¿Está ISRAEL realmente LISTO para una GUERRA de GRAN MAGNITUD?
La Transformación de las Fuerzas de Defensa de Israel: Adaptación ante Nuevas Amenazas
Israel está en shock. Los israelíes se sienten en el punto de mira. El inesperado y brutal ataque de Hamás ha desencadenado una guerra y ha puesto al país en máxima alerta. Las famosas Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están trabajando ahora a pleno rendimiento. Tras una enorme campaña de ataques aéreos, el ejército ha comenzado la invasión terrestre de Gaza.
Con aproximadamente 170,000 efectivos regulares, las FDI tienen una de las mayores capacidades de movilización de reservistas del mundo. En estos momentos, hay unos 360,000 reservistas movilizados y listos para luchar junto a las fuerzas profesionales. En caso de necesidad, se podría llegar a tener en combate a casi medio millón de reservistas. Hablamos de ciudadanos comunes que están obligados a realizar el servicio militar y a continuar haciendo entrenamientos militares anualmente. Tanto hombres como mujeres, aunque en el caso de las mujeres hay más exenciones.
La supervivencia del pequeño Estado hebreo, que está rodeado de milicias y países enemigos y Estados hostiles, depende históricamente de mantener una tasa de fallo de cero. Sin embargo, desde su fundación en 1948 hasta hoy, las amenazas internas y externas a las que se enfrenta han cambiado drásticamente, lo que ha llevado a una transformación de sus fuerzas armadas. En este artículo, exploraremos cómo las Fuerzas de Defensa de Israel se han adaptado a las distintas amenazas y revisaremos la eficacia de las estrategias recientes.
El Nacimiento de las Fuerzas de Defensa de Israel
Las Fuerzas de Defensa de Israel se fundaron formalmente el 31 de mayo de 1948, dos semanas después de la declaración de independencia del Estado de Israel. David Ben-Gurion, el primer ministro israelí, decidió integrar en ellas a prácticamente todas las fuerzas y grupos militares judíos que existían durante el Mandato Británico de Palestina y que protegían a las comunidades judías de la zona. Entre ellos estaba la Haganá, un grupo con experiencia de combate que, junto con otras milicias, había enfrentado a las autoridades británicas.
La Haganá y sus aliados conformaron una alianza conocida como el Movimiento de Resistencia Judía, que ayudó en la futura creación de las FDI como una fuerza regular y organizada. Estos grupos guerrilleros habían enfrentado numerosos ataques árabes contra judíos en el Mandato de Palestina y habían luchado en la Primera y Segunda Guerra Mundial con el ejército británico. El Reino Unido, la potencia colonizadora de Palestina desde 1920 tras vencer al Imperio Otomano, jugó un papel crucial en la formación de la primera fuerza armada judía de la historia: la Legión Judía, que luchó en la Primera Guerra Mundial. En la Segunda Guerra Mundial, unos 40,000 judíos también lucharon con el ejército británico contra los nazis.
Una Fuerza en Evolución
La idea inicial era que las fuerzas armadas del recién nacido Israel se basaran en una pequeña fuerza profesional muy especializada y organizada, complementada por una gran cantidad de efectivos no profesionales. Estos últimos serían ciudadanos normales con formación militar avanzada, listos para defender al país en caso de ataque. Aunque las FDI de 1948 nacieron bajo la presión de una invasión de cinco naciones árabes, la situación ha evolucionado drásticamente desde entonces, y las amenazas a las que se enfrenta Israel han cambiado.
Una Amenaza Cambiante
En los últimos 20 años, las amenazas a las que se enfrenta Israel han cambiado radicalmente. Desde la creación del Estado de Israel y durante gran parte de la segunda mitad del siglo XX, sus principales enemigos fueron sus Estados vecinos con ejércitos regulares y profesionales, como Egipto, Jordania o Siria. Después de 1979, también se sumó Irán. Israel ha tenido guerras o enfrentamientos militares con todos ellos, y Siria es el único país árabe que aún no ha firmado la paz con Israel, habiendo tenido enfrentamientos directos en varias ocasiones.
Sin embargo, en 2011, la situación cambió con la Primavera Árabe, que en Siria desembocó en una guerra civil todavía en curso. Este conflicto hizo que el régimen de Al-Assad dejara de ser una amenaza para Israel, y las fuerzas armadas sirias se destrozaron, perdiendo incluso el control sobre todo su territorio. Al mismo tiempo, las amenazas directas más significativas para Israel pasaron a ser grupos militares no estatales, principalmente Hamás y Hezbollah, ambos financiados, entrenados y armados por Irán.
La Transformación Ante la Guerra Asimétrica
Hamás y Hezbollah no operan como un ejército regular en una guerra convencional, sino que emplean la guerra asimétrica mediante actos terroristas, infiltraciones, lanzamientos de cohetes y ciberataques. Esta situación ha empujado a Israel a transformar sus fuerzas armadas a través de planes como el Plan Gedeón, un proyecto de cinco años con un costo de 15,000 millones de dólares anuales para crear un ejército más pequeño pero letal. Desde 1985, Israel ha reducido su número de tanques en un 75% y sus aviones de combate a la mitad, enfocando su capacidad militar en enfrentar y derrotar a grupos como Hamás y Hezbollah.
El Plan Gedeón se lanzó en 2015 y fue aprobado por el gabinete del gobierno israelí en 2016. Consistía en reducir, modernizar y reformar el ejército, comenzando por el número de efectivos. El ejército regular se redujo de 45,000 a 40,000 efectivos, y también se redujo el número de reclutas. Además, se acortó el servicio militar obligatorio y se recortaron las fuerzas de reserva en un 30%, liberando a unos 100,000 reservistas.
Un Ejército Más Pequeño y Letal
La lógica detrás de un ejército más pequeño es adoptar una nueva doctrina militar. El Ejército de Israel ya no busca pacificar amenazas ocupando territorios extensos en Estados enemigos, como ocurrió con el Sinaí en Egipto. Ahora, la misión es tener un control operativo constante sobre zonas hostiles muy limitadas y eliminar amenazas de manera precisa. Desde 2011, Israel implementó una nueva doctrina basada en brigadas de combate independientes, capaces de actuar rápidamente y coordinadas directamente con la fuerza aérea y la marina.
El entrenamiento, el armamento y las prioridades también han cambiado. Ahora, la infantería y los cuerpos blindados se entrenan principalmente para el combate urbano y la destrucción de túneles y fortificaciones subterráneas. Hamás dispone de una gran infraestructura de túneles subterráneos, que les permiten moverse de manera segura y almacenar su arsenal. En una guerra urbana, estos túneles podrían convertirse en un problema significativo, obligando a Israel a crear unidades especializadas como la unidad de élite Yahalom, entrenada en infiltración y combate cuerpo a cuerpo subterráneo.
La infraestructura subterránea de Hamás ha reducido la utilidad de la artillería convencional de las FDI, que es más efectiva en atacar objetivos grandes y fijos en campo abierto. En cambio, se han formado unidades especializadas en drones, como la unidad Zik, que cuenta con drones Hermes 450 y Hermes 900 capaces de realizar tareas de inteligencia, guerra electrónica y ataques precisos. También existe la unidad Sky Rider, dedicada a la recopilación de inteligencia.
El Uso de Tecnología y Ciberguerra
El ejército israelí también ha empezado a enfocarse en la ciberguerra y la tecnología militar. La Amán, la inteligencia militar, utiliza algoritmos de deep learning para escanear millones de datos y identificar posibles objetivos. Estos objetivos se investigan y clasifican para ataques reales, haciendo que las FDI sean tremendamente eficaces a la hora de localizar y destruir amenazas. Además, han potenciado la unidad encargada de la ciberguerra, contratando soldados específicamente para estas tareas sin necesidad de pasar por entrenamiento de combate tradicional.
La fuerza aérea ha reducido su tamaño pero ha mejorado tecnológicamente, priorizando las capacidades de sigilo y ataques precisos sobre el combate aéreo. La incorporación del caza de quinta generación F-35 en 2015 ejemplifica este cambio. Aunque este caza no está diseñado para combates aéreos tipo dogfight, puede alcanzar objetivos distantes y llevar a cabo ataques aire-tierra con alta precisión.
El Enfoque en la Armada Israelí
La fuerza naval también ha sido una prioridad. Israel funciona como una isla práctica, con el 98% de los bienes importados llegando por vía marítima a través del Mediterráneo, y gran parte de la población y las infraestructuras críticas ubicadas a lo largo de la costa. Sin embargo, la armada israelí fue inicialmente diseñada para enfrentarse a las armadas de Egipto y Siria, lo que ya no es una amenaza probable. Así, Israel ha desmantelado sus grandes buques destructores y los ha reemplazado por patrulleras más pequeñas y lanzamisiles.
Fortificaciones y Defensa Activa
A finales de la década de 2010, Israel cambió su estrategia militar de buscar la aniquilación total de sus oponentes a realizar operaciones constantes pero pequeñas para mitigar amenazas a un nivel asumible. Esta estrategia se conoce como «auto-fortificación». Las fronteras de Gaza y Cisjordania están repletas de vallas, muros y sensores. Por ejemplo, alrededor de Gaza hay un muro subterráneo de 65 kilómetros de largo y hasta 30 metros de profundidad, construido para evitar infiltraciones y ataques.
Estas fortificaciones no son simplemente aislacionistas; buscan proteger a los israelíes de posibles ataques y secuestros. Sin embargo, a pesar de estas medidas, algunos analistas creen que Israel podría estar enfocándose demasiado en la guerra asimétrica, dejando una brecha en la preparación para una guerra convencional. La reciente incapacidad para prever y enfrentar el ataque de Hamás sugiere que las fortificaciones pueden ofrecer una falsa sensación de seguridad.
Conclusión
La adaptación y transformación de las Fuerzas de Defensa de Israel han sido profundas y están diseñadas para enfrentar las amenazas actuales de grupos no estatales como Hamás y Hezbollah. Sin embargo, la pregunta de si esta estrategia es adecuada para el futuro sigue abierta. La situación en Oriente Medio es volátil, y la posibilidad de una guerra convencional no puede ser descartada. Israel deberá equilibrar su enfoque en la guerra asimétrica con la preparación para enfrentar posibles amenazas estatales en el futuro.
¿Qué piensas de los cambios en las Fuerzas de Defensa de Israel? ¿Crees que están en el camino correcto o que podrían estar dejando una gran brecha de seguridad? Tus opiniones son importantes, así que déjanos tus comentarios.