¿Está Arabia Saudita siguiendo los pasos de Dubái?

El Transformado Rostro de Arabia Saudita: Revolución y Modernización

Arabia Saudita, bajo el liderazgo de Mohammed Bin Salman, está rompiendo esquemas y traspasando fronteras para convertirse en una potencia moderna y diversificada. Desde la corrupción hasta la incursión en nuevas economías, el país ha emprendido un viaje ambicioso para redefinir su futuro. ¿Es este el comienzo de una nueva era saudí?

El Enigma Histórico de Arabia Saudita

Para comprender el presente en Arabia Saudita, es esencial echar un vistazo a su pasado. Formalmente constituido en 1932, el país ha vivido una metamorfosis extraordinaria. En aquellos años iniciales, Arabia Saudita era un lugar pobre y despoblado, con una economía basada en el pastoreo. Sin embargo, el descubrimiento de vastos yacimientos de petróleo en 1938 cambió radicalmente su destino.

Los ingresos petroleros permitieron a la Casa Saud, la familia real del país, transformar el paisaje urbano y social, emulando en cierta medida a los Estados Unidos con ciudades modernas, coches norteamericanos y grandes centros comerciales. Asimismo, el rey saudí forjó una relación especial con Washington, manteniendo un pacto en el que Riad proporcionaba un suministro constante y económico de petróleo a cambio de protección y seguridad.

1979: Un Año Clave para el Islam y Arabia Saudita

En 1979, varios eventos sacudieron al mundo islámico y redefinieron las relaciones de poder en Medio Oriente. La Revolución Islámica en Irán, la invasión soviética de Afganistán, y la crisis en la Gran Mezquita de la Meca crearon un ambiente de tensión y de miedo a un levantamiento revolucionario en Arabia Saudita. El gobierno saudí, temeroso de una revuelta similar a la ocurrida en Irán, comenzó a conceder más espacio a los extremistas, lo que llevó a un aumento de la discriminación y la financiación de grupos extremistas.

Este período marcó el inicio de una era de restricciones y represión, especialmente en términos de derechos de las mujeres y libertades civiles. La sociedad saudí se volvió cada vez más opresiva y segregada, con medidas que empujaron al país cada vez más hacia el extremismo y la intolerancia.

El Nuevo Rostro de Arabia Saudita: Mohammed Bin Salman

Avanzamos hasta 2015 cuando Salman bin Abdelaziz ascendió al trono y otorgó amplios poderes a su hijo, el príncipe heredero Mohammed Bin Salman (MBS). La llegada de esta nueva generación al poder ha desatado una serie de reformas sin precedentes en Arabia Saudita, con el objetivo explícito de modernizar el país y su estructura económica. Bin Salman ha lanzado una revolución en tres pilares principales: lucha contra la corrupción, diversificación económica y reformas religiosas.

El Combate Contra la Corrupción

Mohammed Bin Salman ha emprendido una cruzada contra la corrupción, señalando que ha sido un gran lastre para el desarrollo del país desde los años 80. En noviembre de 2017, el príncipe heredero ordenó la detención de decenas de príncipes, ministros, y hombres de negocios en una operación anticorrupción sin precedentes. Estas detenciones se llevaron a cabo en el lujoso Hotel Ritz en Riad, que se convirtió temporalmente en una cárcel dorada.

El gobierno saudí exigió a estos detenidos que entregaran grandes partes de sus fortunas como compensación por la corrupción, logrando recaudar unos 107.000 millones de dólares. Sin embargo, esta campaña ha sido criticada por algunos detractores que sostienen que MBS busca consolidar su poder personal y control sobre medios de comunicación y recursos económicos.

Transformación Económica y Grandes Proyectos

Uno de los objetivos más ambiciosos del príncipe heredero es diversificar la economía saudí, tradicionalmente dependiente del petróleo. Arabia Saudita quiere emular a Dubái y convertirse en un hub internacional de negocios y turismo. El proyecto NEOM es el más emblemático de esta visión, una ciudad futurista en el Mar Rojo con una inversión de 500.000 millones de dólares. NEOM promete ser una zona con sus propias leyes y tribunales, diseñada para atraer inversión extranjera, innovación tecnológica, y turismo.

Además, el gobierno saudí ha lanzado varios otros proyectos turísticos masivos en el Mar Rojo, incluyendo un desarrollo que abarcará 50 islas y 34.000 kilómetros cuadrados. Estos esfuerzos buscan transformar la imagen del país y crear nuevas fuentes de ingresos más allá del petróleo.

Cambio en las Reformas Religiosas

Las reformas religiosas de MBS buscan moderar las interpretaciones más radicales del Islam y reducir el poder de la guardia religiosa. Estas reformas han permitido la reapertura de cines y la realización de conciertos, así como la reducción de la discriminación hacia las mujeres. Desde junio de 2018, las mujeres pueden conducir y asistir a eventos deportivos, algo impensable hace apenas unos años.

MBS ha declarado que su objetivo es restaurar el Islam a sus orígenes, donde había una convivencia pacífica entre diferentes religiones y una mayor igualdad de género. Sin embargo, estas reformas han encontrado oposición y son vistas con escepticismo por algunos sectores de la sociedad saudí.

Retos y Perspectivas Futuras

A pesar de estos avances, Arabia Saudita enfrenta numerosos desafíos. La guerra en Yemen, el bloqueo sobre Catar, y las tensiones con Irán complican el panorama internacional y minan la percepción de estabilidad del país. Además, la economía saudí aún lucha por recuperarse de la caída de los precios del petróleo, con un elevado déficit público y una recesión reciente.

Aun así, la caída de los precios del petróleo ha obligado a Arabia Saudita a diversificar su economía y ha sido vista como una oportunidad para impulsar las reformas. MBS ha expresado su compromiso de transformar Arabia Saudita en un país más moderado y abierto al mundo, pero el camino hacia la modernización será largo y lleno de desafíos.

Conclusión

Arabia Saudita está pasando por un periodo de cambios significativos bajo el liderazgo de Mohammed Bin Salman. Las reformas en la lucha contra la corrupción, la diversificación económica y las reformas religiosas están transformando el país de manera radical. Aunque quedan muchos desafíos por delante, la dirección actual parece estar encaminada hacia un futuro más abierto y moderno. Solo el tiempo dirá si estos esfuerzos lograrán consolidarse y transformar Arabia Saudita en la nación que MBS imagina.

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