¿Cómo un conflicto latente puede dividir a Chile y Argentina?

América Latina: Un Territorio en Constante Transformación

América Latina es un mosaico complejo y multifacético de culturas, historias y conflictos. Si hay algo que define a esta región es su capacidad para estar inmersa en crisis. Desde la pobreza y la desigualdad hasta los golpes de estado y revueltas, la historia latinoamericana está marcada por un flujo constante de movimientos populistas y recuentos electorales dudosos. Sin embargo, si hay algo que ha permanecido sorprendentemente estable en esta parte del mundo, es su integridad territorial. Pero, ¿qué pasaría si os dijéramos que existe un conflicto que podría partir literalmente en dos el cono sur de América Latina?

Chile y Argentina: Dos Naciones con un Conflicto Común

Chile y Argentina, los dos países más meridionales de América Latina, tienen una historia de más de 200 años de independencia del Reino de España. Durante este tiempo, sus territorios han abarcado espacios y jurisdicciones que antaño estaban habitados por diversas comunidades indígenas, entre ellas los mapuches. Este pueblo originario de América del Sur reside en el centro de Chile y el sur de Argentina, en lo que hoy se conoce como La Araucanía chilena y la Patagonia argentina.

Hasta hace poco, los mapuches habían vivido en relativa paz con los gobiernos de Argentina y Chile. Sin embargo, en los últimos años, la situación ha cambiado drásticamente. Desde el año 2009, algunos grupos mapuches radicalizados han iniciado una lucha abierta contra los Estados de Chile y Argentina por el control del territorio, llegando incluso a militarizar parte del país. Este conflicto ha planteado serias amenazas a la integridad territorial de ambas naciones.

Las Reivindicaciones Mapuches

En 2009, la Coordinadora Mapuche Arauco-Malleco emitió un comunicado público en el cual declaraban su renuncia a la nacionalidad chilena y proclamaban la creación de una «nación autónoma mapuche». Este comunicado fue el punto de partida de la actual crisis. Pero, ¿en qué consisten exactamente las reivindicaciones mapuches y qué las ha motivado?

Ingredientes para el Conflicto: Un Poco de Historia

Para entender el problema, tenemos que retroceder al siglo XIX. En aquel entonces, la sociedad mapuche estaba construida sobre un sistema de alianzas matrimoniales y relaciones ganaderas. Aunque muchas veces se percibe al «pueblo mapuche» como una entidad homogénea, la realidad es que esta comunidad indígena es bastante heterogénea.

Con la independencia de Chile y Argentina entre 1810 y 1818, surgió un nuevo escenario político. Ambos gobiernos nacionales debían consolidar el sentimiento de nación en sus recién independizados territorios, lo que requería integrar sociedad, estado y territorio. Sin embargo, las jurisdicciones indígenas, como la de los mapuches, representaban un gran obstáculo para este objetivo. Tras la expulsión de la corona española, los nuevos gobiernos se dieron cuenta de que gran parte de su dominio territorial teórico estaba bajo el control de las comunidades indígenas.

Ocupación de La Araucanía y Conquista del Desierto

Durante la segunda mitad del siglo XIX, ambos estados comenzaron procesos militares para ocupar y consolidar el control de los territorios mapuches. En Chile, esto se materializó con un decreto en 1866 que establecía que las tierras no ocupadas por los mapuches pasarían a ser subastadas por el Estado, iniciando así la «Ocupación de La Araucanía».

En Argentina, un proceso similar conocido como la «Conquista del Desierto» inició en 1878 para ocupar las tierras mapuches, reduciendo significativamente su territorio y población. Como resultado, los mapuches pasaron de controlar más de 10 millones de hectáreas a ser confinados en poco más de 500,000 hectáreas.

El Siglo XX: Una Historia Bajo la Alfombra

Durante la primera mitad del siglo XX, el asunto indígena desapareció prácticamente de la agenda pública. Sin embargo, la realidad mapuche y sus reivindicaciones continuaron latentes. Con la llegada de dictaduras militares en los años 70 en ambos países, la situación mapuche volvió a ser un tema de interés. En Chile, la dictadura de Augusto Pinochet creó el Consejo Regional Mapuche en 1976, reviviendo el tema en la agenda pública.

Con el retorno de la democracia en los años 80 y 90, surgieron nuevas instituciones estatales como el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas en Argentina y la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena en Chile. Sin embargo, estas instituciones no lograron resolver las reivindicaciones mapuches, y el conflicto comenzó a intensificarse en el siglo XXI.

El Conflicto Estalla en el Siglo XXI

En 2009, la Coordinadora Mapuche Arauco-Malleco declaró abiertamente su lucha contra los estados de Chile y Argentina. Alrededor de 1.7 millones de personas en Chile y aproximadamente 205,000 en Argentina se identifican como mapuches. Sin embargo, solo una fracción de ellos está involucrada en agrupaciones violentas.

La situación se complicó aún más con la aparición de la Resistencia Ancestral Mapuche en 2014, que también llamó a la lucha armada. Tanto en Chile como en Argentina, las acciones violentas han llevado a una escalada de tensiones, obligando a los gobiernos a tomar medidas drásticas. En 2022, la Cámara de Diputados de Chile declaró a varias organizaciones mapuches como «asociaciones ilícitas de carácter terrorista”.

Wallmapu: La Reivindicación Territorial

Las agrupaciones mapuches buscan recuperar un territorio llamado «WALLMAPU», que abarca el centro de Chile y Argentina, divisando ambos países por la mitad. Esto incluiría la propia capital chilena. Aunque la violencia actual no es muy alta, la tensión es constante.

Desde 2017, las acciones de violencia han obligado a los gobiernos de Chile y Argentina a tomar medidas conjuntas. Ambos gobiernos han aplicado políticas de mano dura y leyes antiterroristas para combatir los focos de violencia. Sin embargo, el conflicto sigue latente, y la posibilidad de una escalada mayor es un riesgo real.

La Mano Dura Desde la Izquierda

Aunque los gobiernos de izquierdas parecían inicialmente más dispuestos a pactar con los grupos mapuches, la realidad territorial y estatal de Chile y Argentina ha obligado a tomar medidas drásticas. En Chile, el presidente Gabriel Boric ha continuado e incluso intensificado la política de mano dura contra los grupos violentos mapuches, sorprendiendo a muchos.

En Argentina, la situación es menos crítica pero todavía preocupante. Envuelto en múltiples crisis, el presidente Fernández ha tenido que lidiar con el conflicto de una manera más contenida. Sin embargo, la situación continúa evolucionando y la tensión persistente podría llevar a mayores conflictos en el futuro.

Conclusiones y Preguntas Abiertas

Amigos y amigas, América Latina enfrenta un conflicto territorial complejo y multifacético que podría tener serias implicaciones para Chile y Argentina. ¿Cómo pensáis que puede resolverse esta situación? ¿Creéis que llegará el día en que ambos países pierdan el control sobre esta parte del territorio? ¿Qué opinión os merece este conflicto?

La historia de los mapuches es un reflejo de las tensiones territoriales y culturales que persisten en América Latina. Es crucial entender y abordar estos conflictos con una visión integral y justa para todos los involucrados.

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