¿Por Qué Estados Unidos Está Abandonando el Libre Comercio?

Proteccionismo Made in America: La Revolución Comercial de Estados Unidos

Introducción

Con un Producto Interno Bruto cercano a los 24 billones de dólares, Estados Unidos se posiciona como la economía más importante del mundo. Su tamaño monumental le permite representar casi una cuarta parte del PIB mundial. Esta superpotencia económica consume más productos que cualquier otro país, convirtiéndola en el mercado más codiciado y lucrativo del planeta. Pero, ¿qué tan realmente abierto está Estados Unidos al comercio internacional? ¿Qué papel juega en el sistema de comercio global? Y, ¿cómo afecta la última apuesta de la Administración Biden en su integración con América Latina? En este artículo, exploraremos estas preguntas, desglosando la historia, presente y futuro del comercio estadounidense.

Un Vistazo al Pasado: Del Aislacionismo a la Rivalidad con Moscú

El comercio global no es una novedad. Los seres humanos hemos intercambiado bienes y servicios durante toda nuestra historia. Sin embargo, la integración mundial mediante redes comerciales y cadenas de producción internacionales es un fenómeno más reciente. Los primeros acuerdos de libre comercio entre países datan de 1860. Uno de los más destacados fue el Tratado de Cobden-Chevalier entre el Imperio Británico y Francia.

Décadas después, tras la Primera Guerra Mundial y el Tratado de Versalles de 1919, se integró el comercio como clave para la prosperidad global. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría afectaron significativamente estas dinámicas. Estados Unidos, en su lucha contra la Unión Soviética, promovió el libre comercio, aunque también mantuvo medidas proteccionistas en sectores estratégicos. La gran explosión del comercio mundial no llegaría hasta los años 90 y principios del siglo XXI, un proceso no necesariamente liderado por Estados Unidos.

El Rol de Estados Unidos en el Comercio Internacional

Durante décadas, Estados Unidos se benefició de una situación geopolítica única. Según Alexis de Tocqueville y David Potter, la geografía y la seguridad permitieron a Estados Unidos centrarse en desarrollar su economía y mejorar su infraestructura interna. Sin embargo, durante mucho tiempo, esta economía próspera permaneció relativamente aislada del resto del mundo. Esta actitud, conocida como aislacionismo norteamericano, evitó que Estados Unidos participara en organizaciones como la Sociedad de Naciones, precursora de la ONU, a pesar de que su propio presidente, Woodrow Wilson, fue uno de sus grandes promotores.

El ataque a Pearl Harbor en 1941 marcó un punto de inflexión. La perspetiva norteamericana cambió radicalmente, y en la Carta del Atlántico acordada por Roosevelt y Churchill, Estados Unidos se comprometió a extender el acceso igualitario al comercio y las materias primas mundiales.

De la Guerra Fría a la Globalización

Tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos vivió un periodo de «pactomanía», una obsesión por alcanzar acuerdos con otros países. El Plan Marshall y la creación de la OTAN son ejemplos claros de esta estrategia. Sin embargo, esta obsesión se centraba en obtener ventaja geopolítica contra la Unión Soviética, utilizando el comercio como herramienta de lucha. A pesar de esto, se lograron avances notables, como bajos aranceles y plena movilidad de las mercancías.

En 1948, se firmaron tratados que promocionaban el comercio internacional, como el GATT, aunque con limitaciones significativas. A medida que la Guerra Fría empezó a descongelarse, resurgieron las ideas de integración y cooperación económica. La caída del Muro de Berlín fue un punto de inflexión importante.

La Era de Clinton y la creación de la OMC

En abril de 1994, 123 países, incluida Estados Unidos, firmaron el Acuerdo de Marrakech, creando la Organización Mundial del Comercio (OMC). Este fue un hito para la integración económica global y el salto definitivo hacia la globalización. Bajo la presidencia de Bill Clinton, Estados Unidos apoyó firmemente a la OMC, incluso facilitando la entrada de China en esta organización. Sin embargo, la Casa Blanca no firmó nuevos tratados de libre comercio tan rápida y extensamente como en otras partes del mundo.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA)

En 1994, Clinton convirtió un acuerdo con Canadá de 1988 en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) al incluir a México. Este fue el primer gran paso de Estados Unidos para sumarse a la nueva ola de libre comercio global. Sin embargo, no fue hasta 2004 que Estados Unidos firmó nuevos acuerdos con países como Chile, Australia, Jordania, Singapur, República Dominicana y Centroamérica.

El Rechazo del ALCA

En 2003, la Casa Blanca propuso expandir el NAFTA a toda América con el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Sin embargo, en la Cumbre de las Américas de 2005, la propuesta fue rechazada enfáticamente por varios países, bajo la influencia de dirigentes socialistas como Hugo Chávez y Néstor Kirchner. Este rechazo fue un golpe humillante para la política exterior de Estados Unidos, que vio su gran apuesta de integración maltratada y rechazada públicamente. Esta negativa marcó otro punto de inflexión en la estrategia comercial de Estados Unidos.

Una Superpotencia con Comercio Limitado

Hoy en día, Estados Unidos tiene 19 tratados de libre comercio vigentes, considerablemente menos que otros países como Perú o Turquía. La mayor parte de sus intercambios comerciales se realizan bajo la cláusula de Nación Más Favorecida de la OMC, lo que implica aranceles fijos aplicables a todos los países miembros de la OMC excepto en casos de acuerdos de libre comercio.

En 2021, casi la mitad de las importaciones de Estados Unidos ingresaron libres de aranceles, mientras que otras se beneficiaron de reducciones arancelarias o preferencias unilaterales en favor de los países más pobres. Esto muestra que Estados Unidos no es un país cerrado, sino uno que utiliza la normativa de la OMC para regular sus aranceles de manera política y controlada.

Crisis y Negociaciones

Las recientes crisis arancelarias con países como España y las negociaciones con la UE sobre aranceles de acero y aluminio demuestran que Estados Unidos sigue siendo una pieza clave en el comercio global, aunque con políticas muy calibradas y específicas.

La Administración Biden y la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas

En junio de 2022, se anunció la creación de la «Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas», una iniciativa que incluye a Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Panamá, Perú, y Uruguay. Esta alianza parece apuntar a una versión más moderada del ALCA, buscando construir una nueva cooperación estrecha y fomentar el comercio entre estos países.

Antony Blinken, Secretario de Estado de Estados Unidos, destacó que esta iniciativa pretende impulsar el comercio, la inversión y la aplicación de normativas comunes, buscando reducir la influencia de China mediante la promoción de cadenas de producción regionales y el nearshoring. Esta estrategia podría representar una oportunidad de oro para que América Latina dé un gran salto hacia adelante mediante el aprovechamiento del mercado de consumo e inversión más grande del mundo.

Conclusión

La historia de Estados Unidos en el comercio internacional ha sido una montaña rusa de aislacionismo, pactomanía, y estrategias calibradas. Aunque ha sido la superpotencia capitalista que ganó la Guerra Fría, no ha logrado liderar de manera definitiva el sistema de comercio mundial. La Administración Biden parece estar enfocada en cambiar esto con nuevas iniciativas de integración en América Latina. Queda por ver si estas iniciativas lograrán el objetivo de integrar a la región con la economía más poderosa del mundo.

Finalmente, reflexionemos: ¿Debería Estados Unidos ser más ambicioso en su política comercial? ¿Es la «Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas» el futuro del comercio regional? Estas preguntas abren la puerta a un debate que podría definir el próximo capítulo de la historia comercial de Estados Unidos y su influencia global.

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