«El Plan Oculto de China para Mantener su Control: Las Estrategias del Régimen»
El Impacto de la Tecnología en la Sociedad Moderna
Durante las últimas décadas, la tecnología ha transformado nuestro mundo de manera radical y en todos los sentidos. Gracias a los avances tecnológicos, el estilo de vida de nuestros padres y abuelos difiere enormemente del que disfrutamos hoy en día. Cosas como monitorizar el pulso en tiempo real, controlar hasta el último parámetro de la actividad física y mantenerse siempre conectado con amigos y familia hubieran sonado como una auténtica locura hace solo unos pocos años.
Beneficios y Facilidades que Ofrece la Tecnología
Hoy en día, la tecnología nos permite realizar tareas inimaginables hace unos años. Desde generar gráficos automáticos de actividad cardiaca a través del móvil, tener reuniones de empresa mediante videoconferencia desde cualquier lugar, hasta utilizar aplicaciones para rastrear y geolocalizar contactos en caso de una crisis sanitaria. Toda esta evolución tecnológica ha mejorado significativamente nuestra calidad de vida y eficiencia en múltiples aspectos.
Aplicaciones Tecnológicas en Crisis Sanitarias
- Rastrear contactos: Durante la pandemia del SARS-CoV-2, muchos países empezaron a utilizar aplicaciones para rastrear y geolocalizar ciudadanos que hayan estado en contacto con personas contagiadas.
- Determinación del riesgo: Aplicaciones israelíes pueden determinar tu riesgo frente al COVID-19 mediante voz o localización.
- Medidas en Corea del Sur: Uso intensivo de medios tecnológicos, incluidas pulseras electrónicas, para prevenir contagios y detectar casos de manera temprana.
El Lado Oscuro de la Tecnología
A pesar de todos estos beneficios, no todo es positivo en el mundo de la tecnología. Estas innovaciones también han generado nuevas capacidades para los estados y algunas multinacionales, capacidades que podrían ser usadas para fines no tan benévolos, especialmente aquellos que permiten monitorizar y seguir la actividad de las personas. Uno de los mayores problemas es el control estatal sobre la vida privada de los ciudadanos, lo cual es especialmente grave en naciones dirigidas por dictadores o gobiernos con pocos escrúpulos.
El Caso de China
China es uno de los países que ha llevado más lejos el uso de la tecnología para el control social. Durante la pandemia, el gobierno chino extendió y generalizó sistemas de geolocalización muy intrusivos. Entre ellos, el famoso «código de salud», un semáforo de colores que clasifica a los ciudadanos en función de su contacto con el coronavirus, determinando qué pueden y no pueden hacer.
¿Cómo Funciona el Código de Salud?
- Si las autoridades sanitarias determinan que un ciudadano ha tenido coronavirus, se le otorga el color rojo.
- Los usuarios también deben completar un cuestionario y proporcionar datos de geolocalización a través del móvil, lo que determina sus posibilidades de haber estado expuestos al virus.
- De acuerdo a estos datos, se les clasifica como rojo, amarillo o verde, siendo este último color el que ofrece mayor libertad dentro de las restricciones actuales.
El código de salud se utiliza para casi todo, desde entrar en el metro hasta autorizar pagos de billetes de avión o tren. Esto hace que la vida y la libertad de muchos ciudadanos dependa de este sistema, que en palabras llanas, suena como una historia salida de Black Mirror.
Expansión de la Vigilancia Estatal
Otro aspecto preocupante es el uso de tecnologías de vigilancia y reconocimiento facial en China. Con alrededor de 200 millones de cámaras de vigilancia a nivel nacional, algunas ciudades han implementado uno de los sistemas de detección facial más avanzados del mundo. Esto permite a las autoridades monitorizar de cerca a la población, combinar videovigilancia con rastreo de telecomunicaciones y calcular el riesgo en función del comportamiento social.
¿Qué Espera China del Futuro?
Un caso ejemplar es la ciudad costera de Rosell, donde cada ciudadano tiene mil puntos por defecto y puede ganar o perder puntos según su comportamiento. Acciones como donar sangre otorgan puntos positivos, mientras que peleas con vecinos o protestas contra el gobierno resultan en pérdida de puntos. Este sistema afecta gravemente las libertades básicas de los ciudadanos, restringiendo acceso a préstamos bancarios o movilidad, lo que podría generalizarse en el futuro.
Vigilancia en Países Democráticos
Este fenómeno no se limita a China. Países libres y democráticos como Estados Unidos y Reino Unido también están desarrollando sistemas de detección facial para la vigilancia. Sin embargo, actualmente, las limitaciones tecnológicas hacen que estos sistemas no sean tan efectivos como en China.
Debate Privacidad vs. Seguridad
Esto abre un debate crucial: ¿Está justificado sacrificar la privacidad en nombre de la seguridad? Por un lado, algunos priorizan la privacidad y la libertad por encima de todo, mientras que otros prefieren la seguridad. Aunque es un tema complejo, uno de los mayores retos es encontrar un equilibrio que no permita que la videovigilancia y el control estatal se extiendan a todos los aspectos de la vida cotidiana.
Conclusión
La tecnología ha traído muchos beneficios y facilidades, pero también ha planteado peligros serios relacionados con la privacidad y el control estatal. Es crucial estar alerta y mantener un equilibrio adecuado entre seguridad y privacidad para asegurar que estos avances no se conviertan en herramientas de opresión.