Corea del Norte: ¿Los Piratas Cibernéticos del Siglo XXI?
De Piratas a Ciberpiratas: La Evolución de la Guerra en el Siglo XXI
Buques cargados con grandes tesoros, aventureros surcando los siete mares, banderas negras con calaveras y huesos cruzados, feroces corsarios con parches en el ojo y patas de palo. Leyendas que ponen los pelos de punta, como las de Barbanegra, Francis Drake o Henry Morgan. Piratas, filibusteros, bucaneros y corsarios que durante siglos han surcado los mares en busca de oro, plata y piedras preciosas.
Los Piratas en la Historia y la Cultura Popular
Decidme, ¿quién no ha crecido con historias de feroces, intrépidos y osados piratas? Con las leyendas de Barbanegra, novelas como «La Isla del Tesoro», o personajes como el capitán Jack Sparrow. A lo largo de la historia de la humanidad, los piratas han causado fascinación, admiración o terror. Pero no penséis ni por un momento que han desaparecido. Las guerras ya no se libran únicamente por tierra, mar y aire. Ahora, en nuestros días, cada vez más, lo hacen también por el ciberespacio.
La Evolución hacia la Guerra Cibernética
Un país puede causar un enorme daño a otro país simplemente atacando sus sistemas informáticos: bloqueando sistemas de comunicación, transporte, equipos eléctricos, los sistemas financieros y prácticamente cualquier cosa, porque hoy ya casi todo funciona con ordenadores. Esto es algo que todas las potencias y prácticamente todos los países del mundo saben, incluyendo, amigos, a Corea del Norte.
Sí, habéis escuchado bien. Durante los últimos años, el país más cerrado y hermético del planeta no solo ha desarrollado un arsenal de armas nucleares, sino que también ha montado su propio equipo de hackers. En 1998, Kim Jong-il, el anterior líder de Corea del Norte y padre del actual líder, Kim Jong-un, estableció la que se conoce como Unidad 121, un cuerpo de guerra cibernética que, según se cree, está formado por miles de personas que trabajan mañana, tarde y noche preparándose para sembrar el caos con ataques cibernéticos contra redes de comunicaciones, energía y todo tipo de infraestructuras estratégicas de los adversarios del régimen de Pyongyang.
Corea del Norte y su Ejército de Hackers
Puede parecer extraño y casi una paradoja que uno de los regímenes más herméticos y pobres del mundo, en un país donde el acceso a internet está muy restringido y donde incluso el gobierno ha desarrollado su «propio internet» – una especie de intranet súper vigilada – cuente con uno de los ejércitos de hackers más peligrosos de la red.
Para ellos, el arma más poderosa es cibernética. En Corea del Norte, se le conoce como la Guerra Secreta. Los incentivos para los ciberexpertos de Corea del Norte son muy fuertes; son gente rica en Pyongyang. Jang Se Yul, un joven norcoreano que antes de huir a Corea del Sur estudió codo con codo con jóvenes que hoy integran la Unidad 121, corroboró en una entrevista con Reuters que para el régimen norcoreano sus unidades de guerra cibernética son toda una prioridad. Esta unidad depende de la Dirección General de Reconocimientos, una agencia de inteligencia que informa y responde directamente ante Kim Jong-un.
Presupuesto y Actividades de la Unidad 121
Según algunas estimaciones, estos equipos de ataque cibernéticos, compuestos por casi 2.000 hackers, podrían estar acaparando entre el 10 y el 20% de todo el presupuesto militar norcoreano. Su primer ataque a gran escala se produjo en el año 2013, usando un malware conocido como DarkSeoul, para borrar datos y congelar o apagar alrededor de 32.000 equipos en Corea del Sur, incluyendo los servidores de cuatro grandes bancos y tres agencias de televisión surcoreanas.
Apenas un año más tarde, en 2014, la Corporación de Energía Nuclear de Corea del Sur anunció que sus sistemas informáticos habían sido hackeados. Los hackers norcoreanos robaron planos de sus reactores nucleares, información personal sobre sus más de 10.000 empleados y otros datos no revelados. Desde entonces, los ataques de los hackers norcoreanos se han convertido en una pesadilla constante para muchas empresas y gobiernos alrededor del mundo.
El Ataque WannaCry
En 2017, los hackers norcoreanos lanzaron el virus WannaCry, que se convirtió en el mayor ataque con software maligno de toda la historia, afectando a más de 300.000 equipos y poniendo en jaque a multinacionales de la talla de FedEx y Telefónica. Los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido señalaron a Corea del Norte como responsable del ataque de malware WannaCry, que afectó a hospitales, negocios y bancos en todo el mundo.
Unidad 180: El Asalto al Tesoro Cibernético
Además de la Unidad 121, Corea del Norte ha desarrollado otra unidad de ciberguerra que llama aún más la atención: la Unidad 180. Desde que Kim Jong-un llegó al poder en 2011 y aceleró el programa nuclear norcoreano, las sanciones internacionales se han multiplicado, cortando el flujo de divisas y dificultando el comercio internacional del país. La pregunta es: ¿Cómo obtener los recursos necesarios para seguir desarrollando su programa nuclear y balístico bajo estas condiciones de aislamiento?
Orígenes y Objetivos de la Unidad 180
En 2013, Kim Jong-un decidió establecer la Unidad 180, con 500 profesionales de la Unidad 121, con el objetivo de hackear la mayor cantidad posible de cuentas bancarias y de criptodivisas. Un antiguo profesor de ciencias de la computación en una universidad norcoreana, Kim Heung-kwang, explicó que el principal trabajo de la Unidad 180 es obtener divisas extranjeras para financiar proyectos como bombas nucleares, misiles de largo alcance y misiles balísticos para ser lanzados desde submarinos.
Impacto y Actividades de la Unidad 180
Desde su creación, la Unidad 180 ha realizado numerosos ataques y robos cibernéticos contra bancos y entidades de intercambio de criptodivisas en todo el mundo. Un ejemplo notable es el robo de más de 100 millones de dólares al Banco Central de Bangladesh en 2016. Este aumento en los ciberataques demuestra la desesperación del gobierno norcoreano por obtener efectivo y el avance de sus habilidades en el ámbito del ciberdelito, convirtiéndose en los más avanzados y persistentes ladrones digitales de bancos. Grupos conocidos en la red como Lazarus o Reaper dependen de esta Unidad 180 y, por lo tanto, del gobierno norcoreano.
La Magnitud del Robo
El Panel de expertos que informa al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas estima que desde 2016, Corea del Norte ha acumulado alrededor de 670 millones de dólares en moneda extranjera y criptodivisas a través de ciberataques. Este dinero se transfiere mediante blockchain, una tecnología que permite cubrir sus huellas, facilitando su uso en el mercado negro para adquirir equipos tecnológicos necesarios para su programa nuclear.
Desarrollo de Software y Amenazas Subsiguientes
La Unidad 180 no solo se dedica a robar dinero. También desarrollan software para empresas internacionales, especialmente en Japón y China, coordinados por grupos pro-Corea del Norte. Estas compañías, que ofrecen tarifas muy bajas, muchas veces esconden su verdadera identidad, poniendo en riesgo a las empresas contratantes, ya que los programas suelen incluir puertas traseras que permiten a la inteligencia norcoreana controlar los dispositivos en un futuro.
Los Bandidos de la Era Digital
Corea del Norte se ha establecido como un auténtico villano en la política internacional: armas nucleares, hackers, secuestros, tráfico de armas… Si es ilegal y está considerado malo, el régimen de Kim Jong-un está involucrado. La capacidad de estos hackers para operar fuera de las fronteras norcoreanas, con identidades falsas en China, el sudeste asiático u otros países, les permite actuar en un entorno global, ampliando su red de actividades ilícitas.
Conclusiones
La historia de Corea del Norte y su capacidad para desarrollar poderosos equipos de ciberguerra y conseguir cientos de millones de dólares mediante el pirateo digital es un testimonio de cómo la guerra ha evolucionado en el siglo XXI. Aunque ya no hablemos de piratas surcando los mares con parches en los ojos, la realidad es que la piratería sigue viva en la red, un vasto océano digital lleno de oportunidades y amenazas.
El Parche en el Ojo: Un Truco Práctico
Por cierto, ¿alguna vez os habéis preguntado de dónde viene la imagen del pirata con el parche en el ojo? La respuesta es más práctica de lo que parece. El parche se utilizaba para adaptarse mejor a los cambios bruscos de luz, como cuando abordaban otro barco y entraban en su bodega. El ojo humano tarda en acostumbrarse a la oscuridad, pero al tapar un ojo, este se adaptaba rápidamente al cambiar el parche de lado, permitiendo ver mejor en espacios oscuros. Este truco se sigue utilizando incluso en los entrenamientos de la NASA.
Así que la próxima vez que escuchéis historias de piratas, recordad que la piratería moderna ha evolucionado, y los nuevos piratas están navegando en el vasto océano digital, buscando su próximo gran botín.