¿Podrían los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 Marcar una Nueva Era en el Deporte Global?

Introducción a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020

A estas alturas de 2021, es posible que no todos se hayan dado cuenta, pero este año hubo Juegos Olímpicos. El evento deportivo más importante del planeta se celebró en Tokio, una ciudad llena de cultura y tradición. Long value enriquece a los visitantes con su manga, samuráis y sushi. Sin embargo, estos Juegos no lograron captar la atención esperada. Las estadísticas muestran que, en términos de audiencia, Tokio 2020 fue un desastre comparado con las ediciones anteriores desde Seúl 1988. Esta caída entre un 25% y un 30% a nivel global hizo que nos preguntemos: ¿Qué tan importante siguen siendo los Juegos Olímpicos en la actualidad?

Los Juegos Olímpicos a lo Largo de la Historia

La Pugna por la Organización

Hubo una época en la que celebrar unos Juegos Olímpicos era el sueño de cualquier gobernante. Organizar este evento significaba poner a tu país en el mapa internacional, como lo hizo Barcelona en 1992 o Pekín en 2008. Pero los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, realizados en 2021 debido a la pandemia del COVID-19, no cumplieron estas expectativas. En lugar de ser un éxito, han mostrado algunas de las vergüenzas de Japón, empezando por el hecho de convertirse en los Juegos de verano más caros de la historia, según un estudio de la Universidad de Oxford. Movilab ya predijo este desastre hace dos años, pero nada pudo prepararnos para el impacto real.

Otros Derrumbes Notables

Tokio ha intentado organizar los Juegos Olímpicos cinco veces a lo largo de su historia. Desde los llamados maboroshi no orinpikku o «Olimpiadas Fantasma» de 1940, canceladas por la Segunda Guerra Mundial, hasta el éxito de 1964 que mostró una moderna metrópolis emergente de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el espíritu olímpico ha cambiado mucho. Organizar los Juegos hoy en día requiere una inversión colosal en infraestructura, la cual, en muchos casos, se utiliza por apenas un mes. Cualquiera puede preguntar a los brasileños sobre el estado actual de Río de Janeiro tras los Juegos de 2016 para tener una idea del impacto post-olímpico.

La Catástrofe de Tokio 2020

Una Inversión Masiva

Japón asumió un riesgo financiero enorme con Tokio 2020. El presupuesto inicial fue de 7.300 millones de dólares, cifra que se disparó oficialmente a 12.600 millones y finalmente, debido a la pandemia, llegó a 28.000 millones de dólares según una auditoría del Gobierno japonés. Esta cantidad astronómica incluye costos de infraestructuras que, aunque necesarios a largo plazo, se volvieron un lastre inmediato.

Aunque los exteriores de los estadios y las infraestructuras tecnológicas como las transmisiones en 8K eran impresionantes, estas últimas encontraron poca audiencia, ya que casi nadie tiene televisores de 8K. Es un caso claro de inversión con poco o ningún retorno visible.

Un Evento Único en Medio de una Pandemia

La pandemia del COVID-19 trajo consigo restricciones sanitarias que afectaron enormemente al evento. No hubo público en las gradas y se implementaron medidas tan peculiares como camas de cartón para impedir la intimidad entre los deportistas. Agreguemos a eso la prohibición de distribución de condones en la Villa Olímpica (tradición que viene desde Seúl 1988), y obtenemos un coctel de frustraciones y fallos.

Sin embargo, estos esfuerzos no se tradujeron en éxito, sino más bien en claras pérdidas. Las previsiones de creación de 2 millones de empleos y un aumento de 128.000 millones de dólares en la economía nipona quedaron en nada. Incluso las grandes empresas como Toyota retiraron su publicidad relacionada con los Juegos debido a la impopularidad del evento entre los japoneses.

El Impacto Político

Adiós a Yoshihide Suga

La decisión de seguir adelante con Tokio 2020 a pesar de la pandemia fue una de las razones de la caída del primer ministro Yoshihide Suga. Su renuncia y las próximas elecciones generales pondrán a prueba al sucesor, que deberá enfrentarse a una deuda colosal agravada por estos Juegos.

Reflexión y Futuro de los Juegos Olímpicos

¿Cambio de Paradigma?

Los Juegos Olímpicos han sufrido un cambio de percepción. Si antes ciudades como Madrid competían ferozmente para obtener la sede, ahora hemos visto cómo hay menos interés por parte de las ciudades candidatas. Ejemplos recientes como la negativa de Hamburgo y Roma para 2024 muestran que quizá el sueño olímpico esté perdiendo su atractivo.

La decisión del COI de otorgar sedes duplicadas para 2024 y 2028 a París y Los Ángeles, respectivamente, y la asignación de Brisbane para 2032 sin competencia, demuestran que el organismo tiene cada vez más dificultades para seducir a nuevas ciudades. ¿Tenemos Juegos Olímpicos para rato o la llama olímpica corre el riesgo de apagarse definitivamente?

Conclusión

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han dejado una huella imborrable, pero quizá no por las razones que Japón esperaba. Con un costo astronómico, escasa rentabilidad y problemas sanitarios significativos, estos Juegos obligan a reflexionar sobre el verdadero valor y futuro del olimpismo. ¿La llama olímpica se está apagando o se trata solo de un obstáculo pasajero? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, nos quedan muchas preguntas por responder y muchos desafíos por afrontar si queremos que el sueño olímpico siga vivo y relevante en el siglo XXI.

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