¿Qué Implica Heredar $15 Mil Millones en Corea del Sur?
El Paradojal Caso de LEE KUN HEE: Vivo y Muerto a la Vez
Imagina un escenario donde alguien es a la vez vivo y muerto. Suena como una paradoja sacada de la física cuántica, pero en realidad estamos hablando del presidente de Samsung, LEE KUN HEE. Durante cuatro años, ha permanecido recluido en un hospital surcoreano sin que nadie tenga claro su estado vital real. Nos encontramos, pues, ante un caso real que recuerda al famoso Gato de Schrödinger. Pero, ¿quién es LEE KUN HEE y por qué su situación es tan crítica?
¿Quién es LEE KUN HEE?
LEE KUN HEE es el presidente de Samsung y uno de los hombres más ricos del mundo. Su fortuna pasará, eventualmente, a su hijo, quien heredará entre 10,000 y 15,000 millones de dólares. Sin embargo, este herencia también viene con una pesada carga: el 65% de esa cantidad deberá ser pagada al Estado surcoreano en concepto de impuestos. Este alto porcentaje provoca una paradoja legal y financiera que hace que mantener a LEE KUN HEE en un estado de «vida suspendida» sea, para su familia, una decisión lógica.
La Dualidad de la Riqueza
El dinero afecta a las personas de maneras distintas. Algunos, como Kanye West y Kim Kardashian, optan por gastarlo en lujos suntuosos como baños de oro. Otros, como los ultrarricos, lo amasan hasta crear fortunas gigantescas. En 2017, el número de personas con más de mil millones de dólares llegó a 2,754 en todo el mundo, en gran parte gracias al aumento del número de mil millonarios en países emergentes como China y Vietnam.
Pero, ¿es esto algo positivo o negativo? Según el economista marxista Gabriel Zuckman, los ultrarricos son un problema serio porque destruyen la movilidad social. Esto crea un entorno donde la riqueza se perpetúa en manos de una élite, socavando el sueño de que cualquiera, con suficiente esfuerzo, puede alcanzar la riqueza.
Impuestos a la Riqueza: ¿Solución o Problema?
Una de las propuestas más comunes para combatir esta injusticia es aplicar impuestos a la riqueza, un tipo de gravamen que no se basa en los ingresos de una persona sino en su patrimonio total. Por ejemplo, Bill Gates tiene un patrimonio valuado en aproximadamente 103,000 millones de dólares, pero no los tiene en efectivo; su fortuna está distribuida en activos como propiedades, obras de arte y, principalmente, acciones de Microsoft.
En este contexto, algunos países europeos como Suiza, Bélgica, Noruega y España ya han adoptado impuestos similares. Sin embargo, otra forma de aplicar impuestos a los ricos es a través de los impuestos de sucesiones, que se cobran sobre las herencias recibidas. Estos impuestos también pueden ser increíblemente complejos y gravosos, sumergiendo a los herederos en dilemas éticos y financieros nada envidiables.
El Caso de Samsung y los Chaebols
Corea del Sur es un país notablemente próspero donde la mayoría de las grandes fortunas son heredadas, lo que se debe en gran medida a los chaebols: conglomerados empresariales controlados por familias, como es el caso de Samsung. Cuando el actual presidente de Samsung, LEE KUN HEE, fallezca, su hijo LEE JAE-YONG heredará su posición junto con una montaña de activos. Sin embargo, este legado viene con una trampa financiera muy específica y preocupante.
El impuesto de sucesiones en Corea del Sur es uno de los más altos del mundo, llegando hasta el 65%. Esto significa que LEE JAE-YONG, al recibir la herencia, tendrá que pagar una cantidad enorme en impuestos, la cual probablemente exceda su capacidad de pago en efectivo. El resultado es que tendrá que vender una cantidad significativa de acciones de Samsung para cubrir esta obligación, lo que podría desencadenar una caída en los precios de las acciones y, consecuentemente, un deterioro en su control sobre la empresa.
El Dilema del Éxito Financiero
A medida que las acciones de Samsung siguen aumentando de valor, LEE JAE-YONG se encuentra en una situación cada vez más complicada. En un contexto donde el gobierno surcoreano no está dispuesto a facilitar acuerdos flexibles de pago, la situación legal y financiera del heredero se torna insostenible. Además, el reciente aumento del valor de las acciones de Samsung sólo agrava el problema, ya que un «paquete de acciones» tan grande y repentino probablemente hará que los precios se desplomen.
En este escenario, LEE KUN HEE sigue en el hospital, técnicamente vivo, lo que permite que la crisis financiera que su herencia traería se postergue indefinidamente. Mientras tanto, su hijo lucha en una batalla cuesta arriba para mantener el control de la empresa y buscar acuerdos con el gobierno actual, pese a las tensas relaciones marcadas por casos de corrupción pasados.
Impuestos de Sucesiones: Efectividad y Desigualdad
La pregunta de si los impuestos de sucesiones funcionan o no es complicada. Corea del Sur, a pesar de tener uno de los impuestos de sucesiones más altos del mundo, no es significativamente menos desigual que otros países con impuestos más bajos. El índice de Gini, que mide la desigualdad, coloca a Corea en una posición mediana cuando se compara con países más igualitarios como Alemania o el Reino Unido.
Entonces, ¿realmente estos impuestos ayudan a reducir la desigualdad? La respuesta es, hasta ahora, incierta. Las teorías más influyentes del momento, como las de Gabriel Zuckman, sugieren que estos gravámenes pueden tener beneficios, pero su efectividad práctica está aún en tela de juicio.
Conclusión: El Equilibrio Entre Justicia y Pragmática
El dilema ético y financiero tras el caso de LEE KUN HEE y Samsung ejemplifica la complejidad de imponer impuestos a la riqueza. Mientras algunos ven en estos impuestos una forma de asegurar la movilidad social y reducir la desigualdad, otros los consideran un castigo injusto para los herederos, sobre todo cuando estos herederos no poseen la liquidez necesaria para pagar cantidades exorbitantes de dinero.
¿Deberíamos imponer impuestos a la riqueza? ¿Es el alto impuesto de sucesiones una manera justa de equilibrar las diferencias socioeconómicas? Estas preguntas no tienen respuestas fáciles, y las decisiones políticas al respecto deben sopesarse con sumo cuidado.