¿Cómo Estados Unidos Planea Dominar la Industria China?

La Dinámica Cambiante entre China y Estados Unidos: Impactos y Perspectivas

China ha experimentado un cambio significativo en su relación con Estados Unidos, a medida que las políticas y posturas adoptadas por los líderes norteamericanos, desde Donald Trump hasta Joe Biden, transformaron el escenario económico y político internacional. El ascenso de Trump al poder trajo consigo una retórica antichina y la imposición de aranceles históricos que impactaron significativamente las relaciones bilaterales. Durante mucho tiempo, China fue el socio comercial crucial de Estados Unidos, pero las recientes tensiones la han convertido casi en una enemiga militar y económica.

Las Políticas de Trump: Inicio de la Guerra Comercial

Donald Trump, al llegar a la presidencia de Estados Unidos, implementó una serie de aranceles que reordenaron drásticamente la economía estadounidense en tiempos de paz. Las relaciones entre ambos países se deterioraron considerablemente, pasando China de ser un aliado comercial esencial a un adversario tanto económico como militar. Sin embargo, parece que esta tendencia no ha disminuido con la administración de Joe Biden, quien no solo ha mantenido los aranceles, sino que ha impulsando leyes como la «Inflation Reduction Act» y la «CHIPS Act» con el objetivo de fortalecer la tecnología estadounidense y debilitar a China.

Ley de Reducción de la Inflación y la Ley CHIPS Act: Protección Tecnológica

Estas leyes no son meros actos administrativos, sino que representan una deliberada ofensiva para dañar al sector tecnológico chino. En las últimas décadas, las fábricas occidentales se beneficiaron de la mano de obra barata en China, mientras que esta nación ganaba empleos y un desarrollo industrial robusto. Sin embargo, esta dinámica cambió a medida que las industrias chinas comenzaron a producir artículos de mayor valor, desde coches eléctricos hasta drones avanzados. La competencia surgió rápidamente cuando China aprendió a diseñar y no solo ensamblar.

El Caso de la Industria Automotriz

Un claro ejemplo es la industria automotriz. Europa y Estados Unidos dominaban la producción de motores de combustión, mientras que China se centraba en producir componentes. No obstante, la llegada de los coches eléctricos ha nivelado el campo de juego, permitiendo a China tomar la delantera en muchas áreas de la tecnología automotriz. No solo están compitiendo en pie de igualdad con Occidente, sino que también han comenzado a plagiar patentes y propiedades intelectuales, incrementando aún más la competencia.

Propiedad Intelectual y el Ejército Chino

El robo de propiedad intelectual no se limita a la industria automotriz, sino que es una práctica generalizada en varios sectores industriales chinos. Esto plantea un problema serio, ya que podría beneficiar enormemente al ejército chino al copiar desarrollos intelectuales occidentales avanzados. Esto, a su vez, exacerba la guerra comercial entre las dos potencias. Mientras que la competencia se intensifica, la pregunta que muchos se hacen es: ¿qué países están ganando esta guerra?

El Impacto en Hong Kong

La guerra comercial ha sumido a Hong Kong en una crisis económica sin precedentes. Su economía se ha contraído en tres de los últimos cinco años y su bolsa ha caído cerca de un 50% desde 2018. No obstante, algunos expertos creen que este pesimismo puede estar exagerado y que hay oportunidades de inversión emergiendo en la ciudad.

Las Estrategias de Estados Unidos

La estrategia de Estados Unidos contra China tiene dos pilares principales: atacar la producción china y promover la producción doméstica. La administración Biden ha implementado restricciones al acceso de China a la tecnología de chips, sabiendo que estos son cruciales para desarrollar armamento y tecnologías avanzadas. Estas restricciones incluyen el seguimiento de cómo los chinos utilizan los productos adquiridos y la prohibición de exportaciones de chips avanzados a industrias tecnológicas con vínculos militares.

Producción de Chips Domésticos en China

En respuesta a estas medidas, China ha aumentado significativamente su producción doméstica de chips para depender menos de las exportaciones. Desde que se impusieron las sanciones, la importación de maquinaria de producción de chips ha crecido exponencialmente. A pesar de esto, la falta de acceso a los modelos más avanzados de maquinaria limita la capacidad de China para producir chips de última generación.

Restricciones Globales

Además, las restricciones impuestas no provienen únicamente de Estados Unidos. Países como Japón y los Países Bajos también han firmado acuerdos para controlar las exportaciones de equipos semiconductores avanzados a China, cerrando aún más el acceso de China a tecnologías cruciales.

Contramedidas Chinas

La respuesta china no se ha limitado a mejorar la producción doméstica. El país también ha promulgado la Ley de Contraespionaje, que permite al Partido Comunista Chino monitorizar la actividad de empresas americanas en su territorio. Esta medida ha elevado aún más las tensiones entre ambas naciones.

Biden y la Producción Doméstica Americana

Pero no solo se trata de poner restricciones a China, Biden también se ha enfocado en aumentar la producción industrial dentro de Estados Unidos. Bajo su administración, la inversión en fábricas y otras infraestructuras industriales ha aumentado significativamente, triplicándose desde 2007. Además, Biden ha cuadruplicado los aranceles a los vehículos eléctricos chinos, buscando debilitar las manufacturas competitivas de China.

Subvenciones y Aranceles

Las subvenciones y los aranceles son herramientas que la administración Biden ha utilizado para potenciar la producción doméstica y reducir las importaciones de productos chinos. Aunque estas políticas pueden encarecer los productos para los consumidores estadounidenses, tienen implicaciones más amplias en términos políticos y militares. A nivel económico, sin embargo, los aranceles han afectado negativamente el poder adquisitivo de los estadounidenses.

Sobrecapacidad: Un Problema de Producción

Una de las principales preocupaciones es la sobrecapacidad de producción en China, un fenómeno en el que el gobierno chino subsidia enormemente sus industrias, resultando en una producción que excede la demanda global. Este exceso de producción perjudica a otras economías al inundar el mercado con productos baratos, sacrificando poder industrial por precios bajos. El riesgo a largo plazo es que, una vez que China controle el mercado, puede abandonar las subvenciones, obligando a los otros países a comprar caro.

Desarrollo de Infraestructura Formidables

Estados Unidos y sus aliados intentan resistirse a esta manipulación cambiando sus políticas comerciales. Biden ha llegado a vetar adquisiciones que pudieran entregar el control de industrias clave a extranjeros, subrayando una tendencia nacionalista en la política económica estadounidense.

Evadiendo Aranceles: La Estrategia de China

China también ha encontrado maneras de evadir los aranceles estadounidenses, enviando mercancías a través de países como México y Vietnam. Estos países ensamblan productos semiterminados y los etiquetan como propios, facilitando su entrada al mercado estadounidense. Este fenómeno no solo subraya la capacidad de China para adaptarse, sino que también evidencia una tendencia hacia la deslocalización de la producción, similar a la que vivieron las industrias estadounidenses hace décadas.

El Futuro de la Guerra Comercial

La guerra comercial entre China y Estados Unidos tiene un impacto global que apenas empieza a manifestarse. La inversión extranjera directa en China cayó por primera vez en décadas, subrayando la tensión creciente y sus implicancias para la economía global. Mientras Estados Unidos vuelve a las políticas industriales con fuerza, y el mundo rechaza cada vez más el libre comercio, el futuro de esta guerra económica es incierto.

Impacto en la Economía Global

Las consecuencias de esta guerra van más allá de China y Estados Unidos. Los países occidentales están revaluando sus políticas comerciales, considerando si deben aceptar los bienes subvencionados desde China o imponer aranceles y restricciones para proteger sus propias industrias. La tendencia hacia la nacionalización y las políticas protectoras podría reconfigurar la economía global, provocando cambios que marcarán los próximos años.

La dinámica entre China y Estados Unidos está en un estado de flujo constante, con políticas cambiantes, restricciones y contra-medidas que definirán el equilibrio de poder en el futuro cercano. La guerra comercial no se trata solo de cifras económicas, sino de una competencia por el dominio tecnológico, industrial y militar. El desarrollo de esta confrontación tendrá repercusiones significativas y duraderas en el tejido global.

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