Razones Sorpresivas por las que los Países Pequeños Sobresalen en Riqueza

¿Son los Países Pequeños Mejores que los Grandes?

¿Qué opinas? ¿Son mejores los países grandes o los países pequeños? Parece una pregunta sencilla y hasta trivial, pero en realidad toca un aspecto fundamental de la política internacional moderna. Nuestro mundo ha visto una transformación considerable en la cantidad de países que existen. De unos 60 países en 1950, hemos pasado a casi 200 hoy en día. Esta diversificación nos invita a reflexionar seriamente: ¿es positivo tener tantos países pequeños? ¿Son viables? Vamos a sumergirnos en este tema.

La Definición de País Pequeño

Para efectos de este análisis, consideraremos como «países pequeños» aquellos con una población inferior a 10 millones de habitantes. Sumaremos a esta categoría territorios como Hong Kong y Macao, que aunque forman parte de China, operan de manera casi independiente gracias a sus propias leyes, tribunales, aduanas y monedas.

El Auge de los Países Pequeños

A diferencia de las grandes naciones, los pequeños estados rara vez son protagonistas en el escenario internacional. No están involucrados en los grandes conflictos y sus decisiones políticas no suelen tener un impacto global inmediato. Sin embargo, en los últimos 30 años, los países pequeños han demostrado una notable capacidad para hacer las cosas mucho mejor que sus homólogos más grandes.

Tomemos, por ejemplo, los rankings de riqueza, innovación, competitividad, felicidad y seguridad. Si revisamos el listado de los países más ricos del mundo, basado en el PIB per cápita, encontramos que nueve de los diez primeros lugares están ocupados por países pequeños. Ocho de esos países tienen menos de 6 millones de habitantes. Al ampliar el análisis a los 25 países más ricos, 17 de ellos siguen siendo pequeños.

Claves del Éxito

La pregunta que surge naturalmente es: ¿cómo lo hacen? ¿Qué los hace tan exitosos? Aquí hay varias respuestas:

Exposición al Comercio Internacional

Los países pequeños dependen en gran medida del comercio internacional, tanto para vender como para comprar productos esenciales. Esta dependencia fomenta la prudencia financiera y estimula la competitividad. De hecho, los 21 de los 25 países más globalizados son pequeños, mostrando una apertura notable en la circulación de mercancías, personas y capitales.

Facilidad para Hacer Negocios

El índice Doing Business del Banco Mundial destaca que los países pequeños encabezan la lista de lugares donde es más fácil hacer negocios. Nueva Zelanda, Singapur, Dinamarca y Hong Kong ocupan cuatro de los cinco primeros lugares. Entre los 25 países de la lista, 16 son pequeños.

Menor Burocracia

La estructura política simplificada y la transparencia en los gastos hacen que los países pequeños sean más eficientes y menos proclives a la burocracia excesiva. Por un lado, sus ciudadanos son más conscientes del costo de mantener múltiples estructuras políticas; por otro, es más difícil justificar dichas estructuras en territorios pequeños.

Estudios y Evidencias

Dos estudios de Credit Suisse, publicados en 2014 y 2015, corroboraron que los países pequeños tienden a ser más ricos, igualitarios y socialmente avanzados. Invierten más en educación y sanidad, tienen menos deuda y déficit, y logran mejores resultados sociales.

Además, sus mercados financieros también han tenido un desempeño superior en décadas recientes.

El Caso Checo y Eslovaco

En 1993, Checoslovaquia se dividió en dos países más pequeños: la República Checa y Eslovaquia. A pesar de iniciar en condiciones desfavorables, ambos países lograron una transición exitosa a modelos capitalistas y experimentaron un crecimiento impresionante. Eslovaquia, en particular, mostró una clara convergencia con la República Checa en términos económicos.

El Futuro de los Pequeños Estados

La globalización ha cambiado las reglas del juego, haciendo que los países grandes ya no tengan una ventaja evidente. En el mundo de hoy, la competitividad, la apertura y la capacidad de adaptación son cruciales, y parece que los países pequeños están mejor equipados en estos aspectos.

Conclusión: ¿Un Mundo de Pequeños Estados?

Dados estos datos, ¿deberíamos fomentar la creación de más estados pequeños y descentralizados? Las ciudades grandes ya están ocupando roles relevantes en el crecimiento económico, como Londres, Hong Kong, y Singapur. Incluso, la economía de Yakarta crece más rápido que la de toda Indonesia. Esto sugiere que un enfoque en pequeñas unidades autónomas podría ser beneficioso.

Al final del día, queda reflexionar: ¿preferimos un mundo con muchos pequeños países que colaboran y compiten entre sí, o un mundo compuesto de pocos y grandes estados? La respuesta podría redefinir la configuración política y económica del futuro.

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