Los Secretos que Mantienen al Régimen Bolivariano en el Poder en Venezuela
La Democracia Venezuela: Un Análisis Crítico
El 6 de diciembre de 2020, se celebraron elecciones legislativas en Venezuela. Sin embargo, más que una elección genuina, lo que se presenció fue una gran parodia, una engañosa puesta en escena que culminó en una absoluta estafa. El partido oficialista de Nicolás Maduro consiguió la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, un logro que tiene menos validez que un boleto de lotería al que ya se le conocen todos los números ganadores. No, no es una exageración. Este asunto trasciende más allá de ideologías de izquierda o derecha; incluso la Internacional Socialista calificó de ilegítimas las elecciones organizadas por el régimen de Maduro.
El Engaño de las Elecciones
La Internacional Socialista, que rara vez se alinea con las denuncias de la derecha internacional, expresó su resuelto apoyo y solidaridad con el pueblo venezolano y sus fuerzas democráticas, cuyos derechos y libertades fueron gravemente vulnerados una vez más. Según el Consejo Nacional Electoral bolivariano, apenas votó más del 30% de los venezolanos con derecho a voto. Pero eso no es todo, el Observatorio contra el Fraude redujo esta cifra a alrededor del 20%, y la Mesa de la Unidad Democrática la situó en poco más del 15%. En última instancia, el partido de Maduro se hizo con la mayoría parlamentaria con el respaldo de apenas entre el 11% y el 20% de los venezolanos.
Manipulación y Control del Régimen
La realidad de estas elecciones estuvo marcada por numerosas irregularidades y fraudes. Muchos partidos de la oposición, incluidos los dirigidos por Juan Guaidó, fueron intervenidos por la justicia bolivariana, que puso a personas «más cómodas» para el régimen en la dirección de estos partidos. Además, la composición del Consejo Nacional Electoral fue elegida irregularmente por el gobierno de Maduro. Algunas circunscripciones incluso votaron a mano alzada, y se alteró la composición de la Asamblea Nacional para favorecer a distritos controlados por el régimen.
El Contexto Político y Social de Venezuela
Visual Político ha analizado en múltiples ocasiones la realidad venezolana. Aunque parece que el país ha desaparecido de los titulares globales, la situación sigue siendo tan crítica como siempre, si no peor. Este artículo examina cómo funciona realmente el Estado de derecho y la democracia en Venezuela, descubriendo cómo el chavismo ha convertido la democracia en una mera palabra decorativa.
Torturas y Ejecuciones
El informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, realizado entre 2018 y 2019, reveló una serie de atroces violaciones a los derechos humanos por parte del régimen de Maduro. Las conclusiones del informe denunciaron torturas y ejecuciones, que se han mantenido incluso después de la publicación del documento.
Bachelet denuncia más de 2,000 ejecuciones extrajudiciales en Venezuela en 2020. La Organización de Estados Americanos (OEA) ha documentado más de 18,000 ejecuciones extrajudiciales, más de 15,500 casos de detención y privación arbitraria de libertad, 724 desapariciones forzadas y cientos de casos de torturas, incluso violencia sexual, entre 2018 y 2019. Estos informes son devastadores y muestran la magnitud de la represión y la violencia en el país.
Órganos Represivos del Estado
El Serviciode Inteligencia Venezolano, la Guardia Nacional Bolivariana y la Dirección General de Contrainteligencia Militar son señalados como responsables directos de prácticas regulares de tortura, incluyendo electrocución, asfixia, privación de agua y comida, entre otras. Las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) han sido imputadas por crear auténticos escuadrones de la muerte, realizando incursiones en las casas de opositores y cometiendo atrocidades con total impunidad.
Estructuras Paramilitares
El régimen también ha creado unidades paramilitares de inteligencia y defensa utilizando civiles. A través de estructuras locales como los Consejos Comunales, las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez y las Redes de Articulación y Acción Social (RAAS), estos paramilitares actúan paralelamente al Estado pero directamente a su servicio.
Control y Chantaje Económico
El gobierno venezolano controla los medios de comunicación y utiliza programas sociales, como el de distribución de alimentos mediante Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), como herramientas de control y chantaje. Las personas deben estar inscritas en la lista de distribución, la cual es gestionada por estructuras locales del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Esto significa que quienes quieran recibir ayudas deben mantenerse callados y no manifestarse contra el gobierno.
La difícil situación económica complica aún más las cosas. Las Naciones Unidas han constatado que muchas personas apenas pueden comer una vez al día, y más de cuatro millones y medio de venezolanos ya sufren problemas de desnutrición. No acceder a estos programas puede acarrear graves consecuencias.
Una Cuestión de Supervivencia
El régimen se sostiene gracias al control absoluto sobre todos los aspectos de la sociedad. La represión, la censura informativa, la persecución de la disidencia, la crisis económica, sanitaria y la falta de alimentos y medicinas son evidentes. Diversos informes internacionales han comprobado oficialmente la situación en Venezuela: torturas, ejecuciones extrajudiciales, y un clima de violencia y miseria incontrolable son la norma.
La Respuesta Internacional
Organismos internacionales como las Naciones Unidas, Human Rights Watch y la OEA han denunciado estos abusos. Sin embargo, este reconocimiento no se ha traducido en cambios significativos para una población que vive bajo un régimen dictatorial inflexible.
La Salida del País
La pobreza va en aumento, la hiperinflación es incontrolable y el desabastecimiento de productos básicos es alarmante. En octubre de 2020, se calculó que más de 5.5 millones de venezolanos han abandonado el país en los últimos años, una cifra que equivale a una de las mayores crisis migratorias del mundo.
Conclusión: Un Futuro Incierto
El régimen de Nicolás Maduro ha convertido a Venezuela en una dictadura, destrozando la vida de millones de personas y aniquilando la de miles de venezolanos. La represión, el control social y el colapso económico impiden cualquier atisbo de democracia verdadera.
A pesar de la terrible situación en Venezuela, la realidad es que encontrar una solución es una tarea extremadamente compleja. Las preguntas quedan en el aire: ¿Qué debería ocurrir en Venezuela para que las cosas cambien? ¿Cómo se podría derrocar al régimen de Maduro sin causar más daño al pueblo venezolano?
Es un debate abierto y necesario para encontrar caminos que permitan una transición pacífica y restaurar la democracia en Venezuela. Sabemos que la situación es desoladora, pero la esperanza y la lucha por la libertad y la justicia deben mantenerse vivas.