Razones Detrás del Retiro de China en África: ¿Qué está Pasando?
¿Está China Intentando Controlar África?
La pregunta de si China está intentando controlar África puede parecer una teoría de conspiración, pero en la práctica, es una cuestión con fundamentos y evidencia detrás. Durante los últimos años, China ha estado invirtiendo grandes cantidades de dinero en el continente africano. Sin embargo, este dinero no es una ayuda gratuita sino préstamos que han convertido a China en el mayor prestamista en África. En países como Kenia, China posee el 75% de toda su deuda bilateral. ¿Qué implica esto? Quién paga, manda. Y muchos países africanos, debido a estas deudas, podrían estar en una situación de dependencia hacia China.
El Comienzo: La Expansión Económica de China
La historia del control chino sobre África se remonta a los primeros años del nuevo siglo. En esos años, China crecía rápidamente y se había consolidado como la gran fábrica del mundo, acumulando enormes reservas extranjeras. En lugar de guardar este dinero, el gobierno chino decidió invertirlo en activos occidentales, como la deuda soberana de Estados Unidos. Sin embargo, la crisis financiera mundial de 2008 redujo los tipos de interés en Occidente, haciendo que estos bonos soberanos fueran menos rentables.
Ante este cambio, China comenzó a buscar nuevos destinos para sus inversiones. Fue entonces cuando percibieron una enorme oportunidad en África. Las autoridades chinas comprendieron que los países africanos podrían ser una mina de oro, no solo financieramente, sino también comercial, industrial y hasta políticamente.
La Nueva Ruta de la Seda
A partir de entonces, se puso en marcha un proyecto masivo de inversiones en África, parte de lo que se conoce como la Nueva Ruta de la Seda. Este proyecto buscaba levantar nuevas infraestructuras para expandir las relaciones comerciales de China a nivel mundial.
África, con sus vastos recursos naturales, se convirtió en un objetivo clave para esta estrategia. Recursos como el litio y el silicio, esenciales para las nuevas industrias chinas de microchips y energías renovables, son abundantes en África.
La «Trampa de la Deuda» China
Una de las grandes preocupaciones que surgen de esta relación financiera es la teoría de la «trampa de la deuda». Según esta idea, muchas de las deudas africanas con China están respaldadas por derechos de explotación de recursos naturales. Si un país como Kenia no puede devolver los préstamos, entonces China se queda con los recursos naturales del país.
Aunque esta situación podría considerarse legítima, muchos críticos señalan que China podría estar abusando de su posición. Muchos países africanos, ya endeudados y necesitados de financiación, no tienen acceso a préstamos baratos en Occidente, y terminan recurriendo a China. Estos países a menudo necesitan el dinero para infraestructuras, educación y energía, lo que perpetúa un ciclo de endeudamiento.
La Estrategia de China en África
China ofrece créditos e inversiones baratas a los países africanos, sin exigir las mismas garantías que otros prestamistas como el FMI o el Banco Mundial. No obstante, exigen recursos naturales como garantía en caso de impago.
Muchos sostienen que China otorga estos préstamos sabiendo de antemano que es poco probable que sean devueltos, permitiéndoles así controlar recursos naturales a largo plazo. A nivel político, los gobiernos que dependen del dinero chino suelen apoyar a China en foros internacionales, una relación que se puede describir como la «diplomacia de la deuda».
¿Una Relación Beneficiosa?
A pesar de las preocupaciones existentes, la pregunta es si esta teoría realmente se sostiene. La respuesta, en la mayoría de los casos, es que no es tan simple. China ha estado reduciendo sus inversiones en África desde 2016, pasando de prestar casi 30,000 millones de dólares en un solo año a menos de 5000 millones en 2020. Esto sugiere que la estrategia de control de los recursos africanos podría estar llegando a su fin.
Causas del Retroceso
Las empresas chinas que operan en África han estado perdiendo dinero. Un grupo de empresas chinas dedicadas a la construcción ha visto una reducción del 30% en sus ingresos desde 2015. Un claro ejemplo es el puerto de Hambantota en Sri Lanka, una inversión de más de 1300 millones de dólares que resultó ser un fracaso financiero.
Además, los estudios muestran que muchos de los préstamos chinos a países africanos no se han saldado de la manera esperada. En muchos casos, la deuda se perdona, se aplaza o se renegocia, lo que sugiere que China no ha obtenido los beneficios esperados.
Corrupción y Eficiencia
Otro factor importante es la corrupción y la ineficiencia. Los proyectos de la Nueva Ruta de la Seda han sido propensos a casos de corrupción, con una mayor probabilidad de sobrevaloración de la rentabilidad potencial y otros problemas legales. Las empresas chinas también se han visto cada vez más obligadas a contratar seguros más amplios contra el impago de deuda.
Proyectos a Gran Escala
Uno de los factores que ha dificultado el éxito de las inversiones chinas en África es el tamaño de los proyectos. Las empresas chinas han apuntado a proyectos más grandes de lo que podían manejar. Como resultado, la estrategia de Pekín ha comenzado a cambiar hacia proyectos más pequeños y sostenibles, bajo la etiqueta «Xiao Army» o «Pequeño y Bonito».
El Beneficio para África
A pesar de todos los desafíos, las inversiones chinas han tenido efectos positivos en muchos aspectos del desarrollo africano. Los préstamos chinos han ayudado a financiar infraestructuras críticas en todo el continente, contribuyendo al crecimiento económico en muchos países.
Debt Levels
Es crucial tener en cuenta que aunque China es el mayor prestamista bilateral en África, esto no significa que los países africanos estén abrumadoramente endeudados con China. El 60% de la deuda de los países subsaharianos es doméstica, y China representa solo alrededor del 6% de la deuda pública total de estos países.
¿Qué Nos Depara el Futuro?
La teoría de que china quiere controlar África a través de la deuda es más una exageración que una realidad. Las dificultades y la poca rentabilidad de los megaproyectos chinos explican el alejamiento de China del continente africano.
El futuro de las inversiones en África dependerá de la capacidad de los países africanos para manejar su deuda y continuar creciendo económicamente. La relación con China, aunque compleja, seguirá siendo un componente significativo del desarrollo africano en los años venideros.
¿Qué opinan ustedes? ¿China invirtió en África con intereses ocultos? ¿La caída de la inversión es culpa de África o de China? ¿Qué podemos esperar de los nuevos proyectos en los próximos años?