La Increíble Historia del Secuestro del Primer Ministro a Manos de los Saudíes

El Pequeño Gran Líbano: Un Punto Focal en Medio Oriente

Líbano, el país más pequeño de Asia y uno de los más pequeños del mundo islámico, juega un papel desproporcionadamente grande en la región y en el mundo árabe. A pesar de su tamaño, el país es fundamental en la publicación de libros para todo el mundo árabe, con un impresionante 70% del total. Beirut, la capital de Líbano, fue una vez conocida como la «Nueva York árabe» o la «Suiza de Oriente Medio»; sin embargo, esa imagen ha cambiado drásticamente con el tiempo.

Hoy en día, Líbano es una mezcla diversa de musulmanes, cristianos y judíos, en una de las regiones más conflictivas del mundo. Es un país donde la tranquilidad es más una ilusión que una realidad. Sigamos el hilo de esta fascinante historia para entender qué ha sucedido en Líbano y cómo Arabia Saudita se conecta con esta narrativa.

El Contexto Saudí: Transformación y Controversia

Para entender la situación en Líbano, debemos primero trasladarnos a Arabia Saudita, un país que ha estado atravesando cambios significativos desde el 2015, todos liderados por el príncipe heredero Mohammed bin Salman. Este joven príncipe es conocido por su mano de hierro, glamour e…¡originalidad!

Bajo su liderazgo, Arabia Saudita ha implementado reformas notables, como permitir a las mujeres conducir y otorgar la primera ciudadanía mundial a un robot, Sophia. Sin embargo, estas iniciativas también vienen acompañadas de controversias y medidas drásticas, como el encarcelamiento sin juicio previo de altos funcionarios y empresarios en el lujoso hotel Ritz-Carlton con el pretexto de combatir la corrupción. Todo esto bajo la sombrilla de su ambicioso plan VISIÓN 2030, que apunta a diversificar la economía saudita y reducir su dependencia del petróleo.

Un Incidente en Riad: El Secuestro de Saad al Hariri

Uno de los episodios más sorprendentes se dio en noviembre de 2017, cuando el primer ministro libanés, Saad al Hariri, estaba visitando a Mohammed bin Salman en Arabia Saudita. Lo que parecía un encuentro diplomático rutinario se convirtió en un evento digno de una película de suspense. Hariri fue prácticamente secuestrado, su móvil confiscado, y se le obligó a firmar su carta de dimisión bajo amenaza.

Esto creó una crisis diplomática en la cual el Gobierno de Líbano buscó la intervención de diplomáticos occidentales para liberar a su primer ministro. Aunque Hariri logró regresar a su país, este incidente dañó su credibilidad política gravemente y debilitó su capacidad para frenar el avance de Hezbollah, el partido chiíta de Líbano con estrechos lazos con Irán.

Un Poco de Historia: Líbano y Sus Desafíos

La historia moderna de Líbano está marcada por conflictos internos y externos. Tras su independencia de Francia en 1943, Líbano estableció una democracia que trataba de mantener un delicado equilibrio religioso: el presidente debía ser cristiano, el primer ministro musulmán sunita y el presidente del parlamento musulmán chiíta.

Sin embargo, esta aparente armonía fue fracturada en 1975, cuando estalló la Guerra Civil Libanesa. El conflicto implicó a diversos grupos, incluidos el Frente de Liberación Palestina, milicias musulmanas, drusas y cristianas. La intervención de Israel en 1982, junto con fuerzas de Italia, Francia y Estados Unidos, añadió una capa más de complejidad a la guerra, que no terminó hasta 1990. Esta prolongada violencia devastó la economía libanesa y dejó al país con una deuda superior a los 80,000 millones de dólares.

A pesar de estos desafíos, Líbano logró una reconstrucción parcial, aunque sigue siendo un estado con muchas áreas bajo el control de señores de la guerra y milicias. Su principal aliado en la región ha sido, y sigue siendo, Arabia Saudita, un país musulmán sunita.

Hezbollah: Los Guerreros Chiítas

Fundado en 1982 por clérigos chiítas, Hezbollah es una organización paramilitar y política en Líbano, apoyada por Irán. Este grupo estuvo activamente combatiendo a Israel durante y después de la guerra civil libanesa, ganando fama y notoriedad en la región. A lo largo de los años, Hezbollah se ha fortalecido considerablemente, tanto militar como políticamente, convirtiéndose en un actor relevante en la política interna de Líbano.

En la década de 2000, Hezbollah continuó su lucha contra Israel, siendo protagonista en la guerra de 2006 que dejó más de mil muertos en Líbano. En contraste con la percepción occidental de este conflicto como una más de las escaramuzas entre árabes e israelíes, en el mundo árabe, el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, se consolidó como un ícono de resistencia.

Hezbollah y la Guerra Civil en Siria

Con el estallido de las primaveras árabes en 2011, Hezbollah inicialmente apoyó los levantamientos en países como Egipto, Libia y Túnez. Sin embargo, cuando el conflicto llegó a Siria, un país gobernado por el chiíta Bashar al-Assad, la situación cambió radicalmente. Hezbollah, que mantenía estrechos lazos con Assad, optó por apoyar al régimen sirio en la guerra civil, lo que fortaleció aún más su posición dentro de Líbano.

Un Gobierno en Disputa

En medio de esta situación de cuasi-anarquía, Líbano finalmente eligió un presidente en 2016: Michel Aoun, un cristiano aliado de Hezbollah. Saad al Hariri, como primer ministro sunnita, era prácticamente el único punto de apoyo de Arabia Saudita en el gobierno libanés.

El problema era claro: Hezbollah, fortalecido por su apoyo a Assad y su propia estructura militar, estaba ganando más influencia, algo que Arabia Saudita veía con mucho recelo. La presión saudita sobre Hariri para limitar el poder de Hezbollah fue constante, y la crisis del secuestro reflejó las tensiones y los métodos extremos que Bin Salman estaba dispuesto a emplear.

Hezbollah: La Nueva Fuerza Mayoritaria

Tras el escándalo del secuestro y la liberación de Hariri, su postura en el gobierno quedó severamente debilitada. En las elecciones de 2018, Hezbollah y sus aliados consolidaron una posición de fuerza como nunca antes, y los intentos de frenar su influencia por parte de Arabia Saudita resultaron infructuosos.

Hoy, Líbano sigue siendo un país crucial en la compleja geopolítica de Oriente Medio, con la sombra de las rivalidades sectarias y la influencia de potencias extranjeras siempre presente. En este entramado, Hezbollah ha logrado una influencia sin precedentes, y la pregunta que emerge es: ¿Qué consecuencias tendrá esta situación para la estabilidad de la región?

Reflexiones Finales

La historia reciente de Líbano ilustra las complejidades y desafíos de un país pequeño en una región turbulenta, donde las lealtades religiosas y las alianzas políticas están en constante cambio. La propia supervivencia de este país depende de un frágil equilibrio entre sus diversas facciones internas y la influencia de actores externos como Arabia Saudita e Irán.

En última instancia, la geopolítica de Líbano sirve como un microcosmos para entender las dinámicas más amplias de Oriente Medio, una región donde historia, religión y política están inextricablemente entrelazadas, y donde las decisiones de líderes como Mohammed bin Salman pueden desencadenar efectos en cadena con consecuencias difíciles de predecir.

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