«¿XI JINPING está poniendo límites a la EXPANSIÓN CHINA?»
La Revolución Económica de China: Un Análisis Profundo del Gigante Asiático
China ha sido protagonista de una de las transformaciones económicas más asombrosas de la historia. Sin embargo, pese al robusto crecimiento económico que ha experimentado, en 2017 dos de las principales agencias evaluadoras de riesgos, Moody’s y Standard & Poor’s, rebajaron la calificación de su deuda. Además, el Fondo Monetario Internacional ha venido lanzando señales de alerta sobre la economía china.
¿Qué está pasando realmente en la economía china? A pesar de su crecimiento espectacular, ciertos indicadores revelan algunas preocupaciones muy serias, especialmente el aumento vertiginoso de la deuda corporativa.
El Alarma de la Deuda Corporativa
Uno de los aspectos más preocupantes de la economía china en los últimos años ha sido el crecimiento descontrolado de su deuda corporativa. Este tipo de deuda, que representa casi el 170% del PIB del país, es una de las tasas más altas del mundo. Para poner esto en perspectiva, es el doble de la deuda corporativa de Estados Unidos.
Entonces, uno podría preguntarse: si China está creciendo tan espectacularmente, ¿por qué las empresas chinas tienen tanta deuda? La respuesta es multifacética y comprende tanto la expansión agresiva en el extranjero como los incentivos políticos y económicos internos.
La Fiebre de las Compras en el Extranjero
En los últimos años, las empresas chinas se han embarcado en una ola de adquisiciones internacionales, comprando de todo, desde empresas extranjeras hasta puertos y aeropuertos, pasando por minas y equipos de fútbol. Parece que ninguna inversión estaba fuera del alcance de los inversores chinos.
Esta vorágine de adquisiciones ha generado reacciones mixtas. En algunos países, ha desencadenado discursos agresivos contra lo que perciben como una suerte de «ocupación» por parte de China. En otros, especialmente en países en desarrollo como los africanos, las inversiones chinas han sido vistas como una forma de colonialismo moderno.
El Gobierno Chino y los Fracasos de Inversiones
Pese a esta agresiva expansión, no todo son beneficios. Algunos creen erróneamente que Pekín está encantado con este fenómeno, pero la realidad es que el gobierno de Xi Jinping ha tomado medidas para frenarlo. ¿Por qué querría Pekín detener lo que podría parecer una marcha triunfal hacia el dominio global?
Una razón clave es que muchas de estas inversiones extranjeras no han sido rentables. La tasa de retorno de estas inversiones cayó significativamente, llegando apenas al 0.4% en 2016, a pesar de que los mercados bursátiles globales estaban en alza. Muchos proyectos de inversión chinos han resultado ser más problemáticos que rentables.
Problemas de Retorno de Inversión
La cuestión de la baja rentabilidad se vuelve incluso más seria cuando consideramos que gran parte de esta expansión se ha financiado con deuda. Deuda que, por supuesto, viene con tasas de interés y debe ser devuelta.
Un ejemplo claro de estos problemas es el caso de Sinohydro y China Railway Engineering Corporation, dos empresas estatales chinas que invirtieron en un gigantesco proyecto en Congo. A pesar de las enormes sumas invertidas, la ejecución del proyecto estuvo plagada de problemas, desde la caída del precio del cobre hasta cuestiones logísticas y retrasos interminables.
Impacto Doble: Deuda y Salidas de Capital
Además de la deuda, otra preocupación significativa es la enorme cantidad de capital que ha salido de China. Entre 2011 y principios de 2017, las reservas de divisas del país se desplomaron en un trillón de dólares. Este drenaje de capital va en contra de los deseos del gobierno chino, que ha tratado de fortalecer el Yuan en los últimos años.
Pekín ha introducido restricciones a las inversiones extranjeras y, en algunos casos, ha tomado medidas drásticas como la fusión de empresas públicas para consolidar su poder. Sin embargo, estas acciones también podrían limitar el crecimiento de las empresas chinas y aumentar la ineficiencia del sector público.
Motivos Detrás de las Inversiones Extranjeras
¿Por qué los inversores chinos están tan ansiosos por sacar su dinero del país? Hay varias razones, pero una de las más importantes es la seguridad jurídica. En una dictadura como China, los empresarios prefieren tener parte de su patrimonio protegido en otros países para evitar problemas con el poder político.
Además, desde 2008, el gobierno chino ha facilitado el crédito barato para estimular la economía, lo que ha hecho que los inversores sean menos exigentes a la hora de seleccionar proyectos de inversión. Este fenómeno ha llevado a malas inversiones que son fáciles de financiar pero difíciles de mantener rentables.
Empresas Públicas: Los Grandes Endeudados
Curiosamente, las mayores responsables de esta enorme cantidad de deuda no son las empresas privadas, sino las públicas. Las estructuras burocráticas y los incentivos mal alineados han llevado a decisiones de inversión cuestionables y, a menudo, ineficientes.
Los directivos de estas empresas buscan mostrar un enorme crecimiento para ganar favores del gobierno, aunque esto no siempre beneficie a las empresas a largo plazo. Además, operar en mercados complicados como África facilita la corrupción y los acuerdos bajo la mesa.
Las Lecciones del Japón de los 80
La situación actual de China recuerda a lo ocurrido en Japón en los años 80, antes de que el país asiático se sumiera en una crisis. Consciente de este paralelo, Pekín ha introducido muchas restricciones para enfriar el proceso de expansión y evitar una crisis financiera.
Pero estas medidas también tienen una doble intención: no solo buscan frenar la expansión descontrolada, sino también consolidar aún más el poder político de Xi Jinping. Las fusiones de empresas públicas y el control gubernamental sobre las inversiones fortalecen la mano del gobierno chino.
Conclusión: Un Futuro Incierto
China tiene muchas fortalezas, como un alto nivel de ahorro, que podrían evitar una crisis financiera similar a la de Japón. Sin embargo, la ambición de controlar y limitar la expansión podría tener consecuencias imprevistas para la economía del país.
¿Terminaremos viendo a China enfrentarse a una crisis financiera como la de Japón en los 90? ¿O logrará Xi Jinping navegar estas aguas turbulentas sin mayores contratiempos? Solo el tiempo lo dirá, pero es claro que los riesgos están presentes y la fortuna de la economía china pende de un hilo muy delicado.
Amigos, el gigante asiático se encuentra en una encrucijada crítica y las decisiones tomadas hoy tendrán repercusiones duraderas. Analizar su economía es más complejo de lo que parece, y detrás de su espectacular crecimiento se esconden desafíos colosales.
En suma, la economía china es una historia fascinante de crecimiento y riesgos, de éxitos y fracasos, donde cada movimiento estratégico tiene potenciales ganancias pero también peligros considerables. Mientras Pekín trata de consolidar su poder y economía, el mundo observa con atención cada desarrollo.