el impuesto sobre las rentas del capital, que se paga al recibir dividendos o vender acciones, puede llegar hasta el 42%, prácticamente el doble de lo que se paga en países como España.

Una Economía Pujante

Contrariamente a lo que muchos economistas predicen sobre los países con altos impuestos, Dinamarca es un ejemplo de prosperidad económica. Observa la gráfica de producción danesa: su economía no ha dejado de crecer en los últimos 30 años. Incluso durante los peores momentos de la crisis del coronavirus, Dinamarca logró hacer crecer su economía.

Si consideramos solo a los macroestados y omitimos los microestados como Mónaco o Liechtenstein, Dinamarca es actualmente la quinta economía más rica de Europa, superada solamente por Irlanda, Suiza, Luxemburgo y Noruega. Esto nos lleva a una pregunta intrigante: ¿por qué Dinamarca, con su alta presión fiscal, sigue siendo tan próspera?

Comparación con España

Para entender esto mejor, volvamos a nuestra gráfica. La línea azul representa el PIB per cápita de España. A diferencia de Dinamarca, España ha tenido grandes dificultades para recuperarse de la crisis financiera de 2008. Su crecimiento ha sido limitado y sustentado por una alta deuda pública. Además, fue el país que más tiempo tardó en recuperarse de la crisis del coronavirus en toda la OCDE.

Entonces, ¿qué pasa con los impuestos en España? ¿Tiene también España altos impuestos que impiden su prosperidad? No exactamente. España no se destaca por tener altos impuestos. De hecho, es uno de los países que menos impuestos recauda en proporción a su PIB en toda la Unión Europea. Tan solo recauda 37 euros por cada 100 euros de PIB, comparado con países como Alemania o Suecia que recaudan 42 y 43 euros, respectivamente.

Lecciones Desde Dinamarca

Aquí comienzan las preguntas importantes: ¿por qué en Dinamarca los impuestos no parecen afectar su desempeño económico? ¿Por qué países con presiones fiscales bajas, como España, no prosperan? La respuesta se encuentra en cómo se implementan y estructuran los impuestos.

Importancia de la Estructuración de los Impuestos

La teoría económica tradicional sugiere que para que una economía crezca, es crucial que los ciudadanos puedan encontrar empleos productivos y las empresas puedan organizar y aumentar la productividad. Esto implica invertir en máquinas, nuevas ideas, proyectos de desarrollo y asumir los riesgos asociados.

Según esta teoría, facilitar la creación de empresas y la contratación debería mejorar la economía. Es decir, si los impuestos son excesivos, las empresas ganan menos, los trabajadores tienen menos incentivos para trabajar y, en última instancia, la economía se estanca.

Sin embargo, la realidad es que no todos los impuestos son iguales ni afectan de la misma manera a la economía. Aquí hay un ejemplo ilustrativo: imagina dos países, el país azul y el país rojo. En el país azul, se cobra un impuesto del 50% sobre los salarios. En el país rojo, se cobra un impuesto del 50% sobre el consumo. Si un trabajador decide invertir su salario en una empresa en el país azul, solo tendrá 50 euros disponibles, mientras que en el país rojo, tendrá 100 euros. Esto significa que el país rojo puede dedicar el doble de dinero a la creación de nuevas empresas.

Comparativa Impositiva: Dinamarca vs. España

Veamos un ejemplo práctico: imagina que quieres abrir una empresa de informática en la que trabajan diez programadores. En España, la empresa tendrá que tributar por contingencias comunes, cotización por desempleo, cotización por accidente y enfermedad, seguro del fondo de garantía salarial y formación profesional de los desempleados. Al final, después de varios tributos, el trabajador recibe menos en su cuenta bancaria.

En Dinamarca, la empresa paga solo una pequeña cantidad en cotizaciones. El trabajador paga algunos impuestos adicionales, pero al final, recibe más de su salario neto en comparación con un trabajador en España. Con el mismo costo para la empresa, el trabajador danés recibe notablemente más dinero a final de mes.

Costes y Flexibilidad de Contratación

Lo impresionante es que la contratación en Dinamarca también es mucho más flexible y menos burocrática. Conceptos como el salario mínimo interprofesional, la duración mínima de un contrato, el tipo de contrato indefinido, y la indemnización por despido prácticamente no existen. La contratación es mucho más barata en términos burocráticos, lo cual es un gran incentivo para las empresas.

Impuesto al Consumo y Redistribución

Dinamarca tiene un IVA del 25%, uno de los más altos de Europa. Solo para comparar, en España, el tipo efectivo de IVA es del 15,6%. Este alto IVA afecta por igual a todos los habitantes sin importar su poder adquisitivo, pero la estrategia danesa es usar los ingresos para enfocarse en gastos públicos orientados a las clases más bajas. De este modo, se mantiene un nivel bajo de desigualdad a pesar del impuesto.

Otros Factores de Éxito

Además, el éxito económico de Dinamarca se debe a otros factores importantes como su sistema educativo, clasificado en el top 18 del mundo, y el hecho de ser el país menos corrupto según Transparencia Internacional. Todo esto hace que haya más seguridad jurídica, menos enchufismo y más competencia en el mercado.

Reflexión Final

El caso de Dinamarca nos enseña varias lecciones. Primero, que es más importante analizar cómo están estructurados los impuestos que simplemente considerar su porcentaje. Segundo, que no todos los impuestos son iguales y pueden impactar de manera diferente a la economía. Y tercero, que un enfoque adecuado en la redistribución mediante gasto público puede ser más efectivo que altos impuestos a la contratación o producción.

Mientras que la alta presión fiscal generalmente se considera desfavorable para la economía, Dinamarca demuestra que con una implementación estratégica de los impuestos, se puede mantener un alto nivel de prosperidad económica. ¿Qué piensas del modelo impositivo danés? ¿Crees que tu país podría aprender algo de él?

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