«Conoce a Saudi Aramco: La Gigante Energética y Empresa Más Valiosa del Planeta»
La Megacorporación que Controla el Petróleo Mundial: Saudi Aramco
Imagina una empresa cuya facturación anual supera la economía de la mayoría de los países del mundo. Una compañía que produce más del 10 % del petróleo mundial y controla la mayor cantidad de reservas de crudo conocidas, exceptuando a Venezuela. Esta entidad no es solo una idea hipotética; existe y su influencia puede superar la de cualquier gobierno. Esa empresa es Saudi Aramco, y recientemente ha salido a bolsa, generando una avalancha de titulares y análisis económicos.
El Gigante de Arabia Saudita
Saudi Aramco es la pieza central de la economía saudita, controlando prácticamente todos los yacimientos petroleros del país. Con un valor de mercado de casi $2 billones (2 trillones en términos anglosajones), Aramco no solo genera beneficios exorbitantes superiores a $100 mil millones al año, sino que sus ganancias anuales superan las de las cinco mayores petroleras privadas del mundo combinadas. Además, es uno de los mayores grupos petroquímicos y de refinación global.
El alcance de Aramco es tan vasto que sus decisiones afectan directamente la vida cotidiana de personas en todo el mundo, desde el precio de la gasolina hasta grandes decisiones económicas. Al asumir tanto control y generar enormes beneficios, la empresa se convierte en una fuerza económica con poder suficiente para influir en la economía global.
La Salida a Bolsa de Saudi Aramco
El 11 de diciembre de 2019, las acciones de Saudi Aramco comenzaron a cotizar en Tadawul, la bolsa de valores de Arabia Saudita, en lo que se convirtió en la mayor oferta pública inicial (OPI) de todos los tiempos. Aunque el gobierno saudí solo vendió el 1,5 % de las acciones, la operación recaudó $25.600 millones, fondos que serán destinados al Fondo de Inversión Pública con el objetivo de diversificar la economía del reino más allá del petróleo.
El éxito de esta salida a bolsa es crucial para Arabia Saudita. A diferencia de países como Kuwait, Catar o Emiratos Árabes Unidos, que poseen enormes reservas de dinero y una población pequeña, Arabia Saudita enfrenta desafíos económicos significativos debido a su creciente población y sus limitados recursos per cápita. Con el 40 % de su población menor de 25 años, el país debe buscar alternativas para asegurar su futuro económico.
Desafíos de una Economía Dependiente del Petróleo
Históricamente, el petróleo ha financiado grandes proyectos en Arabia Saudita, como construcciones urbanísticas, educación y atención sanitaria gratuita, empleos públicos y programas de ingresos garantizados. Sin embargo, mantener estos beneficios con una población cada vez mayor es complicado. De hecho, el gobierno saudita registra un déficit de casi $50 mil millones anuales, a pesar de los recortes y la implementación de nuevos impuestos.
Aquí entra en juego el príncipe heredero Mohamed bin Salman y su programa «Visión 2030». En enero de 2016, bin Salman anunció su plan de cotizar el 5 % de Aramco para financiar este programa, que busca reducir la dependencia del petróleo del país. Actualmente, casi el 70 % de los ingresos gubernamentales y el 80 % de las exportaciones de Arabia Saudita dependen del petróleo, y la actividad no petrolera también depende del gasto público financiado por el petróleo.
La Realidad de la OPI de Aramco
Aunque la OPI de Aramco se promocionó como un éxito, la realidad es más compleja. Inicialmente, bin Salman planeaba cotizar en grandes bolsas internacionales como Nueva York, Londres o Hong Kong y vender el 5 % de la compañía para recaudar $100 mil millones. Sin embargo, Aramco terminó cotizando en la bolsa saudita y vendiendo solo el 1,5 % de sus acciones, enfrentando numerosos desafíos.
Una de las grandes dificultades era la falta de transparencia requerida por las bolsas internacionales. Aramco, una de las empresas más opacas del mundo, habría tenido que cumplir con estrictas regulaciones para proteger a los inversores. Además, el mercado internacional no estaba dispuesto a pagar el valor que Arabia Saudita pedía, considerando los riesgos del control gubernamental autoritario y las tensiones en Oriente Medio.
El ataque a las instalaciones de Aramco en septiembre de 2019, que obligó al país a cerrar la mitad de su producción, demostró los riesgos inminentes. También, la empresa debe seguir financiando al gobierno a través de altos impuestos y dividendos, lo que cuestiona su estabilidad financiera.
La Inversión en Arabia Saudita: Un Riesgo Calculado
Finalmente, la OPI de Aramco se llevó a cabo principalmente dentro de Arabia Saudita. El gobierno, presionando a empresarios y aliados regionales, logró que compraran grandes cantidades de acciones. Los bancos dieron préstamos con tasas de interés bajas para fomentar la inversión, y se lanzó una agresiva campaña de publicidad.
Sin embargo, la dependencia del petróleo sigue siendo evidente. Aunque se pretendía atraer capital extranjero, la mayoría de las acciones siguen en manos sauditas. Esto refleja los desafíos de operar en un mercado estrechamente controlado por el gobierno.
¿Futuro Brillante o Nueva Etapa de Desafíos?
La historia de la OPI de Saudi Aramco subraya las complejidades de diversificar una economía tan dependiente del petróleo. El tiempo dirá si Arabia Saudita logra reducir su dependencia de esta materia prima y alcanzar sus ambiciosos objetivos de «Visión 2030». Mientras tanto, la pregunta persiste: ¿Estarías dispuesto a invertir en una empresa como Aramco?
Conclusión
La saga de Saudi Aramco es una ventana a los desafíos y riesgos de las economías dependientes del petróleo en un mundo donde la demanda está cambiando y nuevas tecnologías emergen. Desde la transparencia en la gestión hasta las tensiones geopolíticas, Aramco deberá navegar un camino lleno de incertidumbres. No obstante, su inmenso poder económico sigue siendo una fuerza global innegable.