¿El Fin del Reinado del PETRÓLEO en ARABIA SAUDÍ? ¡Lo que Debes Saber!
El Resurgimiento del Fútbol en Arabia Saudí: Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y la Ambiciosa Transformación del Reino
Durante años, Cristiano Ronaldo y Karim Benzema conformaron uno de los dúos más letales del fútbol mundial vistiendo la camiseta del Real Madrid. Sin embargo, los tiempos han cambiado y estos astros del balón ahora compiten como rivales en una liga inesperada: la Liga Profesional Saudí. Cristiano Ronaldo defiende los colores del Al Nassr, mientras que Karim Benzema porta el estandarte del Al Ittihad. Estos fichajes no solo han elevado el perfil del fútbol en Arabia Saudí, sino que también son reflejo de una estrategia mayor diseñada por el reino árabe para reposicionarse en el escenario global.
Millonarias Adquisiciones y la Creciente Relevancia de la Liga Saudí
La noticia de que Cristiano Ronaldo fichó por un club saudí por 75 millones de dólares al año fue solo el principio de una serie de movimientos colosales en el mercado de fichajes. La liga saudí ha experimentado un crecimiento asombroso en términos financieros y de estatus, atrayendo a nombres como Neymar, Sadio Mané, N’Golo Kanté y Jordan Henderson. En el verano de 2023, los equipos saudíes desembolsaron casi 500 millones de dólares en fichajes, cifra que sitúa a su liga entre las más importantes del mundo en términos de inversión.
Este repentino interés en el deporte no se limita únicamente al fútbol. Los saudíes han extendido sus tentáculos financieros a otros deportes y espectáculos. Por ejemplo, el golfista español Jon Rahm ha aceptado una oferta de 500 millones de dólares para unirse al circuito LIV Golf, lo que incluye un jet privado y 10 empleados a su disposición. Esto marca un cambio radical en un país que hasta hace pocos años era conocido por su conservadurismo extremo y políticas restrictivas.
Desde la Prohibición Cultural a una Nueva Era de Entretenimiento
Así como el fútbol y otros deportes han visto un repunte de interés, también lo ha hecho el sector del entretenimiento. Hasta hace unos pocos años, eventos como conciertos públicos y proyecciones de cine estaban prácticamente prohibidos en Arabia Saudí. Hoy en día, la capital, Riad, acoge grandes acontecimientos de música tecno y festivales de cine. Este cambio forma parte de un esfuerzo más amplio por transformar la imagen del reino y diversificar su economía, hasta ahora, muy dependiente del petróleo.
La Privatización de Saudi Aramco: Una Jugada Maestra
Quizás uno de los movimientos más audaces ha sido la venta parcial de Saudi Aramco, la mayor petrolera del mundo y la joya de la corona de la economía saudita. Esta empresa, nacionalizada en los años 70 y valorada en más de 2 billones de dólares, comenzó a privatizarse a finales de 2019 cuando el gobierno vendió un 5% de la compañía por 25,000 millones de dólares. Más recientemente, se rumorea que planean vender otros 50,000 millones. Este acto es comparable a vender la Torre Eiffel, el Louvre y el Arco del Triunfo en un solo paquete si lo trasladamos al contexto francés.
El Declive del Dominio Petrolero
Arabia Saudí produce entre 9 y 12 millones de barriles de petróleo al día, cantidad que parecía suficiente para sostener su economía hasta hace poco. Sin embargo, con una población de 37 millones, la cual ha crecido enormemente desde los años 80, esta cantidad de crudo ya no es suficiente. Como contraste, Kuwait produce significativamente menos petróleo pero, al tener una población menor, su producción per cápita es mucho más alta.
Esa dependencia del petróleo ha empezado a mostrar sus limitaciones. Desde la crisis del petróleo de 1973, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) había dominado el mercado global, imponiendo límites de producción para maximizar precios y beneficios. Pero la irrupción del ‘fracking’ en países como Estados Unidos ha reducido la influencia de la OPEP. La creación de la OPEP Plus, que incluye a Rusia, ha sido una tentativa para recapturar control, pero no ha sido suficiente. Los nuevos métodos de extracción en países no miembros han hecho que la cuota de mercado de la OPEP disminuya, provocando un impacto considerable en la economía saudí.
Fracaso en la Política de Reducción de Producción
Desde mediados de 2022, Arabia Saudí ha intentado reducir su producción para elevar los precios del crudo, pero ha fracasado. Estados Unidos ha incrementado su producción, haciendo ineficaces los recortes saudíes. Esta situación ha llevado a una caída en los precios y a una contracción económica significativa para el país árabe. En 2023, su economía entró en recesión con una tasa de crecimiento negativa.
Plan Visión 2030: El Camino hacia la Diversificación
Para sortear estos desafíos y reducir la dependencia del petróleo, el príncipe heredero Mohamed Bin Salman introdujo en 2016 el plan Visión 2030. Este plan consiste en una serie de estrategias audaces para transformar y modernizar la economía saudí, con un gasto proyectado de 3 billones de dólares hasta el año 2030. La meta es convertir a Arabia Saudí en un hub mundial de alta tecnología y un destino turístico de primer nivel. Algunos de los proyectos más grandes incluyen Neom, una ciudad futurista alimentada por energía renovable, y Sindala, una isla artificial de lujo dedicada a la élite internacional.
Transformando la Infraestructura y Atraer Inversión Extranjera
Además de megalómanos proyectos, el gobierno saudí está destinando capital a la mejora de su infraestructura, como la construcción de un nuevo macroaeropuerto en Riad con capacidad para 120 millones de pasajeros anuales. También se está estableciendo una nueva aerolínea nacional, Riyadh Air, que promete convertirse en la nueva Emirates. Estas inversiones son parte de un esfuerzo mayor para atraer inversión extranjera, algo que hasta ahora había sido un terreno complicado.
Varias empresas internacionales han comenzado a invertir en Arabia Saudí. Lucid Motors, una competencia de Tesla, ha anunciado la fabricación de vehículos eléctricos en el país. Oracle y Microsoft también han anunciado inversiones multimillonarias, y la cadena Hilton planea abrir 50 nuevos hoteles en los próximos años.
El Deporte como Elemento Clave para Mejorar la Imagen y Reputación
Este gran proyecto de transformación tiene también un componente notable en el deporte. Arabia Saudí está utilizando el deporte como una herramienta para mejorar su imagen mundial. La adquisición de grandes nombres del fútbol y la organización de torneos internacionales fomenta una percepción más positiva del país. Además, al albergar eventos de gran escala como la Copa Asiática de 2027 y la posible candidatura para los Juegos Olímpicos de 2036, Arabia Saudí busca posicionarse como un destino atractivo tanto para turistas como para inversores.
El Desafío del Plan: Una Apuesta a Todo o Nada
El plan Visión 2030 es ambicioso y conlleva un alto riesgo. Con inversiones masivas y un déficit fiscal creciente, el futuro económico del país podría verse comprometido si estas iniciativas no rinden los resultados esperados. La historia muestra que los gobiernos suelen tener dificultades para dirigir proyectos empresariales exitosos, aunque hay excepciones en la región árabe. Si el plan funciona, Arabia Saudí podría salir de su estancamiento económico y reducir su dependencia del petróleo. Sin embargo, si fracasa, el país podría enfrentarse a una crisis económica y social significativa.
Un Futuro Prometedor… O una Incógnita
Arabia Saudí se encuentra en un momento crítico de su historia. Mientras que sus movimientos audaces en los deportes, la cultura y la economía podrían reconfigurar su posición global, los desafíos son igualmente significativos. Todo dependerá de la ejecución del plan Visión 2030 y de la capacidad del país para adaptarse y responder a los cambios económicos, tecnológicos y sociales que se avecinan.
Solo el tiempo dirá si estas estrategias portentosas llevarán a Arabia Saudí a un nuevo amanecer económico o si se convertirán en otro capítulo en la narrativa de las naciones que soñaron grande pero cayeron corto. Lo cierto es que, actualmente, el reino no muestra ningún signo de querer dar marcha atrás en su búsqueda de un futuro renovado y diversificado.