El Oscuro Arte de Manipular Elecciones en EE.UU.: Todo sobre el Gerrymandering

El Enigma del Gerrymandering en Estados Unidos

Novembre de 2020 trajo consigo una de las elecciones más polémicas de la historia de Estados Unidos. Todos recordamos la alta participación, el voto por correo, el vuelco a favor de los demócratas y las acusaciones infundadas que culminaron en el asalto al Capitolio. Este evento encendió una chispa de preguntas sobre el funcionamiento real de la democracia en Estados Unidos y sobre todo, sobre los instrumentos que distorsionan los resultados electorales, como el gerrymandering.

¿Qué es el Gerrymandering?

El gerrymandering es un truco político que suele pasar desapercibido fuera de Estados Unidos, pero es una auténtica maquinaria para distorsionar los resultados electorales. No es una táctica inventada por figuras recientes como Biden, Clinton o Trump, sino una práctica con más de dos siglos de antigüedad utilizada tanto por demócratas como por republicanos. Pero, ¿qué es exactamente el gerrymandering, por qué no es ilegal y qué consecuencias puede tener en los próximos años?

El Origen del Término «Gerrymandering»

Para comprender el gerrymandering, hay que retroceder a 1812. En ese año, Elbridge Gerry, gobernador de Massachusetts, aprobó una ley que redibujaba los distritos electorales para beneficiar a su partido, el Demócrata Republicano. Uno de los distritos adoptaba la forma de una salamandra, lo que llevó a un periódico local a publicar una caricatura que combinaba el apellido del gobernador con la palabra «salamander» (salamandra en inglés), dando origen al término «gerrymandering». El objetivo de esta práctica es simple: trazar distritos legislativos que maximicen las posibilidades de tu partido mientras minimizas las opciones de tu rival.

El Complejo Sistema Electoral de EE.UU.

El sistema electoral de Estados Unidos va mucho más allá de simplemente contar votos. Recordemos, por ejemplo, lo ocurrido en 2016 cuando Trump ganó las elecciones a pesar de tener tres millones de votos menos que Hillary Clinton, todo debido al colegio electoral. Este no es el único componente del sistema electoral. Estados Unidos es una federación de 50 estados con importantes diferencias entre ellos, lo que ha dado lugar a un sistema electoral diseñado para evitar la victoria de un candidato respaldado solo por una región del país, sin importar cuán fuerte sea ese apoyo.

En las elecciones presidenciales, cada estado se convierte en una circunscripción única. En cambio, en las elecciones legislativas, el territorio de cada estado se divide en distritos para asignar un escaño a cada uno. Este es el terreno fértil para el gerrymandering, ya que el redibujo de estos distritos está a cargo de los políticos y puede resultar en distorsiones significativas en la representación electoral.

Impacto del Gerrymandering en las Elecciones

El gerrymandering puede producir resultados escandalosos. Por ejemplo, en Carolina del Norte, los republicanos ganaron 10 de los 13 escaños en 2020 con apenas el 50.3% de los votos, mientras que los demócratas obtuvieron solo el 23% de los escaños con el 48.5% del total de votos. Esto ocurre porque los distritos, a diferencia de los estados, no tienen límites geográficos fijos y se redibujan cada diez años. El resultado es que la manera en que se trazan los distritos puede cambiar drásticamente la representación política en el Congreso y en las legislaturas estatales.

La Batalla Legal contra el Gerrymandering

A lo largo de los años, numerosos intentos han buscado frenar el gerrymandering en los tribunales. William Whitford, un profesor de derecho en la Universidad de Wisconsin, llevó el caso hasta el Tribunal Supremo, argumentando que en Wisconsin, los legisladores habían elegido a sus votantes en lugar de al revés. Sin embargo, el Tribunal Supremo se ha mostrado reticente a intervenir en cuestiones de gerrymandering, afirmando que no poseen una fórmula adecuada para poner restricciones.

Los Tribunales y el Gerrymandering

El Tribunal Supremo ha abordado el tema en varias ocasiones, siempre concluyendo que es mejor no intervenir en política. Solo en casos de discriminación racial se han mostrado dispuestos a imponer límites. Esto deja la puerta abierta para que tanto demócratas como republicanos sigan utilizando gerrymandering para sus intereses partidistas.

Iniciativas Ciudadanas contra el Gerrymandering

A pesar del fracaso en los tribunales, existen esfuerzos ciudadanos para combatir esta práctica. Iniciativas como «Voters Not Politicians» en Michigan han logrado transferir el poder de redibujar los distritos a comisiones independientes, integradas por miembros de ambos partidos y ciudadanos elegidos por sorteo. Comisiones similares operan en estados como Arizona y California, y han sido replicadas en otros estados como Colorado y Utah.

Limitaciones de las Iniciativas Ciudadanas

Estas iniciativas, aunque prometedoras, tienen limitaciones. Solo una decena de estados permiten este tipo de referéndum y la voluntad humana a veces resulta contradictoria. En Missouri, por ejemplo, los votantes derogaron un plan para redistribuir distritos que habían aprobado apenas dos años antes.

El Censo y su Papel en el Gerrymandering

Cada 10 años, el censo desencadena un proceso de redistribución de los distritos en función de los cambios poblacionales. Esto es crucial ya que puede alterar el equilibrio de poder político. La última redistribución, influenciada por decisiones de la administración de Trump y Biden, promete tener efectos significativos. Se espera que estados republicanos como Texas y Florida ganen nuevos escaños a costa de estados demócratas como Nueva York y California.

El Papal del Gerrymandering en el Futuro Político

El gerrymandering jugará un papel crucial en las próximas elecciones legislativas. Tanto republicanos como demócratas están preparados para utilizar esta práctica en los estados que controlan para asegurar su mayoría en los próximos años. La reciente aprobación de la «Ley para el Pueblo» por parte de los demócratas en la Cámara de Representantes, un paquete de reformas destinado a acabar con el gerrymandering, enfrenta una dura batalla en el Senado.

Consecuencias del Gerrymandering

El gerrymandering no solo distorsiona la representación política, sino que también alimenta la polarización. Al asegurar que un partido domine un distrito, las verdaderas batallas se libran en las primarias, donde los candidatos más radicales tienen más posibilidades de ganar. Este fenómeno desincentiva las posturas moderadas y lleva a una mayor división política.

Conclusión: ¿Qué Hacer con el Gerrymandering?

Nos enfrentamos a una pregunta crucial: ¿debe permitirse el gerrymandering porque es una práctica utilizada por ambos partidos, o debería ser restringida para asegurar una representación más justa? Este debate continúa, y es esencial para el futuro de la democracia en Estados Unidos. La práctica del gerrymandering, tan arraigada en la política estadounidense, sigue generando controversia y reflexiones sobre la verdadera naturaleza de la democracia.

El gerrymandering es una herramienta que ha moldeado y seguirá moldeando el panorama político de Estados Unidos, con todas las complejidades y controversias que eso conlleva.

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