✈️ La Semana NEGRA: La Batalla AÉREA que Dio un Giro Decisivo a la Guerra







La Fuerza Aérea Rusa en la Guerra en Ucrania: Análisis y Errores Críticos

Introducción

A lo largo del conflicto en Ucrania, se ha observado una intensa actividad aérea que ha resultado en pérdidas significativas para ambos bandos. Rusia, con su fuerza aérea ostensiblemente superior en términos de número y tecnología, ha sufrido la pérdida de más de 80 aviones de combate, lo que equivale a la mitad de la fuerza aérea de España. Por otro lado, Ucrania, con una fuerza aérea más pequeña y menos frecuente, ha perdido 66 aparatos. ¿Qué causó estos errores y cómo han desempeñado ambos lados en esta guerra aérea? Este artículo ofrece un análisis detallado sobre estos eventos y examina los fallos y aciertos de las fuerzas aéreas involucradas.

Preparativos Iniciales y el Comienzo de la Invasión

En los días previos a la invasión, el personal ruso pasó horas revisando sus aviones, asegurando misiles, programando espoletas y repostando combustible. La madrugada del 24 de febrero, Rusia lanzó una serie de misiles destinados a inutilizar los radares y sistemas de defensa aérea ucranianos. Sin embargo, y a pesar de lo meticuloso de los preparativos, muchas baterías antiaéreas ucranianas ya habían salido de sus bases gracias a una alerta previa de Estados Unidos, preservando así una parte crucial de su defensa.

La Respuesta Ucraniana

Con las defensas aéreas ucranianas debilitadas, las fuerzas ucranianas trataron de compensar con enviando sus cazas Su-27 y MiG-29 para proteger los cielos de Kiev. Aunque estas aeronaves demostraron valentía, enfrentaron a los cazas rusos Su-35, que tenían una clara ventaja tecnológica y de adiestramiento. Los rusos disfrutaban de superioridad numérica, algo que los ucranianos no podían igualar.

El Objetivo de la Aviación Rusa

A diferencia de doctrinas más occidentales que buscan la supremacía aérea global, la doctrina soviética y por consiguiente rusa, estaba diseñada para garantizar la superioridad aérea local. El propósito era crear corredores seguros y paraguas de protección para sus fuerzas terrestres. Los cazas y helicópteros rusos fueron parte integral de esta estrategia, estableciendo barreras aéreas para dar seguridad a los movimientos en tierra.

La Batalla de Gostomel

Un ejemplo notable de esta estrategia fue la batalla por el aeropuerto de Gostomel. Rusia lanzó una avanzada con helicópteros que desembarcó un batallón de paracaidistas, logrando asegurar el perímetro inicialmente. Sin embargo, la rápida reacción de la Guardia Nacional Ucraniana, montando armas antiaéreas y solicitando fuego de artillería, crearon una resistencia significativa. Esto impidió que el cuerpo principal de la operación pudiera seguir, obligando a las fuerzas rusas a mover sus tropas por tierra desde Bielorrusia.

Desafíos Tecnológicos y Estratégicos

A pesar del dominio ruso en el aire, la Fuerza Aérea Ucraniana usó ingeniosas tácticas para maximizar su efectividad. Los drones Bayraktar, difíciles de detectar en radares, causaron graves daños en las columnas rusas antes de ser neutralizados. Además, Ucrania dispersó sus cazas en múltiples aeródromos, utilizando señuelos y operando desde carreteras para evitar ser objetivos fáciles.

La Semana Negra

Tras los cuatro días iniciales, Rusia se dio cuenta de que Ucrania estaba ofreciendo una resistencia mucho más férrea de lo esperado. En respuesta, lanzaron sus blindados en masa y aumentaron las misiones de apoyo aéreo. La Fuerza Aérea Ucraniana, frente a este abrumador desafío, adoptó la táctica de guerrilla aérea: operaciones pequeñas y puntuales diseñadas para provocar daño sin exponerse demasiado.

Actualización y Adaptación de Sistemas de Defensa

Los sistemas antiaéreos ucranianos, principalmente de origen soviético, fueron actualizados secretamente para resistir los ataques electrónicos rusos. El sistema S-300 usó su capacidad de abatir cazas a largas distancias, mientras que el sistema Buk se destacó por su movilidad. La utilización de tácticas como apagar y encender radares dificultó la localización por parte de los misiles anti-radar rusos, complicando aún más las operaciones rusas.

La Dispersión de Fuerzas

Ucrania, consciente de sus limitaciones, dispersó sus cazas para operar desde múltiples ubicaciones, incluyendo carreteras, y utilizó señuelos hinchables para confundir a Rusia. Esta estrategia aumentó la supervivencia de sus cazas y complicó la ofensiva rusa, que, a pesar de su superioridad tecnológica y numérica, encontró una resistencia inesperada.

Conclusión: Reflexión sobre los Errores y Aciertos

La primera fase de la guerra demostró que, aunque Rusia logró una supremacía aérea local inicial, hubo fallos significativos en la implementación de su estrategia. La subestimación de la resistencia ucraniana, la mala inteligencia sobre los objetivos y las deficiencias en la guerra electrónica fueron algunos de los errores críticos. El éxito ucraniano, por otro lado, no estuvo en superar tecnológicamente a Rusia, sino en su habilidad para adaptarse, dispersarse y usar tácticas ingeniosas para maximizar sus recursos limitados.

Estos eventos subrayan la importancia de la adaptabilidad y la innovación en operaciones militares, demostrando que la guerra moderna no solo se define por números y tecnología, sino también por la capacidad de cambio y la ingeniosidad estratégica.


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