¿Cómo Arabia Saudita Está Salvando a Rusia y Molestando a Estados Unidos?

Máxima tensión: El declive de las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita

Un matrimonio de conveniencia que se desmorona

Durante décadas, las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita fueron una especie de matrimonio de conveniencia. Washington garantizaba la seguridad de la Casa Saud, la familia real saudí, a cambio de un suministro constante y abundante de petróleo y la inversión de petrodólares en Wall Street. Aunque nunca hubo un tratado formal que los uniera, la percepción global era que Estados Unidos acudiría rápidamente en ayuda de Arabia Saudita en caso de necesidad, incluso si eso implicaba el uso de su poderío militar.

Sin embargo, esta alianza empezó a cambiar radicalmente con la revolución del fracking en Estados Unidos, que lo llevó a volverse casi autosuficiente en términos de consumo de petróleo. El nuevo enfoque hacia Oriente Medio y sus proveedores de energía precipitó un distanciamiento entre Washington y Riad. A este fenónemo lo podríamos llamar el «divorcio energético».

La ruptura y sus consecuencias

El 5 de octubre, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, conocida como OPEP+, anunció un significativo recorte en la producción de petróleo: reducirían la producción diaria en 2 millones de barriles. Este movimiento, considerado un «bombazo energético», representa un desafío a las reiteradas peticiones de la Casa Blanca para mantener la producción y evitar una subida de precios que podría beneficiar a Moscú en medio de la guerra en Ucrania.

La crisis energética actual, exacerbada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, ha vuelto a hacer del Golfo Pérsico un proveedor indispensable para Occidente. Las importaciones de petróleo y gas del Golfo han aumentado considerablemente en el último año, lo que confiere a los exportadores árabes un gran poder de mercado. Las monarquías del petróleo, sabiendo esto, buscan maximizar sus ganancias en medio de esta turbulencia global.

El impacto económico y geopolítico

La relevancia del Golfo Pérsico

El recorte en la producción de petróleo beneficia enormemente a las economías del Golfo. Según el FMI, los exportadores de Oriente Medio y Asia Central podrían ver ingresos adicionales de hasta 320 mil millones de dólares solo en 2022. Esta afluencia de dinero ha llevado a los jeques a querer mantener el precio del barril de Brent por encima de los 100 dólares para llenar sus arcas rápidamente.

El recorte no solo impacta a las economías occidentales, que enfrentan mayores costos de energía y una posible agudización de las presiones inflacionarias, sino que también actúa como un salvavidas para Rusia. En un momento en que Occidente está a punto de imponer un tope al precio del petróleo ruso, la decisión de la OPEP+ podría ser vista como un respaldo a Moscú, algo que no ha pasado desapercibido para nadie.

Una movida política estratégica

La medida de recortar la producción de petróleo ha sido recibida con gran descontento en Washington, especialmente en la Casa Blanca. Joseph Biden, quien durante su campaña electoral condenó a Arabia Saudita como un país paria debido al asesinato del periodista Jamal Khashoggi, se vio obligado a reevaluar sus relaciones con Riad debido a la guerra en Ucrania y la necesidad de contrarrestar a Rusia cortando sus ventas de petróleo.

El viaje de Biden a Arabia Saudita en julio, buscando un incremento en la producción y una coalición internacional contra Rusia, resultó en vano. La OPEP+, liderada por Arabia Saudita y Rusia, decidió en cambio reducir la producción, desatando la ira en Washington. El fracaso de las negociaciones subraya la complejidad de las relaciones internacionales y la influencia que el petróleo sigue teniendo en la política global.

Reacciones y posibles repercusiones

La respuesta de Estados Unidos

Las reacciones en Estados Unidos no se hicieron esperar. Senadores, incluyendo a Robert Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, han pedido congelar cualquier cooperación con Arabia Saudita, incluyendo la relacionada con el ámbito militar. Incluso se discute la reactivación de la Ley NOPEC, diseñada para sancionar a las compañías petroleras propiedad de gobiernos involucrados en carteles de petróleo, como Aramco.

El descontento no solo toca a las puertas del Congreso; también está resurgiendo un interés en el fracking dentro de la Administración Biden. Esta técnica de extracción de petróleo y gas, que había perdido protagonismo debido a las políticas verdes, está siendo reconsiderada como una alternativa viable para disminuir la dependencia de las importaciones de petróleo del Golfo.

La postura de las petromonarquías

Las petromonarquías del Golfo, por su parte, argumentan que la reducción de la producción no es una táctica política, sino una decisión de negocios. Sin embargo, la falta de condena a la invasión rusa de Ucrania y la negativa a respaldar las sanciones internacionales contra Moscú sugieren que existe una dimensión política en su estrategia. El país más beneficiado por esta medida es, sin duda, Rusia. Con costos de extracción más altos que los de sus competidores en el Golfo, y vendiendo su petróleo con grandes descuentos, la economía rusa depende en gran medida de mantener los precios del petróleo por encima de los 80 dólares por barril.

El recorte en la producción llega en un momento crítico para Rusia, cuyo gasto público depende en un 45% de los ingresos del petróleo. Con un precio del barril de Brent en torno a los 80 dólares antes del anuncio, Rusia enfrentaba serias dificultades financieras. La medida de la OPEP+ ha proporcionado un alivio crucial para el Kremlin, aumentando los precios y, por ende, los ingresos del petróleo ruso.

Las implicaciones más amplias

La influencia de los oligarcas rusos

Además de los factores económicos, la relación entre las monarquías del Golfo y Rusia también se ve fortalecida por la presencia de oligarcas rusos en la región. Dubai se ha convertido en un refugio para los millonarios rusos desde el inicio de la guerra en Ucrania, lo que fortalece los lazos económicos y políticos entre los Emiratos Árabes Unidos y Rusia. La compra de propiedades y el establecimiento de negocios por parte de estos oligarcas contribuyen a la prosperidad de la región, creando una simbiosis entre las élites económicas.

Un futuro incierto

Las decisiones tomadas por las petromonarquías del Golfo pueden tener repercusiones a largo plazo que van más allá de los ingresos inmediatos. Estados Unidos, al sentirse traicionado por un antiguo aliado, podría redoblar sus esfuerzos en la producción de petróleo y gas internos y acelerar el desarrollo de energías alternativas. La cooperación militar y las inversiones extranjeras en Arabia Saudita también podrían verse afectadas, lo que dificultaría los planes de Riad de diversificar su economía y atraer inversiones internacionales.

En definitiva, esta situación plantea muchas preguntas sobre el futuro de las relaciones internacionales y la estabilidad del mercado energético. La decisión de recortar la producción ha colocado a las petromonarquías en una encrucijada, donde deben balancear sus intereses económicos con las complejas dinámicas políticas globales.

El dilema de la OPEP: Apoyar a Rusia o a Occidente

El papel de la OPEP+ en el tablero geopolítico

La reciente reunión de la OPEP+ en Viena, donde se decidió el recorte de producción, tuvo como protagonistas al Ministro de Energía saudí Abdulaziz bin Salman y al Viceprimer Ministro ruso Alexander Novak. La presencia de Novak, sancionado por Estados Unidos, envía un mensaje claro sobre la postura de la OPEP+ y su disposición a desafiar las presiones de Occidente.

Las monarquías del Golfo insisten en que la reducción de la producción es una decisión puramente económica, no política. Sin embargo, su falta de condena a la invasión de Ucrania y la negativa a secundar las sanciones contra Rusia sugieren lo contrario. Para Rusia, el recorte supone un alivio financiero crucial, permitiéndole mantener los ingresos necesarios para continuar la guerra y hacer frente a las sanciones internacionales.

Los beneficios y riesgos para las petromonarquías

Mientras que Arabia Saudita y otros productores del Golfo se beneficiarán de los precios más altos del petróleo, los costos de extraer menos barriles y las posibles repercusiones geopolíticas podrían contrarrestar estos beneficios. Estados Unidos y sus aliados podrían intensificar sus esfuerzos para encontrar fuentes alternativas de energía y reducir su dependencia del petróleo del Golfo, lo que a largo plazo podría perjudicar a las economías de la región.

El desafío lanzado por las petromonarquías a Estados Unidos marca un punto de inflexión en las relaciones internacionales y el equilibrio de poder global. La decisión de la OPEP+ tiene implicaciones profundas, no solo para la economía mundial, sino también para las alianzas estratégicas y la geopolítica global. La pregunta ahora es cómo responderán Estados Unidos y sus aliados, y si podrán adaptarse a este nuevo escenario energético y político.

Conclusión: Un mundo en transición

El futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita

Estamos en una encrucijada histórica en las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita. La antigua alianza basada en el petróleo y la seguridad está siendo probada como nunca antes. Las decisiones actuales de las petromonarquías del Golfo de alinearse con Rusia y desafiar abiertamente a Estados Unidos podrían tener repercusiones duraderas y de gran alcance.

¿Qué futuro le espera a la relación entre estos dos gigantes? ¿Podrá Estados Unidos redefinir su política energética y reducir su dependencia del petróleo extranjero? ¿Continuarán las petromonarquías défiando a Occidente, o buscarán formas de reconstruir puentes y asegurar su longevidad económica? El tiempo lo dirá.

En cualquier caso, las decisiones tomadas en los próximos meses y años configurarán el panorama energético y geopolítico del siglo XXI. Mientras tanto, todos debemos estar atentos a cómo evoluciona esta tormenta diplomática y qué nuevas dinámicas de poder surgirán en el Middle East y más allá.

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