Razones Claves del Descenso de la Violencia en Venezuela
La Violencia en Venezuela: Una Mirada Profunda
Queridos lectores, estoy convencido de que no voy a tener que hacer ningún esfuerzo para convencerlos de que Latinoamérica es una de las regiones más inseguras y convulsas del mundo. Desgraciadamente, la violencia y el crimen han hecho que algunas zonas de Latinoamérica sean un lugar peligroso. Esta región ha sido fuertemente golpeada por el tráfico de estupefacientes, el tráfico de armas y otras tantas actividades ilegales que se han desarrollado sin que los estados hayan podido o hayan querido poner remedio a esa situación.
La Influencia Criminal en América Latina
En muchos países de Latinoamérica, diversos grupos criminales han construido nexos, lazos y conexiones extremadamente cercanas con muchos gobiernos e instituciones públicas. Incluso, en algunos casos, estos grupos son capaces de influir, controlar y dirigir gobiernos enteros. Sin ir más lejos, recientemente se habló del caso de Centroamérica. Pero hay otro país que no podemos pasar por alto y que en los últimos años ha cogido la delantera hasta convertirse tal vez en el país no en guerra más peligroso del planeta: Venezuela.
La Narco-Dictadura de Venezuela
En Movilab ya se ha hablado sobre cómo Venezuela se está convirtiendo a la velocidad del rayo en toda una narcodictadura. En la Venezuela de hoy, la delincuencia y el crimen organizado campan a sus anchas hasta tal punto que si el crimen se reduce, no es extraño pensar que es simple y llanamente porque cada vez hay menos cosas que robar. Casi 30,000 víctimas mortales que se conozcan cada año en un país no en guerra. 130,000 muertes violentas tan solo en los últimos cinco años con datos. ¡Qué barbaridad!
La Paradoja de la Reducción en la Tasa de Crimen
Extrañamente, tanto la tasa de homicidios conocida como el número de muertes violentas comenzaron a reducirse en 2017. Esto es peculiar teniendo en cuenta que el país está peor que nunca tanto económica como socialmente. Y sí, ya sé que alguno de ustedes podrá estar pensando que esto es debido a toda la emigración que ha padecido Venezuela. Más de 4 millones de personas menos, millones de jóvenes que ya no están en el país, es algo que se tiene que notar. Pues, sí… y no. Con matices.
Vamos a hablar de los efectos que el crimen ha causado en Venezuela. Hablamos de un crimen institucionalizado y causado en buena medida desde el propio gobierno. También vamos a contar cómo la delincuencia ha llegado a tales niveles que incluso los delincuentes comunes ya ni siquiera encuentran rentable delinquir en Venezuela, haciendo que muchos busquen oportunidades fuera.
La Realidad del Crimen Institucionalizado
Lo primero de todo es entender la situación. En un país «normal», lo común es que un gobierno combata el crimen y se dedique a perseguir a los delincuentes, ¿verdad? Bueno, pues en Venezuela no es así. Aquí nos encontramos con el fenómeno opuesto: los malos son los que gobiernan.
Un claro ejemplo es Tareck El Aissami, un ministro de Venezuela que está incluido en la lista de los 10 más buscados por narcotráfico internacional, según la BBC. Además, un juez español está investigando a medio gobierno de Maduro por lavar dinero del petróleo, de acuerdo con El Confidencial. Este tipo de situaciones son tristemente comunes en Venezuela y ya nada nos sorprende de este país.
El Monopolio de la Delincuencia Callejera
Una cosa que sigue sorprendiéndonos es cómo el régimen chavista ha conseguido hacerse con el monopolio de la delincuencia callejera. Literalmente, el gobierno venezolano tiene a miles de delincuentes a sueldo, armados por el propio Estado como grupos parapoliciales de represión política. Estos son conocidos como colectivos.
Los colectivos se movilizan a petición del gobierno, especialmente cuando hay protestas opositoras. Se mueven en motos y con armas largas, disparando a todo lo que se mueve con absoluta impunidad, mientras la policía y la Guardia Nacional Bolivariana los miran impasibles. Es decir, la violencia ha sido controlada por el Estado, no para acabar con ella sino para monopolizarla y usarla contra los ciudadanos opositores.
Además de los colectivos, los propios cuerpos de seguridad del Estado actúan como auténticos criminales. Según datos aportados por la ONU, casi 7,000 personas perdieron la vida por “resistencia a la autoridad” entre enero de 2018 y mayo de 2019. Son 7,000 ejecuciones extrajudiciales en poco más de un año.
En definitiva, la delincuencia en Venezuela está a todos los niveles. Esto explica en buena medida que muchas acciones queden impunes. Cuando hasta la policía es cómplice, es un mal asunto.
La Crisis Económica y la Delincuencia
Hay otros factores relevantes que han multiplicado los delitos a pequeña escala, lo que podríamos denominar delincuencia por arrastre o incluso delincuencia por supervivencia. La corrupción generalizada reina en el país, y los sobornos son indispensables para conseguir documentos oficiales, pasaportes o atención médica.
Esto tiene fundamentalmente dos razones. Por un lado, la pobreza y los salarios, que prácticamente no sirven para nada debido a la hiperinflación. Por otro lado, la crisis ha afectado incluso a los delincuentes, o malandros como se les conoce en Venezuela. Con una inflación del 200,000%, que es la que pronostica el FMI para este año, no tiene sentido robar minucias si el valor del dinero se va a esfumar en apenas unos días. La crisis ha hecho que muchos delincuentes busquen nuevos lugares donde delinquir, exportando su propia delincuencia.
El Impacto de la Migración Venezolana
La emigración masiva ha generado efectos diversos en los países receptores. Por un lado, muchos venezolanos han encontrado nuevas oportunidades y han contribuido a sus nuevas comunidades. Pero, por otro lado, la llegada de delincuentes ha provocado miedo y brotes de xenofobia en algunos países latinoamericanos.
En Perú, por ejemplo, hemos visto incluso a congresistas atacando duramente a los venezolanos desde el Congreso. En Ecuador, el presidente Lenín Moreno anunció la creación de brigadas para «controlar» a los inmigrantes venezolanos tras el asesinato de una mujer embarazada por parte de un venezolano. Estos discursos de odio señalan a una nacionalidad y son siempre preocupantes, especialmente cuando se lanzan desde el Congreso de un país.
En Colombia, el país vecino de Venezuela, se ha acogido a más de millón y medio de venezolanos desde la explosión de la gran crisis venezolana entre 2014 y 2015. Sin embargo, la ola de solidaridad no siempre se ha replicado al nivel de la calle. En Colombia, Perú, México, Chile y Ecuador se registran denuncias por xenofobia contra venezolanos.
Reflexiones Finales
Esta es la realidad de la violencia en Venezuela y los factores que explican que este país se haya convertido en uno de los más peligrosos del mundo. La situación es compleja y las consecuencias son difíciles de abordar. ¿Se puede luchar contra la violencia en un país gobernado por personas que ordenan a criminales a matar? ¿Deben los venezolanos en el exterior enfrentarse a sus compatriotas malandros para acabar con la xenofobia? Y todavía más importante, ¿están justificados esos comportamientos de odio contra todos ellos?
El futuro de Venezuela y de sus ciudadanos tanto dentro como fuera del país depende de cómo se aborden estas cuestiones. La solidaridad y la justicia deben ser las claves para encontrar soluciones y avanzar hacia un futuro mejor.