Secretos Revelados: Tácticas de Corea del Norte Contra Estados Unidos – Misiles y Mercedes
Comprender las Sanciones Internacionales contra Corea del Norte
Corea del Norte, bajo el régimen de Kim Jong-un, ha sido uno de los países más castigados por sanciones internacionales en todo el mundo. Estas sanciones, promovidas primeramente por Estados Unidos y luego por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, buscan frenar sus programas nucleares y de misiles balísticos. Sin embargo, a pesar de los duros castigos económicos, el avance de estos programas no parece haberse detenido.
Para explorar por qué las sanciones no han funcionado y cómo Corea del Norte ha evitado su impacto, es necesario entender la compleja red de actividades que el régimen utiliza para mantener a flote sus ingresos. Desde tráfico ilegal de recursos y lavado de dinero hasta alianzas por conveniencia con grandes potencias, este artículo desglosa las tácticas empleadas por Pyongyang para eludir las sanciones internacionales.
El Costoso Programa Militar Norcoreano
El programa militar de Corea del Norte es extraordinariamente costoso. Se estima que el desarrollo de su programa nuclear ha superado los 3 mil millones de dólares, y el programa de misiles balísticos añade más de mil millones anualmente. Estas cifras son impactantes, considerando los altos niveles de pobreza y desnutrición que sufre la población norcoreana. Sin embargo, las prioridades del régimen ponen siempre la dimensión militar por encima de cualquier necesidad civil.
El coste masivo del programa militar se ve reflejado en la elección del régimen de Kim Jong-un de gastar millones en lanzamientos de misiles en lugar de invertir en bienes esenciales para su población, como alimentos. Por ejemplo, el coste de lanzar un solo misil intercontinental podría comprar cerca de 3 millones de toneladas de maíz, un bien crucial en un país marcado por la desnutrición.
El Impacto Económico de las Sanciones
Las sanciones han tenido un impacto significativo en la economía norcoreana. Las estimaciones del Banco Central de Corea del Sur sugieren que la economía de Corea del Norte lleva al menos tres años de contracciones cercanas al 5% anual, lo que representa la peor recesión desde 1997. Sin embargo, estas cifras son basadas en estimaciones y estudios del comercio debido a la falta de información oficial del régimen.
A pesar de este impacto, las sanciones no han logrado cumplir su objetivo principal: persuadir a Corea del Norte de abandonar sus programas militares. En este artículo, analizamos cómo Corea del Norte ha conseguido esquivar las sanciones internacionales y continuar con su avance militar.
Mecanismos de Evasión de Sanciones
Corea del Norte cuenta con un complejo y sofisticado mecanismo para evadir sanciones. Este país emplea tácticas que van desde el robo de bancos a través de ingeniería financiera y ciberataques hasta el tráfico de metales preciosos y comercio ilegal en aguas internacionales.
Además, existen actores internacionales que, aunque reconocen las sanciones, no las hacen cumplir con rigor. Rusia y China son los principales respaldos de Corea del Norte en esta red de evasión. Por ejemplo, el comercio ilegal de carbón y otros recursos se realiza a través de transferencias de barco a barco en aguas internacionales o incluso en aguas territoriales chinas.
Un informe del Centro de Estudios Avanzados de Defensa (C4ADS) detectó un incremento significativo en la actividad de barcos que exportan arenas minerales de la costa de Corea del Norte a China, con un mínimo de 22 millones de dólares en dichas transacciones solo en el último año.
Exportaciones Ilegales
Aunque oficialmente Corea del Norte no puede exportar ni metales preciosos, ni hierro, ni carbón, ni productos agrícolas, textiles ni marítimos, las exportaciones ilegales continúan. La exportación de carbón se realiza mediante transferencias de barco a barco en alta mar, una técnica que permite a Corea del Norte ingresar más de mil millones de dólares anualmente.
Los barcos que transportan estos recursos suelen cambiar de bandera de manera continua para evitar ser detectados. Se utilizan registros de países con controles laxos sobre sus flotas, como Togo, Tanzania, Sierra Leona y Panamá. Esta táctica ayuda a evadir la resolución 2.375 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que prohíbe transferencias barco a barco con buques de bandera norcoreana.
Red de Empresas Pantalla
Corea del Norte emplea una extensa red de empresas pantalla y testaferros internacionales para facilitar el comercio ilegal. Esta red incluye compañías en países dispares y de dudosa transparencia, como China, Rusia, Libia y Tailandia. El Banco de Comercio Exterior Norcoreano emplea al menos 250 empresas pantalla para realizar pagos al régimen por aproximadamente 2.500 millones de dólares, según revelan investigaciones.
Trabajadores en el Extranjero
Además del comercio ilegal, Corea del Norte utiliza una red de trabajadores en el extranjero, principalmente en China y el sudeste asiático, para generar ingresos. Estos trabajadores envían divisas extranjeras de vuelta al país mediante un entramado financiero que incluye paraísos fiscales. Aunque la ONU obligó a repatriar a estos trabajadores en 2017, muchos de ellos continúan trabajando en el extranjero, generando alrededor de 2 mil millones de dólares en remesas e impuestos desorbitados solo en ese año.
Cadena de Restaurantes
Otra fuente de ingresos incluye una cadena de restaurantes estatales conocida como Pyongyang, con alrededor de 125 sucursales dispersas alrededor del mundo. Estos restaurantes no solo generan ingresos mediante joint ventures con empresas locales, sino que también sirven para lavar el dinero de actividades ilegales. Asimismo, estas sucursales se utilizan como vía para mover dinero de forma secreta y compleja, dificultando la detección de las transacciones financieras ilegales.
La Inacción de Estados Unidos
A pesar de todas estas actividades ilícitas, la administración Trump no ha tomado medidas contundentes para frenar las violaciones de las sanciones por parte de Corea del Norte. La estrategia de dejar que Kim Jong-un proceda sin castigo tangible ha resultado en que el programa militar de Corea del Norte continúe sin interrupciones.
En los últimos años, la administración Trump no ha condenado ni castigado lanzamientos de misiles y otras violaciones, permitiendo que el régimen continúe avanzando sus capacidades militares sin mayores impedimentos. Esta inacción, sumada a la falta de colaboración con China y Rusia, ha hecho que las sanciones sean más porosas y menos efectivas.
Relaciones Tensas con Rusia y China
La falta de colaboración internacional es otro factor que ha debilitado la efectividad de las sanciones. Las tensas relaciones de Estados Unidos con Rusia y China han impedido una aplicación rigurosa de las sanciones. En particular, China ha relajado sustancialmente la presión sobre Corea del Norte, permitiendo que barcos norcoreanos circulen en aguas chinas sin restricciones significativas.
Además, enormes buques de carga norcoreanos han sido observados en aguas chinas patrulladas intensamente, lo que sugiere una falta de vigilancia intencionada por parte del gobierno chino.
Conclusión: El Futuro de las Sanciones
Las sanciones internacionales contra Corea del Norte no han logrado frenar el avance de su programa nuclear y de misiles balísticos. A pesar de la drástica caída de la economía norcoreana, el régimen ha usado sofisticados mecanismos para evadir las sanciones y continuar financiando sus ambiciones militares. La inacción de aliados clave y la falta de una estrategia conjunta efectiva han permitido al régimen seguir avanzando sin mayores consecuencias.
La comunidad internacional debe reevaluar las estrategias y considerar alternativas diplomáticas o económicas para presionar al régimen norcoreano de manera efectiva. Sin mecanismos más robustos y una colaboración internacional genuina, las sanciones seguirán siendo un obstáculo que Corea del Norte puede superar con relativa facilidad.