Tensión en el Sáhara: Argelia, Marruecos y la Importancia del Gas

Tensiones en el Magreb: Argelia y Marruecos en la Encrucijada

Si preguntamos cuáles son las fronteras más conflictivas del planeta, se nos vienen a la mente varias respuestas: Corea del Norte y Corea del Sur, India y Pakistán, Irán e Irak, Grecia y Turquía, Venezuela y Colombia, Azerbaiyán y Armenia. Pero, ¿qué sucede con la frontera entre Argelia y Marruecos? Esta línea divide a dos países que, aunque vecinos, llevan décadas de tensiones no resueltas. En los últimos tiempos, esta frontera ha despertado con renovadas disputas y desafíos.

El Conflicto Histórico entre Argelia y Marruecos

La Guerra de las Arenas

Argelia y Marruecos, dos grandes potencias del Magreb, nunca han tenido una relación cordial. Ambos países comparten 1,600 kilómetros de frontera, lo que ha llevado a numerosos choques a lo largo del tiempo. Desde su independencia, una de las primeras medidas que ambos países tomaron fue fortificar sus fronteras, con la intención de asegurar y expandir su territorio. De este modo, en 1963 estalló la Guerra de las Arenas, un conflicto sin un claro ganador que solo fomentó la rivalidad y enemistad entre los dos vecinos.

El Contencioso del Sáhara Occidental

La historia no mejora con el Sáhara Occidental en el centro del conflicto. En 1975, Marruecos invadió esta antigua provincia española a través de la Marcha Verde, provocando una guerra contra el Frente Polisario, un grupo independentista. Aunque el Frente Polisario contó con el apoyo material de Argelia, su suerte en el campo de batalla fue desfavorable. Las tropas marroquíes usaron napalm y fósforo blanco, obligando a huir a gran parte de la población saharaui a campos de refugiados en Argelia.

La Posguerra y la Fragil Paz

El Referéndum Nunca Realizado

En 1989, se alcanzó una tregua mediada por la ONU que traía la esperanza de un referéndum de independencia para el Sáhara Occidental. Sin embargo, este plebiscito nunca se llevó a cabo, dejando una oportunidad frustrada para la paz en la región. Este período vio también la creación de la Unión del Magreb Árabe (UMA), que tenía como objetivo fomentar el libre comercio entre Argelia, Libia, Mauritania, Marruecos y Túnez. Aunque inicialmente fue un éxito, la UMA no duró mucho.

El Atentado del Hotel Atlas Asni

La fulminante caída de la UMA llegó en 1994 cuando hombres armados atacaron el hotel Atlas Asni en Marrakech, matando a dos turistas españoles. Marruecos acusó a Argelia de estar detrás del ataque y, en respuesta, expulsó a miles de residentes argelinos y reintrodujo los controles de visado. Por su parte, Argelia cerró sus fronteras y comenzó a fortificarlas. Estos eventos culminaron en casi 30 años de fronteras cerradas y mínima cooperación bilateral.

En Tiempos Recientes: La Dinámica del Gas

La Dependencia de los Hidrocarburos

Durante años, la economía de Argelia dependió en gran medida del petróleo y el gas, financiando su desarrollo mientras los precios de los combustibles se mantenían altos. Sin embargo, la caída de precios de los combustibles fósiles fue grave para Argelia. En 2019, en medio de protestas populares, terminó la dictadura de 20 años de Bouteflika, dejando al país en una situación aún más inestable.

Modernas Tensiones y Viejas Disputas

El año pasado, el Frente Polisario dio por terminado el alto el fuego con Marruecos, elevando nuevamente las tensiones en el Sáhara Occidental. La situación empeoró cuando Estados Unidos reconoció la soberanía marroquí sobre este territorio. A cambio de este reconocimiento, Marruecos normalizó relaciones diplomáticas con Israel. Este vínculo con Israel no ha caído nada bien en Argelia, que se muestra como un firme defensor de la causa palestina. La cooperación entre Marruecos e Israel, incluida la colaboración en espionaje con el software Pegasus, ha dejado enojados a muchos argelinos.

El Impacto del Gasoducto Magreb-Europa

Un Comercio Beneficioso

Un punto crucial en la relación entre Argelia y Marruecos es el gasoducto Magreb-Europa, que transporta gas desde Argelia a España a través de Marruecos. En 1996, este proyecto incorporó a España como su principal cliente y, a cambio, Marruecos recibía un peaje del 7% del valor del gas transportado. Sin embargo, con el contrato de operación del tramo marroquí próximo a expirar en octubre de 2021, Rabat esperaba renegociar los términos para obtener un acuerdo más favorable.

Las Alternativas de Argelia

Argelia ha ampliado la capacidad de su gasoducto submarino Medgaz, que conecta directamente con Almería en España, reduciendo así su dependencia del gasoducto que pasa por Marruecos. Esta jugada limita la capacidad de negociación de Marruecos y aumenta la tensión entre los dos países. Además, Argelia ha clausurado su espacio aéreo a todos los vuelos marroquíes, incrementando aún más la hostilidad.

Espionaje y Aliados Externos

Proyecto Pegasus

Otro elemento perturbador en esta relación es el espionaje con el software Pegasus, un programa israelí que Marruecos utilizó para espiar a altos funcionarios argelinos. Esta invasión de privacidad ha deteriorado aún más las ya tensas relaciones bilaterales.

Aliados Estratégicos

La política exterior de ambos países ha buscado aliados estratégicos en la región y más allá. Marruecos ha fortalecido su relación con Israel, mientras que Argelia ha buscado apoyo en Irán. Esta alineación de alianzas ha añadido una capa adicional de complejidad a la ya frágil relación entre los dos países.

Conclusión: El Futuro de las Relaciones entre Argelia y Marruecos

Las relaciones entre Argelia y Marruecos están plagadas de tensiones históricas y nuevas disputas. Desde conflictos territoriales hasta espionaje y cuestiones de energía, estas dos naciones tienen muchos asuntos pendientes por resolver. La situación actual parece ser el resultado de décadas de desconfianza y rivalidades geopolíticas.

El futuro de las relaciones entre Argelia y Marruecos es incierto. Las interrupciones en el suministro de gas, las acusaciones de espionaje y las alianzas con potencias extranjeras han creado un caldo de cultivo propenso a la escalada. Aunque algunos aspectos de estas tensiones pueden parecer maniobras políticas, el riesgo de que las disputas se conviertan en conflictos abiertos es real. A medida que ambas naciones se enfrentan a desafíos internos y externos, solo el tiempo dirá si prevalecerá la sensatez y se alcanzará un acuerdo que beneficie a ambas partes.

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