¡Alerta Máxima: Crisis en el Golfo Pérsico pone a Jeques en Apuros!

Las Petromonarquías del Golfo Pérsico: Un Viaje a Través de la Crisis

Guerra en Yemen, conflicto en Siria, tensiones con Irán, crisis diplomática con Qatar, y por si fuera poco, la pandemia del coronavirus y el desplome de los precios del petróleo. Los países del Golfo Pérsico han estado lidiando con múltiples crisis en los últimos años, y aunque son algunos de los países más ricos del mundo, la presión está alcanzando niveles críticos. Las casas reales que controlan la riqueza de esta región enfrentan desafíos sin precedentes.

Para entender la magnitud de estas crisis, consideremos el siguiente gráfico de la consultora Oliver Wyman:

A principios de 2020, Oliver Wyman calculaba que los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico – Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán, Bahréin y Qatar – controlaban activos valorados en casi 44 billones de dólares. Esa cifra incluía 33 billones invertidos a través de fondos soberanos y más de 40 billones en reservas de petróleo y gas natural.

Para ponerle cifras humanas, esto equivale a más de 1.3 millones de dólares por habitante. Con esta riqueza, estos países podrían mantener altos niveles de vida, modernizar sus economías y mantener una influencia global significativa. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha descolocado todos estos planes. Noticias como «Trabajadores extranjeros desempleados huyen de las naciones ricas en petróleo hacia la incertidumbre de sus países de origen» son cada vez más comunes.

¿Qué Está Pasando con las Petromonarquías del Golfo Pérsico?

¿Es esta la debacle final para estas naciones tradicionalmente prósperas? ¿Qué futuro les espera? Y, más importante aún, ¿por qué debería importarnos lo que sucede en esta región del mundo? La verdad es que el Golfo Pérsico es mucho más relevante de lo que muchos podrían pensar.

La Relevancia Global del Golfo Pérsico

Prácticamente todas las economías del mundo están sufriendo los efectos del SARS-CoV-2, y los países del Golfo Pérsico no son la excepción. Pero mientras que la mayoría de las naciones han implementado medidas de confinamiento y cierre de espacios públicos, estos países enfrentan una doble crisis: la pandemia, y la drástica caída en los precios del petróleo debido a la reducción de la demanda.

Entre los primeros cinco meses de 2020, el precio del petróleo cayó casi un 50%. Aunque estos países han recortado la producción, los bajos precios y la menor producción significan muchos menos ingresos. Y esa disminución de ingresos tiene enormes implicaciones. Pero, ¿por qué importa tanto?

Tres Razones Fundamentales

Hay tres razones clave por las que la estabilidad del Golfo Pérsico es crucial para el mundo:

  • La región alberga los mayores yacimientos de petróleo y gas natural del planeta. Aproximadamente, el 35% del petróleo mundial se produce aquí.
  • Es un punto clave para el comercio global. Muchas de las rutas marítimas y aéreas más transitadas pasan por esta región, incluyendo el 18% de la producción mundial de arroz, el 16% de la producción de trigo y el 30% del comercio de fertilizantes.
  • Tienen un peso religioso y social considerable en la comunidad musulmana mundial.

Además, estos países cuentan con algunas de las mayores reservas de dinero del mundo, casi 3.5 billones de petrodólares. Un cambio significativo en su situación puede poner en jaque el orden financiero mundial.

Una Fortuna Menguante: El Golfo al Borde del Colapso Económico

A pesar de contar con casi 3.5 billones de dólares en activos, los últimos años no han sido buenos para los países del Golfo. Según datos del FMI, durante los últimos cuatro años los activos financieros netos de estas seis monarquías se redujeron en 500 mil millones de dólares. Este año, se espera que todos estos países cierren con déficits de doble dígito.

Para 2020, los jeques del Golfo se dejarán por el camino más de 220 mil millones de dólares. Aunque algunos podrían pensar que con sus enormes riquezas pueden capear esta tormenta, el FMI advierte que, si las cosas no cambian, las riquezas financieras del Golfo podrían desaparecer en poco más de una década.

Esta enorme cantidad de dinero está destinada a garantizar la viabilidad económica de países con una población joven, pocos empleos y una elevada dependencia del precio del petróleo. Por ello, han invertido en numerosos proyectos multimillonarios para diversificar sus economías. Sin embargo, los resultados han sido decepcionantes.

Proyectos Multimillonarios con Resultados Decepcionantes

A principios de 2020, los proyectos inmobiliarios en el Golfo acumulaban inversiones comprometidas por casi un billón de dólares. Estos proyectos incluyen megapuertos, nuevas metrópolis, estadios y complejos turísticos. No obstante, el impacto del coronavirus ha provocado enormes pérdidas y cuestiona la viabilidad de estos proyectos a largo plazo.

Las petromonarquías enfrentan ahora un camino incierto. Necesitan mantener altos niveles de vida, gestionar poblaciones jóvenes con altas tasas de crecimiento y niveles de desempleo crecientes. Si la crisis y los precios del petróleo no mejoran pronto, el futuro se vislumbra oscuro.

Arabia Saudí: Una Potencia con Pies de Barro

Podríamos pensar que Arabia Saudí está capeando bien la crisis del coronavirus, gracias a noticias como sus inversiones en Facebook, Boeing o Cisco Systems, y su compra del Newcastle United. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja.

En la última década, Arabia Saudí ha tratado de emerger como una superpotencia, teniendo el tercer mayor presupuesto militar del mundo, solo por detrás de EE.UU. y China. Ha desencadenado su propia guerra en Yemen y ha mantenido una política exterior agresiva. Sin embargo, estas políticas no son baratas.

Desde 2015, el déficit público saudí ha promediado casi el 11% cada año, lo que ha reducido las reservas del gobierno en más de 200 mil millones de dólares, mientras que la deuda pública se ha multiplicado por cinco. Se espera que el déficit de 2020 supere los 100 mil millones de dólares, lo que amenaza con eliminar toda la riqueza petrolera acumulada en poco más de tres años.

La economía saudí depende en gran medida del gasto público. Recortar este gasto podría poner en peligro la estabilidad social y la lealtad hacia la casa real gobernante. Con una población joven y una tasa de desempleo que pronto superará el 15%, los saudíes podrían verse obligados a reformar el país de arriba a abajo, lo que tendría implicaciones significativas a nivel global.

Kuwait: El Reflejo de un País Quebradizo

Hasta su invasión por las tropas de Saddam Hussein en 1990, Kuwait era considerada la perla del Golfo Pérsico. Estable, rico y con instituciones avanzadas, el país ha conseguido amasar un enorme fondo soberano que invierte en todo el mundo. Sin embargo, su dependencia del petróleo es extrema, con más del 90% de los ingresos gubernamentales provenientes del crudo.

Con la caída en los precios del petróleo y la crisis del coronavirus, el déficit público de Kuwait se estima en un 40% del PIB para 2020. Aunque sus reservas per cápita son mayores que las de Arabia Saudí, la situación sigue siendo problemática, especialmente con una población que crece rápidamente.

Dubái: La Ciudad en Burbujas

Dubái se enfrenta a problemas graves debido al colapso del turismo y las actividades comerciales. La ciudad, que alberga el mayor aeropuerto internacional, una de las mayores aerolíneas y varios de los mayores centros comerciales del mundo, ha financiado su crecimiento con una deuda considerable.

La deuda soberana de Dubái asciende al 110% del PIB, y la deuda de las empresas públicas se sitúa en otro 80%. Con el coronavirus, se espera que el 70% de las empresas de Dubái cierren en los próximos seis meses, lo que agravará la ya de por sí delicada situación económica.

Aunque Dubái podría volver a ser rescatada por Abu Dhabi, la pregunta es qué exigirá Abu Dhabi a cambio. ¿Qué futuro le espera a esta ciudad icónica del Golfo?

¿Podrán las Petromonarquías Reinventarse?

La crisis del coronavirus ha puesto a las petromonarquías del Golfo en una posición muy difícil. Con el colapso de los precios del petróleo, los enormes déficits y la fuga de trabajadores extranjeros, estos países enfrentan un futuro incierto. La pregunta clave es si podrán reinventarse y escapar de su adicción al petróleo.

El futuro de estos países afectará no solo a sus propios ciudadanos, sino también a la economía global. ¿Qué podemos esperar en los próximos años? Solo el tiempo dirá si estas naciones logran encontrar nuevas rutas hacia la estabilidad y la prosperidad.

En última instancia, el mundo observará de cerca las decisiones que tomen y sus posibles implicaciones para la economía y la estabilidad globales.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *