¿Por qué Australia Está Gravemente Preocupada por la Influencia de China?

Las Relaciones Diplomáticas entre China y Australia: Una Historia de Altibajos

Han transcurrido 45 años desde que China y Australia establecieron relaciones diplomáticas. A lo largo de este periodo, la conexión entre ambos países ha sido de las más fructíferas, controvertidas e interesantes a nivel mundial. Esta relación, llena de historias de dinero, espionaje, acusaciones y muchos intereses contrapuestos, parece sacada de una telenovela latinoamericana. Pero aquí estamos para explorar los hechos concretos.

El Auge Comercial entre China y Australia

China es, en la actualidad, el mayor socio comercial de Australia. Las compras chinas representan un tercio de todas las exportaciones australianas, una cifra ocho veces superior a las exportaciones a Estados Unidos. En 2015, ambos países firmaron un acuerdo de libre comercio, elevando el volumen de comercio a más de 155.000 millones de dólares anualmente. Además, China se ha convertido en un inversor cada vez más importante en Australia, país donde 1 de cada 20 personas es de origen chino, incluyendo muchos millonarios que buscan un lugar seguro para sus patrimonios y sus vidas.

La interdependencia económica es tal que los mercados financieros consideran al dólar australiano como una opción para apostar sobre la economía china. Australia ha disfrutado casi 30 años sin conocer una crisis económica, y este éxito en parte se debe al auge industrial y comercial de China. No es sorprendente, entonces, que cuando el Lowy Institute preguntó a los australianos cuál relación era más importante, China o Estados Unidos, el resultado fuera un empate.

Una Relación que se Torna Turbulenta

A pesar de la prosperidad económica compartida, 2017 fue un año tumultuoso para las relaciones entre China y Australia. De hecho, una encuesta realizada por el Global Times catalogó a Australia como el país más hostil hacia China en ese año, un hecho aún más sorprendente considerando que Donald Trump estaba en la presidencia de Estados Unidos en ese momento.

El clima parecía favorable al inicio de 2017, con un crecimiento económico constante y una postura favorable por parte del gobierno australiano para que China sustituyera a Estados Unidos en el fallido Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés). Sin embargo, todo se complicó a mitad del año, cuando las tensiones comenzaron a aumentar.

Australia entre Pekín y Washington

Australia ha seguido una estrategia de equilibrio entre China y Estados Unidos, con inclinaciones hacia Pekín en asuntos económicos y hacia Washington en temas de defensa y seguridad. Este equilibrio se manifestó en la confianza de Estados Unidos hacia Australia como un aliado inquebrantable en todas sus grandes guerras. En un discurso el 2 de junio de 2017, el Primer Ministro australiano alabó el liderazgo global estadounidense y advirtió a China sobre sus acciones.

La situación se agravó cuando la Agencia de Inteligencia Australiana emitió advertencias sobre las intenciones del gobierno chino de influir en la política australiana. Se acusó al gobierno chino de comprar políticos, periodistas y científicos, y de intimidar a ciudadanos de la comunidad china en Australia. A partir de aquí, las tensiones no hicieron más que aumentar.

Escándalos y Acusaciones

A finales de 2017, Sam Dastyari, un prominente senador del Partido Laborista, se vio obligado a dimitir por sus vínculos con China. Se le acusó de recibir dinero para defender los intereses del gobierno chino y de alertar a un empresario chino sobre posibles investigaciones de inteligencia.

Las acusaciones de espionaje y corrupción se intensificaron, lo que llevó al gobierno australiano a revisar sus leyes de espionaje, traición, inmigración y financiación de partidos políticos. Este endurecimiento de las posturas políticas se reflejó también en la política exterior, con Australia inclinándose visiblemente hacia Estados Unidos.

Reacciones Chinas a la Crisis

China ha rechazado todas las acusaciones y calificó la campaña de prejuicios raciales y paranoia anti-China. La diplomacia china advirtió a los estudiantes en Australia sobre posibles riesgos de seguridad, lo que subraya la tensión existente. Los estudiantes chinos constituyen una parte significativa del alumnado extranjero en Australia, aportando hasta 18.000 millones de dólares anualmente a la economía del país.

Desde otro ángulo, los residentes y turistas chinos han impulsado el sector del lujo en ciudades como Sídney y Melbourne. Las inversiones directas chinas en Australia se han multiplicado significativamente en la última década, y cualquier interrupción en este flujo de capital podría perjudicar a la economía australiana.

Conclusión: Un Futuro Incierto

La relación entre China y Australia enfrenta un momento crucial. Por un lado, la postura firme de Australia junto a Estados Unidos refuerza una alianza estratégica importante para ambos países. Por otro, la dependencia económica de China no puede ignorarse. Políticos, empresarios y ciudadanos debaten sobre cómo Australia debe manejar su relación con China sin comprometer su seguridad nacional ni su economía.

¿Hacia dónde debería girar la política australiana? Solo el tiempo lo dirá. De momento, la nación navega por aguas turbulentas, intentando equilibrar sus relaciones con dos colosos mundiales en medio de una creciente discordia política y económica.

La evolución de este escenario determinará si una de las relaciones internacionales más fructíferas de las últimas décadas se mantendrá o si el desencuentro actual marcará un punto de inflexión.

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