4 Motivos Principales por los que Ir al Médico en EE.UU. Es Tan Costoso
La Sanidad en Estados Unidos: ¿Por Qué es Tan Cara?
La sanidad en Estados Unidos es conocida por ser una de las más costosas del mundo. Para poner esto en perspectiva, echemos un vistazo a cuánto gasta en promedio cada persona en servicios de salud en diferentes países de la OCDE. La diferencia entre Estados Unidos y el resto de los países occidentales es abrumadora. Mientras que un ciudadano medio de la República Checa o España gasta unos 4.000 dólares al año en servicios médicos, un estadounidense promedio desembolsa más de 12.000 dólares anuales, es decir, tres veces más.
Podría imaginarse que este elevado gasto implicaría una mejor calidad en los servicios de salud estadounidenses, pero no hay indicios sólidos que respalden esta suposición. Estados Unidos tiene una esperanza de vida cuatro años menor que la de Canadá y una tasa de mortalidad infantil más alta en comparación con otros países del Atlántico Norte. Aunque diversos factores pueden influir, los beneficios de tal gasto no parecen ser claramente visibles. Entonces, ¿qué hace que la sanidad estadounidense sea tan costosa?
El Sistema de Seguros Médicos: Un Factor Clave
En Estados Unidos, alrededor del 85.3% de todo el gasto sanitario se canaliza a través de seguros médicos. Esto significa que cuando alguien va al médico, la factura no necesariamente sale de su bolsillo, sino del seguro. Este aspecto del sistema tiene un impacto significativo en los costes.
Una comparativa entre Estados Unidos y Canadá muestra que los primeros tienen un mayor número de máquinas de diagnóstico y un mayor número de medicinas prescritas por año. Esta sobreutilización de servicios médicos contribuye en gran medida al alto coste de la sanidad en el país. Como los ciudadanos no tienen que preocuparse mucho por la factura debido a los seguros, no hay mucho incentivo para negociar precios ni para cambiar de hospital en busca de mejores tarifas. Este comportamiento es aprovechado por los hospitales que cobran por cada procedimiento realizado, incluso si no es necesario.
El Impacto de la Burocracia y la Regulación
El sistema sanitario estadounidense está sumamente burocratizado y las regulaciones juegan un papel importante en su elevado coste. Por ejemplo, muchos estados requieren un «certificado de necesidad» para abrir nuevos hospitales u ofrecer ciertos servicios sanitarios. Este requisito actúa como una barrera de entrada, protegiendo a las empresas sanitarias actuales de potenciales competidores. En los estados que requieren este certificado, hay menos hospitales por persona, menos camas disponibles por hospital y un aumento significativo en los costos médicos.
Además, la burocracia relacionada con la gestión de seguros médicos y los protocolos estatales y federales son abrumadores. Esto no solo hace que entrar en el mercado sea complicado, sino que también incrementa los costos administrativos a niveles exorbitantes. En algunos hospitales, hay más personas trabajando en la administración que camas disponibles para pacientes.
La Escasez de Profesionales Médicos
A pesar de los elevados salarios que reciben los médicos en Estados Unidos, el país enfrenta una escasez significativa de profesionales médicos. Las trabas burocráticas también dificultan la entrada de médicos extranjeros, quienes deben enfrentar un complejo proceso de certificación. Además, los estrictos requisitos académicos y de experiencia para convertirse en médico en Estados Unidos desincentivan a muchos jóvenes de seguir esta carrera.
La demanda de servicios médicos ha superado la oferta, y se espera que la situación empeore. La Asociación de Universidades Médicas de los Estados Unidos estima que para el año 2034, la nación necesitará alrededor de 124,000 sanitarios más para hacer frente a la demanda creciente.
El Rol del Gobierno en la Sanidad
El gasto sanitario en Estados Unidos no es solo una cuestión de seguros privados. El Gobierno Federal también invierte ingentes cantidades en programas de salud públicos como Medicare y Medicaid. Sin embargo, aunque el gobierno gasta más del 30% del total del gasto sanitario, tiene prohibido por ley negociar precios con las farmacéuticas para reducir el coste del gasto sanitario, lo cual contribuye a los altos precios.
Además, muchos hospitales se encuentran en manos de pocas empresas que dominan el mercado en varias regiones, lo que les permite fijar precios elevados sin mucha competencia. Aunque más del 20% de los hospitales en Estados Unidos son públicos, en algunos estados y ciudades no hay hospitales públicos, lo que limita aún más las opciones para los ciudadanos y mitiga el poder de negociación del gobierno.
Concluyendo: Factores que Elevan el Coste de la Sanidad
Los elevados costes de la sanidad en Estados Unidos pueden atribuírseles a varios factores interrelacionados:
- Sistema de Seguros: El sistema incentiva a los hospitales a realizar procedimientos adicionales innecesarios, obteniendo más ingresos y elevando los costos.
- Regulación Inadecuada: La prohibición del gobierno de negociar precios con las farmacéuticas impide la reducción de costos.
- Burocracia: Un extenso papeleo y procesos administrativos contribuyen a un cuarto del gasto total en sanidad.
- Falta de Personal Médico: Una insuficiencia de médicos y un sistema educativo que no produce suficiente personal sanitario agravan la situación.
- Limitaciones en Competencia: La necesidad de certificados para abrir nuevos hospitales y la dominación del mercado por parte de pocas empresas limitan la competencia.
¿Puede Estados Unidos Encontrar una Solución?
Los problemas en el sistema sanitario de Estados Unidos son profundos y multifacéticos. Soluciones a corto plazo pueden involucrar la modificación de reglamentaciones para facilitar la competencia, incentivar a más jóvenes a estudiar medicina y permitir que el gobierno negocie precios con las farmacéuticas. Sin embargo, cambios estructurales de esta magnitud requerirán una voluntad política significativa y un enfoque coordinado. En cualquier caso, los Estados Unidos necesita encontrar una forma de reformar su sistema increíblemente costoso para finalmente proporcionar una mejor calidad de servicios médicos a un precio razonable para todos sus ciudadanos.