Puerto Rico: ¿Enfrenta una Crisis Irresoluble?
Puerto Rico: Entre Huracanes y Terremotos, Una Crisis Sin Fin
Puerto Rico no gana para disgustos. Si no fuera suficiente con la salvaje crisis económica que padece desde hace ya más de una década, su declaración de bancarrota, y los huracanes Irma y María que en el 2017 arrasaron la isla, ahora se suman los terremotos. Más de 2000 movimientos sísmicos registrados que comenzaron en 2019 y que se están prolongando en 2020.
Con toda esta concatenación de desastres, resulta alarmante que, en ocasiones, este lugar parezca más un territorio del África Subsahariana que uno de los mismísimos Estados Unidos. Pero, ¿cómo ha llegado Puerto Rico a esta situación tan precaria?
El Golpe de los Huracanes
El huracán María causó un enorme caos del que la isla, más de dos años después, aún no se ha recuperado. No solo hablamos de las más de 3.000 vidas perdidas, sino de un apagón total que duró semanas, con algunas zonas sin electricidad durante 11 meses. Destruyó más de 90,000 casas y los daños a las infraestructuras fueron enormes.
Que un huracán cause daños es algo previsible. Pero que las consecuencias tarden años en arreglarse y el caos sea generalizado no es tan común. Al menos no debería serlo en un territorio que pertenece a los Estados Unidos. Que esas cosas pasen en el tercer mundo se entiende, pero en los Estados Unidos, resulta increíble.
Un Puerto Rico al Límite: Economía y Destrucción
Dos huracanes enormes en menos de un mes. Primero, el huracán Irma golpeó la isla de perfil, y más tarde el huracán María la golpeó de lleno, como un gancho final a un boxeador que está a punto del K.O. Puerto Rico es una isla caribeña, expuesta a este tipo de fenómenos, pero la magnitud de los daños fue inusualmente alta.
La mala previsión y el mal mantenimiento fueron factores determinantes. La infraestructura eléctrica puertorriqueña se encontraba en un estado desastroso, algo propio de un país del tercer mundo. Debido a la tempestad, al menos una cuarta parte de las torres de transmisión eléctrica se cayeron y el 40% de las subestaciones quedaron inutilizadas, dejando a la isla en la más absoluta oscuridad.
El Sistema Eléctrico: Un Espejo de la Crisis
El sistema eléctrico puertorriqueño ha sido esencialmente público desde los años 40. La Autoridad de Energía Eléctrica tuvo el monopolio de la distribución y la producción eléctrica hasta el año 2010. Sin embargo, esta empresa pública monopolística entró en bancarrota en 2017, apenas unos meses después de la propia declaración de bancarrota del gobierno de Puerto Rico.
Las razones de ambas bancarrotas fueron prácticamente las mismas: derroche, falta de responsabilidad e incompetencia de los políticos locales. Pero también los Estados Unidos tuvieron una buena parte de la responsabilidad. La eliminación de los incentivos fiscales en 1996 llevó a la huida de inversiones, lo que a su vez hundió el consumo eléctrico y causó un deterioro en las cuentas de la empresa pública.
El Impacto de las Leyes Federales
La precariedad en Puerto Rico también se debe al trato legal desigual al que Estados Unidos somete a este territorio semicolonial. La eliminación de los incentivos fiscales en 1996 llevó a una crisis económica severa. Para 2005, el 60% de los clientes industriales de la compañía eléctrica se habían marchado de la isla, aumentando el desempleo y la pobreza.
Además, la injerencia del Congreso de Estados Unidos tras el huracán María burocratizó hasta niveles asfixiantes todas las tareas de reconstrucción. Impusieron normas muy exigentes, como la supervisión minuciosa de cualquier contrato superior a los 10 millones de dólares, lo que ralentizó enormemente la recuperación de la isla.
El Rol de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA)
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) también tuvo un papel cuestionable. Impusieron un límite de gasto que no podía ser superior a la estimación de costos que hiciera el gobierno de Puerto Rico para la reconstrucción. Esto llevó a la sobrevaloración de daños e inflación de presupuestos, entorpeciendo aún más la recuperación.
Una Desconfianza Mutua
La desconfianza entre Washington y Puerto Rico es patente. La corrupción y mala gestión de los políticos puertorriqueños ha sido constante, pero la falta de apoyo y la burocratización desde el gobierno federal no han ayudado. Puerto Rico sigue sufriendo, con muchas casas aún dañadas y un éxodo de más de 600,000 personas hacia Estados Unidos desde 2004.
Caminos Hacia el Futuro
Entonces, ¿cómo puede Puerto Rico salir de esta? Estados Unidos debe permitir que este territorio se gestione con total autonomía. Solo así, los políticos locales no tendrán excusas y podrán asumir la responsabilidad total de sus acciones. Mientras tanto, cualquier plan de ajuste será insuficiente si no cambian los fundamentos del modelo.
La situación de Puerto Rico es compleja y causada por una combinación de factores internos y externos. La isla necesita una transformación profunda y apoyo real para enfrentar sus problemas y comenzar a recuperarse.