«La Verdadera Razón del Colapso de Silicon Valley Bank Explicada»
La Encrucijada del Silicon Valley Bank: Un Viaje a la Crisis Financiera
Queridos seguidores de análisis económico, el panorama mundial de las finanzas nos amenaza nuevamente con una nueva crisis reminiscent of 2008. El colapso del Silicon Valley Bank (SVB) ha sembrado el temor de una crisis financiera global, mientras el sector financiero se encuentra en máxima tensión. Pero ¿qué es lo que realmente sucedió con el SVB? ¿Cómo llegamos a este punto y quiénes son los culpables de este nuevo terremoto en el sistema bancario? Acompáñanos en este profundo análisis donde desentrañaremos los hechos y las implicaciones futuras de este colapso bancario.
El Comienzo del Desastre: La Primavera del 2020
Para comprender el colapso del SVB, debemos retornar al momento crucial de la primavera de 2020. En ese entonces, la aparición del coronavirus generó pánico global, con gobiernos alrededor del mundo adoptando medidas económicas drásticas para evitar posibles daños. Uno de estos intentos desesperados fue la implementación de paquetes de estímulo en Estados Unidos, primero bajo la administración de Donald Trump y luego bajo Joe Biden. Estos paquetes resultaron en enormes volúmenes de dinero en manos de empresas y ciudadanos norteamericanos, llevándolos a depositar estos fondos masivamente en los bancos.
El SVB, en particular, vio multiplicar sus depósitos más de tres veces durante este período. Antes de la pandemia, el banco manejaba alrededor de 60,000 millones de dólares, cifra que después de la pandemia aumentó a 200,000 millones de dólares. Este crecimiento masivo se debió principalmente a que el SVB se puso de moda entre las startups tecnológicas estadounidenses, ofreciendo condiciones favorables de préstamos a cambio de depósitos. Además, 2020 y 2021 fueron años muy rentables para las empresas tecnológicas, lo cual incrementó aún más los depósitos.
Demasiado Éxito, Demasiados Problemas
A pesar del vertiginoso crecimiento, surgió un gran problema. El modelo de negocio del SVB estaba principalmente enfocado en las startups tecnológicas, y había llegado a un punto donde prácticamente no quedaban más empresas tecnológicas a las que prestar dinero. Los bancos necesitan invertir el dinero de sus clientes para generar ingresos, utilizando productos como hipotecas, tarjetas de crédito, y bonos del tesoro. Sin las típicas familias y empresas como clientes, el SVB optó por invertir en paquetes de hipotecas y bonos de deuda, conocidos como HTM. Estos HTM ofrecían una tasa de interés fija, estable y duradera.
En 2021, los HTM ofrecían una rentabilidad de alrededor del 1.63%, mientras que los depósitos generaban solo un 0.13%. Este spread permitía al SVB ganar un 1.5% de rendimiento sin hacer nada más que invertir. Ante esta aparente receta para ganar dinero, el SVB se llenó de estos HTM por más de 90,000 millones de dólares e incluso adquirió otro banco dedicado a bienes raíces para aumentar estas inversiones.
La Ilusión Inflacionaria
Sin embargo, esta aparente bonanza no era sostenible. A finales de 2021 y principios de 2022, la inflación llegó con fuerza a Occidente, obligando a una subida de tipos de interés que creó un panorama adverso para las empresas tecnológicas, dependientes de inversores privados. Con la subida de los tipos, los inversores empezaron a buscar rentabilidades más altas en bonos del tesoro, abandonando las inversiones en startups tecnológicas. Como resultado, estas empresas empezaron a retirar sus ahorros del SVB para financiar sus operaciones.
Al mismo tiempo, la competencia bancaria elevó sus intereses para atraer más depósitos, aumentando la presión sobre el SVB. Los depósitos comenzaron a disminuir rápidamente, sumiendo al banco en una situación crítica, ya que la mayor parte de sus fondos estaban invertidos en HTM a largo plazo. Aunque vender estos HTM podría haber ofrecido una solución, los intereses fijos de un 1.72% eran muy bajos comparados con los nuevos bonos del estado que ofrecían un 3.62% en diciembre de 2022. Esto significaba vender con un gran descuento y aún así no obtener suficiente dinero para hacer frente a las retiradas masivas.
La Solución que Fracasó
Para evitar perder más clientes, el SVB intentó pagar intereses más altos por los depósitos. Esto funcionó a corto plazo, pero eventualmente resultó en un spread negativo, donde el banco pagaba más en intereses de lo que ganaba por sus inversiones. Enfrentado a una erosión financiera insostenible y con la subida de tipos de interés continúa, el SVB ideó un plan que implicaba vender una parte de sus HTM e implementar una ampliación de capital para compensar las pérdidas.
El banco vendió aproximadamente 21,000 millones de dólares en HTM, sufriendo una pérdida de 1,800 millones de dólares, e intentó una ampliación de capital por 2,000 millones de dólares. Aunque esta estrategia podría haber estabilizado la situación del banco, la ampliación de capital en la práctica significó anunciar públicamente los problemas financieros, generando pánico. Los clientes temieron la insolvencia y comenzaron a retirar masivamente sus fondos.
El Fin del SVB: Pánico y Quiebra
El 9 de marzo de 2023, tras la noticia de la ampliación de capital, se desató el pánico en el sector tecnológico. Los fundadores de grandes fondos y magnates tecnológicos aconsejaron retirar los depósitos del SVB. La situación se agravó cuando otros bancos, como JP Morgan, vieron una oportunidad y contactaron a clientes del SVB para que cambiaran de banco. En una sola noche, se retiraron 40,000 millones de dólares, obligando a las autoridades a intervenir y declarar la insolvencia del SVB.
El 10 de marzo, las autoridades estadounidenses tomaron el control del SVB, asegurando a los depositantes que no perderían sus ahorros, prometiendo abrir nuevas vías de liquidez para evitar la expansión del pánico a otros bancos y declarando que accionistas y bonistas perderían sus derechos. A partir de ahí, inició un proceso de venta de activos del SVB, donde una parte del banco, ubicada en el Reino Unido, ya fue adquirida por HSBC.
Riesgos y Consecuencias Futuras
Con el SVB bajo el control de las autoridades, el futuro dependerá de si un banco más grande adquiere sus activos y se hace cargo de sus deudas. Si esto no ocurre, las autoridades venderán los activos restantes, distribuyendo los fondos entre los clientes y posiblemente creando impuestos especiales para cubrir cualquier déficit. Todo esto podría tener repercusiones en los clientes de otros bancos y en los ciudadanos, quienes podrían enfrentar costos adicionales debido a esta crisis.
Existen numerosos detalles complejos y matices en esta historia, muchos de los cuales serán explorados en análisis futuros. Hemos brindado una visión general de los eventos que llevaron a la quiebra del SVB. Nos queda reflexionar sobre las medidas y las decisiones que podrían haber evitado este desenlace y debatir sobre la necesidad y eficacia de rescates bancarios.
El colapso del SVB es un recordatorio aleccionador sobre las vulnerabilidades del sistema financiero y las consecuencias de un rápido crecimiento sin estrategias sostenibles a largo plazo. Mientras seguimos monitoreando la situación y sus ramificaciones, es crucial aprender de estos eventos para fortalecer nuestra resiliencia frente a futuras crisis.