Cómo la Economía de China se Apoya en Hong Kong Más de lo que Crees

Hong Kong: La Caída de la Libertad en la Excolonia Británica

El 30 de junio de 2020 marcó un antes y un después en la historia de Hong Kong. Este día, el Partido Comunista de China descartó definitivamente el modelo de «un país, dos sistemas» que había sido la base del acuerdo para la devolución de Hong Kong por parte del Reino Unido en 1997. En lugar de una invasión militar o una ocupación, la decisión se formalizó mediante una discreta votación en el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular de China.

Esta votación ratificó la entrada en vigor de una nueva Ley de Seguridad Nacional que, en esencia, pone fin a numerosas libertades en la región. La ley ha erradicado la libertad de expresión, manifestación y asociación política, pilares que durante décadas hicieron de Hong Kong uno de los enclaves más libres del mundo.

Un Cheque en Blanco para la Represión

La Ley de Seguridad Nacional representa un cheque en blanco para que el gobierno central de China persiga a cualquier persona o movimiento en Hong Kong que considere una amenaza. Esta ley otorga poderes especiales a tribunales y fuerzas de seguridad controladas por Pekín, y criminaliza cualquier acto que el régimen considere subversivo, sedicioso, separatista o en colusión con fuerzas extranjeras. Las penas pueden ser duras, incluyendo largas condenas de cárcel y hasta cadena perpetua.

El uso de esta ley no se ha hecho esperar. Hong Kong ha sido testigo de una represión sin precedentes, con numerosos activistas y figuras prodemocráticas encarceladas. Casos como el de Joshua Wong y otros líderes de las protestas de 2019, quienes enfrentan largos periodos de prisión, son tan solo ejemplos de cómo la represión se ha vuelto parte del día a día en Hong Kong.

Titulares que Reflejan la Nueva Realidad

Desde la entrada en vigor de la nueva ley, los titulares de los medios reflejan una realidad desalentadora para quienes luchan por la democracia en Hong Kong. Los activistas prodemocráticos enfrentan meses de cárcel y cargos adicionales, y los libros críticos con el gobierno han desaparecido de las librerías. La censura y el temor a la persecución han llevado a muchos a eliminar sus cuentas en redes sociales.

Desde el inicio de las protestas en 2019, casi 10,000 personas han sido arrestadas y miles procesadas. Desde la implementación de la Ley de Seguridad Nacional, la situación ha empeorado significativamente. Figuras clave del movimiento prodemocracia, incluidos legisladores, han sido detenidos, y medios de comunicación independientes como el Apple Daily han sufrido redadas y arrestos de sus fundadores.

Expulsión de Legisladores y el Fin de la Oposición

El 12 de noviembre de 2020, las autoridades chinas autorizaron al gobierno de Hong Kong a expulsar permanentemente a cualquier legislador que no considere «suficientemente patriótico». Esta expulsión no requiere pasar por tribunales locales, lo que permite a la autoridad ejecutiva, liderada por Carrie Lam, expulsar a diputados incómodos con total impunidad. Minutos después de la entrada en vigor de esta nueva normativa, cuatro miembros de la oposición fueron expulsados del parlamento, dejando a Hong Kong sin una representación opositora efectiva.

En su último discurso político, Carrie Lam calificó la Ley de Seguridad como «notablemente eficaz» y se comprometió a promover una educación patriótica, dejando claro el rumbo autoritario que ha tomado la región.

La Importancia de Hong Kong para China

La antigua colonia británica de Hong Kong ha sido un importante centro financiero y comercial desde el siglo XX. Con un sistema legal inspirado en el modelo británico, una gran libertad de movimiento de personas, capitales y mercancías, bajos impuestos y el inglés como idioma de referencia, Hong Kong se convirtió en uno de los núcleos financieros más destacados a nivel global.

El espectacular crecimiento económico de China en las últimas décadas ha consolidado a Hong Kong como el tercer centro financiero internacional más importante del mundo, solo por detrás de Nueva York y Londres. En 2019, la bolsa de Hong Kong recaudó más ingresos que el Nasdaq y la Bolsa de Nueva York juntas.

A pesar de ser parte de China desde 1997, Hong Kong ha conservado un estatus especial, lo que le permitió operar como una zona aduanera distinta y mantener la convertibilidad monetaria. La Ley de Política de Hong Kong en Estados Unidos de 1992 asegura que este territorio sea tratado como una región autónoma en términos económicos y financieros, brindando un ecosistema único y altamente competitivo.

Hong Kong como Centro Financiero

Una de las características más cruciales de Hong Kong es su posición como el principal centro de financiación en dólares estadounidenses en Asia. Desde 1983, su moneda, el dólar de Hong Kong, está vinculada al dólar estadounidense, respaldada por reservas de más de 400 mil millones de dólares.

Estas características han convertido a Hong Kong en un lugar atractivo para bancos y empresas internacionales. Con más de 163 bancos establecidos, la mayoría de ellos internacionales, Hong Kong se ha posicionado como un núcleo financiero global, generando un 13% del empleo y el 26% del PIB a través de la industria financiera.

La Necesidad de Hong Kong para China

En términos relativos, la importancia de Hong Kong para la economía china ha disminuido. En 1993, representaba el 27% del PIB de China, mientras que hoy esa cifra es inferior al 3%. Sin embargo, su importancia no radica solo en el porcentaje del PIB, sino en su rol como interconector entre el mundo occidental y la China continental.

Hong Kong ha servido como la principal puerta de entrada para la inversión extranjera en China y como el lugar donde las empresas chinas recaudan fondos, especialmente en dólares. En 2019, casi la mitad de los 75 mil millones de dólares captados por las empresas chinas en las bolsas provinieron de Hong Kong. Asimismo, más del 70% de la capitalización total en la bolsa de Hong Kong corresponde a empresas chinas.

El Futuro de Hong Kong

La implementación de la Ley de Seguridad Nacional plantea serias interrogantes sobre el futuro de Hong Kong como centro financiero internacional. ¿Podrán los analistas de Hong Kong emitir opiniones críticas sobre empresas públicas chinas? ¿Confiarán los inversores en los tribunales si deben enfrentarse a entidades cercanas al Partido Comunista Chino? Estas son preguntas claves que determinarán el atractivo de Hong Kong para la comunidad financiera global.

Encuestas realizadas tras la aprobación de la nueva ley indican un pesimismo generalizado entre las empresas. El 75% de los encuestados en una encuesta de la Cámara de Comercio Americana en Hong Kong expresaron un sentimiento pesimista sobre las perspectivas de negocio en la ciudad, y casi el 40% planeaban trasladar sus operaciones o activos a otro lugar.

Casos como el de Ant Financial

La suspensión de la salida a bolsa de Ant Financial, la mayor oferta pública inicial de la historia, pocos días después de que su fundador, Jack Ma, criticara al gobierno chino, ilustra los riesgos asociados con el nuevo marco legal. La intervención directa del gobierno chino en la suspensión de esta salida a bolsa no favorece la confianza de los inversores y plantea serias dudas sobre el futuro de Hong Kong como un centro financiero abierto y seguro.

El futuro de Hong Kong, especialmente en su posición como centro financiero internacional, es incierto. Todo apunta a que, con el tiempo, será más chino y menos internacional. Esto podría reducir su conexión financiera con el resto del mundo, disminuir las inversiones captadas y aumentar el coste de capital para las empresas chinas, riesgos significativos que el gobierno central chino debe considerar.

Conclusión

La situación en Hong Kong es compleja y dinámica. El gobierno central chino y las autoridades locales buscan estabilizar la región y mantener el orden para seguir atrayendo inversiones. Sin embargo, las nuevas normativas y la represión actual pueden erosionar la confianza de los inversores y dificultar el papel de Hong Kong como un puente entre Asia y el resto del mundo.

La pregunta que surge es si China tiene un plan B para el caso de que la situación en Hong Kong deteriore aún más. Esto es algo que queda por observar en el tiempo, pero de momento, la estabilidad y el retorno al orden parecen ser los objetivos prioritarios para Pekín.

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