China y su apoyo a Putin en Ucrania: El gran dilema de Xi Jinping

El Eje Rusia-China: Entre la Geopolítica y la Guerra

El 8 de agosto de 2008, mientras los Juegos Olímpicos de Pekín daban inicio, el ejército ruso lanzaba una invasión a gran escala sobre Georgia. Este evento, que debería haber sido el momento más glorioso para China en la década, fue empañado por las ambiciones belicistas de Vladimir Putin. En ese entonces, Hu Jintao, predecesor de Xi Jinping, estaba al mando de China y reaccionó discretamente, aunque visiblemente irritado, ante la elección de la fecha por parte de Moscú: el mismo día que la llama olímpica iluminaba China por primera vez.

Aunque mucho ha cambiado desde entonces, algunas costumbres permanecen inmutables. Como si de un reloj se tratase, Putin decidió invadir Ucrania justo cuando China organizaba otros Juegos Olímpicos, los de invierno de Pekín 2022. Se dice que Xi Jinping pidió al líder ruso posponer su invasión hasta la clausura de los juegos. Independientemente de la veracidad de este rumor, lo cierto es que solo cuatro días después de este evento, las tropas rusas invadieron Ucrania.

La Ambigua Neutralidad China

Desde entonces, la actitud de la República Popular China ha sido decididamente ambigua y errática. Xi Jinping ha mantenido el silencio durante un año de guerra, a pesar de los atroces crímenes cometidos por el ejército ruso… Al menos, hasta ahora. La imagen de Xi y Putin juntos en una cumbre bilateral en Moscú, un año después del inicio de la guerra, ha dejado una impresión duradera que difícilmente se olvidará.

Aunque no ha sido la primera vez que ambos líderes se encuentran desde la invasión, sí es la primera vez que lo hacen al más alto nivel y en el marco de una cumbre bilateral. Muchos han interpretado la visita de Xi a Moscú como un respaldo a Putin, legitimando al mandatario ruso en la escena internacional y, quizás, también blanqueando sus operaciones militares. Más aún cuando se produjo apenas unos días después de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto para Putin por presuntos crímenes de guerra.

Un Orden Mundial Multipolar

La visita de Xi Jinping a Rusia no fue solo un gesto diplomático, sino un intento por parte de Pekín de posicionarse como una alternativa al liderazgo occidental, ansiando convertirse en la capital antagónica de Washington. No obstante, surge la pregunta cercana de si China finalmente se pondrá del lado de Rusia y si es realmente neutral.

Para entender esta dinámica, miremos un caso emblemático: Wang Yi, principal asesor de política exterior de Xi, aparece en una foto junto a representantes de Arabia Saudí e Irán, dos países que en teoría se odian, pero que han decidido restablecer sus relaciones diplomáticas gracias a la mediación china. Aunque no es común ver a China como mediador en problemas internacionales, este parece ser el nuevo camino que el régimen chino quiere seguir, y el conflicto entre Rusia y Ucrania parece ser su siguiente objetivo.

El Plan de Paz Chino

A finales de febrero de 2023, coincidiendo con el primer aniversario de la guerra, China presentó un plan de doce puntos para, en teoría, ofrecer una solución política al conflicto. Este plan, aunque bien intencionado, no consultó la opinión de Ucrania y se limitó a incluir generalidades como respetar la soberanía de todos los países y cesar las hostilidades. No obstante, este documento representa el intento de China de marcar su territorio en el panorama diplomático internacional.

China empezaría a trabajar para implementar los puntos de su plan de paz, aprovechando noticias como los viajes de líderes europeos a Pekín y destacando el papel de China como «promotor de la paz». Pero, ¿es China realmente neutral en este conflicto? Las palabras de Xi Jinping a Putin, diciendo que están impulsando un cambio juntos, no prometen una postura neutral para actuar como mediador.

El Beneficio de una Guerra Prolongada

Más allá de las apariencias, es plausible preguntarse si a China realmente le interesa que la guerra termine pronto. La guerra conlleva ciertos problemas para China, como el aumento de las preocupaciones sobre la seguridad nacional en todo el mundo, el apoyo occidental sin precedentes a Ucrania y las restricciones de Estados Unidos a la venta de tecnología avanzada a China. La ralentización económica mundial también ha reducido el crecimiento económico de China en 2022.

A pesar de todo esto, existen al menos tres motivos por los que China podría beneficiarse de una guerra prolongada:

  • Beneficios Económicos: Las sanciones occidentales a Rusia han permitido que China compre gas y petróleo a precios reducidos. En enero y febrero de 2023, Rusia desbancó a Arabia Saudí como mayor proveedor petrolero de China, con un incremento del 24% interanual.
  • Influencia Política: La guerra podría consolidar la influencia de China sobre Rusia, convirtiendo al Kremlin en un estado vasallo. Como resultado, China podría imponer sus intereses geopolíticos, económicos y militares sobre cualquier exigencia rusa.
  • Beneficios Militares: La debilitación de la capacidad militar de Rusia y las sanciones podrían empujar a Rusia y sus clientes a desplazarse hacia la industria militar china para adquirir nuevos equipos.

La Gran Dilema de China

Después de examinar el escenario geopolítico y económico, queda claro que la posición de China en la guerra no es neutral. Xi Jinping ha identificado oportunidades para impulsar su agenda de confrontación con occidente. Sin embargo, este movimiento tiene sus propios desafíos. La guerra aumenta el gasto militar de los países de Asia-Pacífico y estrecha sus relaciones con Estados Unidos, debilitando las ambiciones de China de convertirse en la potencia hegemónica de la región.

Además, deteriora las relaciones económicas y comerciales con occidente, cruciales para China en este momento de crisis económica interna. De no superar estos desequilibrios, la visión china de un mundo multipolar podría tener un recorrido muy corto.

Conclusión

Xi Jinping ha tomado decisiones audaces que lo diferencian significativamente de sus predecesores, pero los resultados no han sido particularmente buenos. Su última apuesta es intentar sacar provecho de la guerra en Ucrania, aunque no está claro si China logrará algún beneficio tangible. Lo que sí está claro es que China no es neutral ni confiable en este conflicto.

La pregunta ahora es: ¿China logrará beneficiarse del actual contexto? ¿Rusia terminará siendo una especie de estado vasallo de Pekín? ¿La alianza de China y Rusia podrá promover un nuevo orden mundial? Solo el tiempo y la astucia diplomática responderán estas preguntas.

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