Revelamos el Lado Oscuro de los Negocios de Trump: Lo Que No Quieren Que Sepas
Donald Trump: Un Imperio Construido Entre Controversias
La figura de Donald Trump, el 45º presidente de los Estados Unidos, ha sido siempre objeto de intensos debates y controversias. Desde su ascenso a la presidencia hasta su larga carrera empresarial, Trump ha logrado construir una imagen de éxito que muchos admiran y otros tantos cuestionan. Pero, ¿qué tan real es esa imagen? A finales de septiembre de 2020, el New York Times publicó una exhaustiva investigación que arroja luz sobre las prácticas empresariales y financieras de Trump, desentrañando décadas de datos fiscales que revelan un entramado complejo y, a menudo, escandaloso.
El Origen del Imperio de Trump
Contrario a la narrativa que Donald Trump ha promocionado sobre ser un hombre «hecho a sí mismo» y símbolo del sueño americano, su fortuna inicial tuvo un origen familiar. Su padre, Fred Trump, era un prominente promotor inmobiliario en Nueva York con una fortuna valorada en más de mil millones de dólares en términos actuales. Desde temprana edad, Donald Trump fue beneficiado con sumas sustanciales de dinero. A los tres años ya recibía $200,000 anuales, una cifra que se incrementaría paulatinamente. A los 17, recibía un millón de dólares anuales como regalo de graduación. Estas cifras señalan que, ocasionalmente, su ascenso no fue tan autónomo como la narrativa pública sugiere.
Fred Trump no sólo proporcionó dinero directamente, sino que también creó oportunidades para transferir más de su riqueza a través de sueldos y préstamos a su hijo. Se estima que Donald Trump recibió al menos $413 millones de su padre. Con este respaldo financiero, pudo construir un imperio que incluye activos inmobiliarios prominentes como la Trump Tower, el hotel Plaza y el club Mar-a-Lago. A lo largo de los años, Trump financió sus inversiones con una carga de deuda masiva, lo que lo llevó a situaciones financieras peligrosas, incluidos varios episodios de bancarrota.
El Estratega de Medios: «El Aprendiz» y Más Allá
Sin duda, el reality show «El Aprendiz» catapultó a Trump a una nueva altura de fama. El programa, que se estrenó en los primeros años del siglo XXI, logró que Trump proyectara una imagen pública de negociador imbatible. Durante el tiempo que pilotó el programa, ganó $197 millones. Pero eso no es todo; su popularidad en la televisión le abrió puertas a lucrativos contratos de patrocinio. Marcas de todo tipo, desde vodka hasta colchones, utilizaron su imagen, generándole unos $230 millones adicionales.
Sin embargo, su ascenso en los medios no estuvo exento de controversias. Trump se implicó en negocios poco transparentes como esquemas Ponzi y sistemas piramidales, además de debacles como la fallida universidad Trump, que terminó con una demanda y un pago de $25 millones en indemnizaciones. A lo largo de su carrera, su inclinación por la exageración y el marketing hiperbólico quedó en evidencia, como él mismo describió en su libro «El Arte de la Negociación».
Los Altibajos de los Casinos en Atlantic City
Uno de los episodios más dramáticos y reveladores del imperio de Trump es su incursión en la industria del juego en Atlantic City. A finales de la década de los 80 y principios de los 90, Trump controlaba tres de los mayores complejos de la ciudad, incluido el famoso Taj Mahal. Estas operaciones fueron financiadas principalmente con altos niveles de deuda mediante bonos basura. Para 1991, apenas un año después de la inauguración del Taj Mahal, Trump tuvo que declararlo en quiebra, seguido de los otros dos casinos poco después.
Sin embargo, Trump siempre logró salir relativamente bien parado de estas quiebras, cediendo acciones a acreedores y consiguiendo aplazamientos de pagos. Esta capacidad de negociar sus deudas a menudo le permitía salir ileso o incluso fortalecerse financieramente. A mediados de los 90, Trump recurrió a la bolsa para financiar sus operaciones, emitiendo bonos basura y ampliaciones de capital que, a pesar de sus promesas grandilocuentes, no lograron reparar la situación financiera de sus casinos. Eventualmente, el Trump Hotels and Casino Resorts se declaró en quiebra dos veces más, en 2004 y 2009, perdiendo más del 80% de su valor en bolsa y dejando a muchos accionistas y acreedores en la ruina.
El Controvertido Tema de los Impuestos
Una de las revelaciones más impactantes de la investigación del New York Times fue cómo Trump ha manejado sus obligaciones fiscales. Durante diez de los últimos diecisiete años, la corporación de Trump no pagó impuestos federales sobre la renta. En 2016 y 2017, pagó apenas $750. Esto fue posible, en parte, porque muchas de sus empresas reportan pérdidas en lugar de ganancias, lo que le permite evitar el pago de impuestos. Además, diversas tácticas fiscales, algunas cuestionables y otras bajo investigación, le han permitido reducir su carga fiscal significativamente.
Entre las tácticas utilizadas están las deducciones por gastos personales, como aviones, clubes de campo y mansiones, que oficialmente se consideran «bienes de inversión». También, los altos costos legales, incluso para casos personales, han sido deducidos fiscalmente. En total, estas maniobras explican por qué Trump ha conseguido pagar tan poco en impuestos durante décadas. Ahora, algunas de estas decisiones fiscales están bajo el escrutinio de una comisión del Congreso, lo que podría resultar en que Trump tenga que devolver importantes sumas de dinero.
Conclusión
La historia de Donald Trump como empresario y presidente está repleta de éxitos cuestionables y controversias. Ha demostrado una habilidad singular para gestionar su imagen y utilizar su fama para obtener beneficios financieros, pero su historial como gestor empresarial deja mucho que desear. Las conclusiones del New York Times sobre sus finanzas revelan un imperio construido más sobre deudas, artimañas fiscales y cuestionables asociaciones que sobre éxito genuino en los negocios. Trump, sin duda, ha dejado una marca indeleble en la historia contemporánea de Estados Unidos, aunque sus métodos y ética empresarial siguen siendo objeto de intensos debates.