Increíbles Transformaciones en El Salvador Bajo el Liderazgo de Bukele
El Salvador bajo la sombra de Nayib Bukele: Un análisis detallado
El ascenso del presidente millennial
Nayib Bukele, el controvertido y extravagante presidente de El Salvador, ha dejado una huella profunda en la política reciente del país. Conocido por algunos como el «presidente millennial» y por otros como el «caudillo millennial», Bukele ha asegurado otros cinco años al frente del país centroamericano tras arrasar en las últimas elecciones. Pero, ¿a qué se debe esta impresionante victoria? Su gran activo parece ser una reducción drástica e incontestable de los crímenes violentos, especialmente los asesinatos, un hito que ha transformado a El Salvador en uno de los países más seguros de América Latina.
Para dar una idea más clara del cambio en la seguridad, El Salvador pasó de tener una tasa de 106,3 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2015 a un asombroso 2,4 en 2023. Esta cifra es casi la mitad de la tasa de Argentina y comparable con Lituania, incluso inferior a otros países europeos como Letonia o Andorra.
La mano dura contra el crimen
El éxito de Bukele en la reducción del crimen ha sido la piedra angular de su campaña electoral. Ha adoptado una política de «mano dura» contra la delincuencia, desmantelando las estructuras de las maras (pandillas) y operando bajo estados de excepción que le otorgan poderes sin precedentes. Esto incluye la capacidad de detener a personas con pocas pruebas, incluso basándose en su aspecto físico. Aunque esta estrategia ha sido efectiva para reducir el crimen, también ha tenido un alto costo en términos de derechos humanos y libertades civiles.
El gobierno salvadoreño estima que alrededor del 10% de las personas detenidas en estos operativos son inocentes. Esto ha llevado a la liberación de más de 7.000 personas de las prisiones salvadoreñas. Además, muchos juicios contra miembros de las maras han sido colectivos, condenando a numerosos acusados con pocas pruebas.
Dudas sobre la legalidad de su reelección
El camino hacia el segundo mandato de Bukele no estuvo exento de controversia. Su reelección se produjo bajo serias dudas de inconstitucionalidad. Tras la victoria de su partido en las elecciones legislativas de 2021, el congreso purgó el tribunal constitucional y reemplazó a los jueces con leales al partido. Los nuevos magistrados dictaminaron que Bukele podía postularse para un segundo mandato, a pesar de la prohibición constitucional de la reelección.
Esta maniobra política, digna de un episodio de «House of Cards», le permitió saltarse la prohibición constitucional y asegurarse un segundo mandato. Sin embargo, la intención no es cargar contra Bukele, sino analizar las claves de su primera presidencia y lo que depara el futuro.
Más allá de la seguridad: el estado de la economía
Si bien la reducción del crimen es un logro innegable, la economía salvadoreña no ha experimentado una mejora notable desde que Bukele asumió el poder en 2019. La pandemia de COVID-19 justifica en parte este fracaso, pero también hay otros factores. Desde el inicio de su mandato, la deuda pública de El Salvador se ha disparado. En 2019, la deuda era de poco más de 12.700 millones de dólares. Hoy, supera los 18.000 millones, sin contar la deuda del sistema de pensiones.
La apuesta por el Bitcoin
Bukele también confió mucho en el Bitcoin para financiar programas sociales y gastos corrientes a través de la compra de criptomonedas por parte del Estado. Sin embargo, esta adopción no ha cuajado entre la sociedad salvadoreña. A finales de 2022, solo el 24% de la población había usado Bitcoin para comprar o hacer pagos, y en 2023 los datos fueron aún peores. Además, el 66% de los salvadoreños considera un fracaso la estrategia cripto del presidente, y el 77% cree que el gobierno debería dejar de gastar dinero en esta criptodivisa.
Pobreza y falta de prosperidad económica
Las políticas de Bukele no han logrado reducir significativamente las tasas de pobreza y pobreza extrema en el país. Tras años de reducciones importantes, estas cifras apenas han cambiado durante su primer mandato. Uno de los mayores fracasos de Bukele fueron los llamados “Bonos Volcán”, un proyecto para emitir deuda soberana y financiar la construcción de la utópica Bitcoin City y una macro-planta para minar bitcoins con energía del volcán Conchagua. El proyecto fracasó y fue sustituido por una planta de energía renovable de capital privado.
Acuerdos controversiales con pandillas
El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusa a Bukele de haber realizado acuerdos secretos con la pandilla MS-13 para reducir la violencia en las calles. Estos acuerdos incluían la liberación de un miembro con una orden de extradición, acortar penas y mejorar las condiciones carcelarias de algunos presos. Además, se ha acusado al gobierno de pactar con el Cártel de Jalisco Nueva Generación a cambio de favores económicos y tolerancia a sus actividades.
El incumplimiento de estos acuerdos por parte de las maras llevó a Bukele a implantar el estado de excepción en 2022, una situación que aún sigue en vigor y que parece ser más la norma que la excepción en su forma de gobernar.
¿Qué podemos esperar para el futuro?
Con la vista puesta en su segundo mandato, los desafíos económicos de Bukele serán la prueba más grande a la que se enfrente. A pesar de su éxito en la seguridad, la economía salvadoreña necesita medidas urgentes para mejorar. La deuda pública es alarmante y la inversión extranjera directa ha caído drásticamente. En 2022, la inversión extranjera neta fue negativa, lo que indica que más capital salió del país del que entró.
Relaciones internacionales y alianzas
Bukele ha tenido relaciones complejas con Washington, debido a las sanciones y acusaciones de corrupción contra altos cargos de su gobierno. Esta situación lo ha llevado a estrechar lazos con China. Desde 2018, El Salvador ha intentado mejorar sus relaciones con el gigante asiático, incluso negociando un acuerdo de libre comercio.
Sin embargo, si Donald Trump, conocido por sus elogios mutuos con Bukele, regresara al poder en Estados Unidos, Bukele podría enfrentarse a un dilema: mantener sus compromisos con China o alinearse con Washington.
Conclusión
El futuro de El Salvador bajo la administración de Bukele es incierto. Aunque ha logrado una impresionante reducción del crimen, la economía y otros aspectos del país necesitan atención urgente. La popularidad de Bukele es innegable, pero tendrá que demostrar que puede abordar otros problemas cruciales en su segundo mandato.
El Salvador ha dado un paso significativo en la lucha contra la delincuencia, pero el verdadero reto ahora es asegurar un desarrollo económico sostenible y mejorar las condiciones de vida de su población.