«China y la Encrucijada Demográfica: La Política del Hijo Único Bajo el Microscopio»
El Retroceso Demográfico en China: ¿Un Obstáculo Irreversible?
El panorama del 2020 en China resultó ser más turbulento que la relación entre Iker Casillas y Joseph Mourinho. Además de enfrentar una desaceleración económica que ha llevado al país a registrar el menor crecimiento económico desde 1990, China ha recibido el golpe severo del coronavirus. Pero hay más amenazas en el horizonte que podrían cambiar por completo nuestras expectativas sobre la evolución geopolítica de este gigante asiático. Entre ellas, destaca un problema demográfico colosal que podría comprometer su estatus de superpotencia mundial: la política del hijo único.
El Nacimiento de una Política
En 1979, el gobierno chino implementó la política del hijo único como medida para controlar la explosión demográfica. En aquel entonces, la población se había disparado en casi 400 millones de personas en solo tres décadas. Los líderes comunistas temían que el crecimiento desproporcionado de la población impediría el desarrollo adecuado del país. Bajo esta política, a las familias se les permitía tener solo un hijo, aunque en algunas zonas rurales se permitían excepciones.
Esta drástica medida fue impulsada por una preferencia histórica por tener más mano de obra, promovida inicialmente por el gobierno de Mao en los años 60 durante la Gran Hambruna, causada por el «Gran Salto Adelante». Esta tragedia demográfica resultó en la muerte de más de 15 millones de personas, lo que llevó al gobierno a promover la natalidad a toda costa. La política del hijo único estuvo en vigencia por más de tres décadas, hasta su finalización en 2015.
Las Consecuencias Inesperadas
La política del hijo único tuvo consecuencias devastadoras e inesperadas. Durante su implementación, se estima que más de 360 millones de fetos y niños ya nacidos perdieron la vida, ya fuera para evitar las sanciones del gobierno o debido a la preferencia de tener hijos varones. En algunas regiones, la desproporción llegó a tal punto que había 125 hombres por cada 100 mujeres, la ratio más desigual del planeta. Este desequilibrio de género ha sido duramente criticado por organizaciones de derechos humanos y se convirtió en la operación de ingeniería social más grande jamás llevada a cabo.
La Situación Actual
En 2015, China puso fin a la política del hijo único, reconociendo el daño irreversible que causó. Pero, como Yi Fuxian, investigador de la Universidad de Wisconsin, ha señalado, podría ser demasiado tarde para revertir el daño. Un vistazo al cambio demográfico de China revela una alarmante pérdida de población. Mientras que la cantidad de niños menores de 14 años disminuye, la población mayor de 65 años crece de forma exponencial. También hay una disminución significativa en la población en edad de trabajar, que se reducirá en cerca de 200 millones de personas durante los próximos 30 años.
Impacto en la Economía
Esta inversión de la pirámide demográfica presenta serios problemas. La economía de China ha dependido en gran medida de su vasta mano de obra para mantener el crecimiento económico. Sin embargo, con una población trabajadora menguante y un aumento en la población dependiente, el panorama económico se torna sombrío. Muchos analistas creen que la desaceleración económica de China está estrechamente ligada a estos cambios demográficos. El país, todavía en vías de desarrollo, enfrenta una ardua tarea de intentar crecer rápidamente mientras lidia con estos desafíos.
Las empresas ya están sintiendo la presión. Un estudio realizado en 353 empresas en Sichuan reveló que casi el 58% de ellas tienen problemas para cubrir posiciones vacantes debido a la escasez de trabajadores. Tal vez por eso no sea sorprendente que China sea el líder mundial en robotización industrial, con más de 150,000 robots industriales en servicio. A través de la robotización, China espera multiplicar la productividad de sus trabajadores y mantener un buen nivel de vida a pesar de la disminución de la fuerza laboral.
¿Se Puede Solucionar el Problema Demográfico?
Aunque la utilización de robots puede mitigar algunos problemas, la pregunta sigue siendo: ¿tiene este problema una solución desde una perspectiva demográfica? Después de décadas de control de natalidad, las familias chinas ahora son apáticas a la hora de formar familias numerosas. Además, el mercado laboral intensivo y las largas jornadas de trabajo no hacen que tener hijos sea una opción atractiva.
Provincias chinas están comenzando a restringir el aborto y a implementar obstáculos para el divorcio, en un intento por revertir la baja natalidad. Sin embargo, imponer más regulaciones no garantiza que las familias decidan tener más hijos. Los altos costos de vida y la presión económica pueden disuadir aún más a las familias de ampliar su tamaño.
Futuro Demográfico y Geopolítico
El desafío demográfico de China podría tener un impacto significativo en sus ambiciones geopolíticas. Un país con una población en envejecimiento y una fuerza laboral reducida tendrá dificultades para mantener su ventaja económica y militar. Es vital que China encuentre formas innovadoras de abordar este problema, ya sea a través de incentivos para la natalidad, la mejora en la calidad de vida de sus ciudadanos o mediante avances tecnológicos.
El problema demográfico de China es un tema complejo con raíces profundas en la historia del país. Su impacto en la economía, la sociedad y la política mundial no puede subestimarse. Solo el tiempo dirá si las medidas que tome el gobierno chino serán suficientes para mitigar esta crisis o si tendrán que enfrentar las duras consecuencias de sus decisiones pasadas.
En definitiva, es fundamental que tanto los gobiernos como los ciudadanos globales presten atención a estos cambios y reflexionen sobre sus implicaciones futuras. La lucha de China contra su problema demográfico no solo moldeará el destino del país, sino que también influirá en el equilibrio del poder global.