¿Por qué los Saudíes están Invirtiendo en Mezquitas en Chechenia? Motivos y Perspectivas.

El Conflicto Entre Talibanes y Salafistas: Una Nueva Amenaza

¿Sabías que los talibanes en Afganistán tienen un nuevo enemigo interno? ¡Sí, los salafistas! Aunque ambos grupos profesan el Islam Sunita y son extremistas, las diferencias entre ellos han resultado en una tensión creciente. A pesar de sus creencias religiosas compartidas, las distinciones en sus enfoques hacia la interpretación de los textos sagrados y sus alianzas pasadas han llevado a un nuevo nivel de conflicto.

La Divergencia en la Interpretación de los Textos Sagrados

Dentro del Islam, existen cuatro escuelas jurídicas distintas. Los talibanes siguen la escuela hanafi, que permite la interpretación de los textos sagrados utilizando la razón y la opinión. Por otro lado, los salafistas son aún más radicales, insistiendo en que los textos sagrados no deben ser alterados ni en la última coma. Esta diferencia fundamental en la interpretación ha sido suficiente para sembrar la discordia entre ambos grupos.

La Alianza Pasada y el Conflicto Actual

Durante la guerra de Afganistán, los talibanes y los salafistas formaron ciertas alianzas, especialmente con Al Qaeda, un grupo terrorista de confesión salafista. Sin embargo, con la retirada de Estados Unidos, estos enfrentamientos han resurgido. Aunque los salafistas son una minoría en Afganistán, en parte gracias a la opresión talibán, la tensión sigue presente, recordándonos que Afganistán está lejos de ser un paraíso de tolerancia religiosa.

El Auge del Salafismo Global

El salafismo, una rama del Islam de rápido crecimiento, ha estado expandiéndose por el mundo durante décadas. Gran parte de esta expansión se debe al apoyo financiero de Arabia Saudita. Este país no solo financia mezquitas radicales en Occidente, sino que también está extendiendo el salafismo por todo el mundo musulmán. Incluso países musulmanes moderados están sucumbiendo al radicalismo salafista.

¿Por Qué es Atractivo el Salafismo?

El salafismo tiene varios atractivos que explican su rápida expansión. Primero, está el músculo financiero de Arabia Saudita. Además, ofrece una interpretación rígida y, para algunos, pura del Islam, que puede ser atractivo en tiempos de incertidumbre y desestabilización. También proporciona una estructura social y educativa, especialmente en áreas afectadas por la guerra y la pobreza.

Historia del Salafismo

El salafismo encuentra sus raíces en el Irak del siglo IX. La palabra «Salaf» se refiere a los estudiosos del Islam después de la muerte de Mahoma. Estos estudiosos defendían que los textos sagrados del Islam no podían ser reinterpretados. En el siglo XVIII, AL-WAHHAB, un clérigo que predicaba estas ideas, convirtió al jefe tribal más importante de la zona. Este tipo de visión rígida se consolidó aún más con el descubrimiento de petróleo en Arabia Saudita en los años 30 del siglo XX, lo que proporcionó los recursos necesarios para propagar esta ideología.

Salafismo y Yihadismo: Dos Caras de la Misma Moneda

El problema con la expansión del salafismo es que dentro de esta corriente existen facciones que predican la violencia, conocida como yihadismo. La yihad tiene dos niveles: la Yihad Menor, que es la lucha contra el infiel a menudo mediante métodos violentos, y la Yihad Mayor, una lucha interna para controlar los propios deseos y ser fiel al Corán. En muchos casos, los discursos sobre la yihad no necesariamente implican violencia, pero es un término que sigue siendo mal interpretado en Occidente.

La Expansión Fallida del Salafismo

Aunque el salafismo ha intentado expandirse políticamente, ha fracasado en varias ocasiones. Por ejemplo, en Argelia y durante la guerra de Afganistán, el salafismo no logró obtener poder significativo. Ni siquiera las revueltas de la Primavera Árabe en Túnez y Egipto lograron cambiar el panorama político a favor del salafismo. Sin embargo, esto no ha detenido al movimiento de tratar de ganar terreno en otras partes del mundo.

Cómo se Financia el Salafismo

Arabia Saudita es un gran financiero del salafismo, pero no es el único. La financiación también proviene de ONGs islámicas y, sorprendentemente, de la sociedad civil. Banqueros, empresarios y otros individuos con altos sueldos dirigen gran parte de sus recursos hacia la construcción de mezquitas y centros educativos salafistas en lugar de en lujos personales. Esto demuestra que, aunque la Casa Real Saudí y los salafistas «true» tengan diferencias, la religión está por encima de los intereses individuales.

El Caso de Chechenia

Chechenia ofrece un ejemplo claro de cómo el salafismo puede ganar tracción en un territorio devastado por la guerra y la pobreza. Tras la primera guerra ruso-chechena, los salafistas encontraron una oportunidad para extender su influencia a través de mezquitas y escuelas financiadas por Arabia Saudita, Qatar y Kuwait. En estas instituciones, no solo se enseñaba religión, sino también se proporcionaba una cobertura social y educativa, haciendo que el salafismo pareciera una salvación en tiempos difíciles.

La Amenaza en Asia Central

El salafismo no solo se ha expandido en Chechenia, sino también en Asia Central, específicamente en Tayikistán y Kirguistán. En estos países, alrededor del 30% de la población apoya el salafismo, lo que representa a más de 4 millones de personas. Aunque no todos son violentos, la presencia de grupos como el Movimiento Islámico de Uzbekistán es preocupante. Otros, como el partido político Hizb ut-Tahrir, ganan influencia principalmente por su discurso anticorrupción, que resuena bien en poblaciones cansadas de gobiernos corruptos.

¿Cómo Combatir el Salafismo?

El mundo se ha unido para luchar contra el salafismo yihadista, enfocándose en los terroristas. Sin embargo, el número de víctimas de estos grupos es impresionante, con más de 54,000 vidas perdidas entre 2002 y 2014. Aunque casi todas estas víctimas estaban en países musulmanes, los ataques en Europa también han sido numerosos, demostrando el alcance global de esta amenaza.

La Batalla Cultural Dentro del Islam

El mundo musulmán también está luchando contra el salafismo a través de una batalla cultural. Grupos como Nahdatul Ulama en Indonesia trabajan para desmentir el discurso salafista, promoviendo interpretaciones más moderadas del Islam. Aun así, algunas de estas organizaciones pueden ser radicales, y los gobiernos deben manejar el equilibrio entre combatir la radicalización y respetar las creencias religiosas.

El Futuro del Salafismo

Mientras que combatir al terrorismo yihadista ha mostrado cierta eficacia, la lucha contra el salafismo como doctrina religiosa es mucho más compleja. En el horizonte cercano, la estrategia más viable parece ser enfocarse en las células terroristas, dejando la religión a un lado. Sin embargo, reducir el número total de atentados terroristas en un 60% desde 2014 muestra que los esfuerzos coordinados están teniendo algún éxito.

La pregunta ahora es si debemos hacer más para presionar a países como Arabia Saudita para que dejen de financiar a grupos salafistas yihadistas. Es un desafío constante, pero los logros recientes dan alguna esperanza de que un enfoque persistente pueda cambiar la marea.

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