¡Corea del Sur: ¿El Gigante Industrial que Sorprende al Mundo?
El Transformador Proceso de Industrialización de Corea del Sur: De la Devastación a la Prosperidad
En la década de 1950, Corea del Sur era un país desolado, devastado por más de tres décadas de colonización japonesa, la brutal división de su territorio en dos estados independientes y tres años de una implacable guerra fratricida. El panorama era desalentador con un país fragmentado y una economía que dependía fundamentalmente de una agricultura rudimentaria. En comparación, su PIB per cápita era inferior al de países como Haití, Etiopía o Yemen.
Los Primeros Pasos y la Gobernanza de Syngman Rhee
El primer presidente surcoreano, Syngman Rhee, intentó dar los primeros pasos hacia la recuperación mediante algunas reformas clave, como la agraria y la creación de un sistema educativo de calidad relativamente alta. Sin embargo, estas medidas no fueron suficientes para impulsar una economía que se encontraba en su mayoría dependiente de la ayuda internacional, particularmente de socios como Estados Unidos.
Un Cambio Radical en la Década de los 60
En 1961, la agitación social y económica culminó en un golpe de estado militar liderado por el General Park Chung Hee, quien derrocó al gobierno del Primer Ministro Chang Myon y estableció un gobierno militar reformista. Este periodo marcó un giro monumental en la historia económica de Corea del Sur, con Park Chung Hee asumiendo la presidencia desde 1962 y manteniéndose en el poder por 18 años. Su obsesión por la industrialización sería el eje de transformación nacional.
El Estado Desarrollista y la Política de Industrialización
La visión de industrialización de Park Chung Hee fue un motor vital para cambiar la cara de Corea del Sur. Con una dedicación férrea a la industria, implementó un sistema llamado «Estado desarrollista», un modelo muy común entre los países emergentes de Asia y África. Este modelo se centraba en promover el desarrollo económico a través de la industrialización, una tarea de por sí desafiante pero vital para salir de la pobreza endémica.
Desglosando las Fases de la Transición Económica
La transición económica de Corea del Sur puede dividirse en tres principales fases:
- Política de Sustitución de Importaciones (1953-1961): Implementada por el Presidente Rhee, se enfocaba en sustituir productos importados con productos fabricados en Corea del Sur. Pese a los esfuerzos, esta política no tuvo éxito significativo.
- Industrialización Orientada a las Exportaciones (1961-1980): Durante la dictadura de Park, la estrategia dio un vuelco enfocándose en la producción para exportación, lo que impulsó el rápido crecimiento económico.
- Equilibrio y Estabilización (década de 1980 en adelante): A partir de los años 80, Corea del Sur abrió su mercado de manera progresiva, fomentando la inversión extranjera directa y liberalizando la economía.
Implementación Estratégica y Creación de los Chaebols
El régimen de Park adoptó una estrategia implacable de dopaje industrial, comenzando con buscar financiación internacional, principalmente de Estados Unidos y Japón. El Estado surcoreano utilizó esta financiación para ofrecer préstamos baratos a las empresas nacionales, permitiendo un rápido crecimiento industrial.
¿Qué son los Chaebols?
Durante este periodo, el gobierno confió en grupos familiares empresariales – los chaebols – para liderar la transformación industrial. Gigantes como Samsung, Hyundai, y Lotte se beneficiaron enormemente de estas políticas, convirtiéndose en motores de la economía nacional. Estos chaebols comenzaron a diversificar sus producciones, involucrándose en múltiples sectores que iban desde la electrónica hasta la construcción naval.
Transformación de la Economía y Sociedad
La estrategia de industrialización no se limitó a fortalecer el sector manufacturero. La apertura controlada del comercio exterior permitió que Corea del Sur se convirtiera en una megafábrica para el mundo, mientras que en el mercado nacional se obligó a consumir productos coreanos. Las políticas fiscales y regulatorias fueron decisivas: préstamos subsidiados para exportadores, exenciones fiscales y seguros de exportación costeados por el estado.
El Precio de la Transformación
La transformación no estuvo exenta de sacrificios. La devaluación del Won favoreció las exportaciones a expensas del poder adquisitivo de los ciudadanos, y los aumentos salariales fueron contenidos para evitar incrementos en los costos de producción. A pesar de estas dificultades, la pobreza se redujo drásticamente, pasando del 40% de la población en 1965 a menos del 10% en 1981.
El Movimiento Saemaul Undong y el Desarrollo Rural
En un intento de modernizar la desolada Corea rural, Park lanzó el movimiento Saemaul Undong en 1970. Este programa no daba dinero directamente a las comunidades, sino que proporcionaba materiales de construcción con los cuales las comunidades podían decidir qué hacer. Aquellas aldeas que usaban sus recursos de manera eficiente recibían materiales adicionales. Este movimiento impactó positivamente en la reducción de la pobreza rural y sigue teniendo cierta relevancia en la actualidad.
El Final de Park Chung Hee y la Evolución Posterior
La era de Park Chung Hee llegó a su fin abruptamente en 1979 con su asesinato, pero Corea del Sur continuó bajo el régimen de dictaduras militares hasta principios de los años 90. La transición a la democracia trajo consigo una serie de reformas económicas que incrementaron la competencia y abrir el país a la inversión extranjera culminaron en un crecimiento aún más sostenido.
Conclusión: Reflexiones sobre una Transformación Histórica
Corea del Sur ofrece un ejemplo único de cómo una nación devastada puede transformarse en una potencia industrial y tecnológica global en pocas décadas. Aunque el modelo de Estado desarrollista, centrado en los chaebols y bajo un régimen autoritario, no está exento de críticas y problemas, su éxito en reducción de pobreza y desarrollo económico es innegable. El posterior proceso de democratización y apertura al mercado internacional ha permitido a Corea del Sur continuar su trayectoria ascendente, estableciendo un equilibrio crucial entre crecimiento económico y desarrollo social.
Así, la historia de Corea del Sur nos enseña que, aunque las circunstancias iniciales sean devastadoras, con planificación estratégica, inversión en industria y una apertura gradual al mercado, es posible superar la adversidad y emerger como una nación próspera y avanzada.