¿Por qué Hong Kong Lidera el Ranking de Viviendas Más Costosas del Mundo?
El Regreso de Hong Kong a China: Contexto Histórico
El 1 de julio de 1997 marcó el fin de una era para Hong Kong. Tras 155 años bajo el dominio británico, la ciudad volvió a formar parte de China. Este cambio no fue una simple transferencia de poder; vino acompañado de una particular configuración política conocida como «un país, dos sistemas». Bajo este modelo, Hong Kong se convirtió en una región administrativa especial, lo que le permitió mantener su propia legislación, sistema judicial, fuerza policial, moneda, y políticas de aduanas e inmigración. Este arreglo tenía como objetivo principal preservar la identidad de Hong Kong, asegurando que siguiera siendo la ciudad más libre de Asia hasta, al menos, el año 2047.
El Impacto Económico y Social
Desde su reintegración a China, Hong Kong ha experimentado una serie de cambios significativos, tanto positivos como negativos. En términos económicos, la ciudad ha mostrado un crecimiento promedio del 3.3% anual. Más de un millón de personas de la China continental han emigrado a Hong Kong en busca de oportunidades, contribuyendo a su dinamismo y prosperidad. Sin embargo, esta apertura también ha permitido una mayor intromisión del gobierno chino en los asuntos locales, algo que ha generado controversias y conflictos.
El Desafío del Mercado Inmobiliario
Hong Kong: La Ciudad de las Viviendas Inaccesibles
Entre las características más impresionantes de Hong Kong se encuentra su mercado inmobiliario. Con una población de más de siete millones y medio y más de 1200 rascacielos, los bienes raíces en esta ciudad son extremadamente caros. Desde plazas de garaje vendidas en cifras astronómicas hasta apartamentos de lujo, el sector inmobiliario de Hong Kong está en las nubes.
Para ilustrar el punto, consideren esto: si tuvieran un millón de dólares estadounidenses y quisieran comprar un apartamento en una buena zona de Hong Kong, apenas podrían adquirir 22 metros cuadrados. Comparado con otras ciudades, Hong Kong se sitúa como la segunda ciudad del mundo con las viviendas más caras, superada solo por Mónaco.
El Aumento de los Precios y la Reducción de Espacios Habitables
Desde 2003, los precios de la vivienda en Hong Kong han aumentado un 450%. Hoy en día, el precio promedio por metro cuadrado supera los 16,000 dólares estadounidenses. Para comprar un apartamento «normal» de 90 metros cuadrados, uno tendría que desembolsar, al menos, un millón y medio de dólares.
La falta de accesibilidad a viviendas asequibles obliga a los ciudadanos a comprar espacios cada vez más pequeños. La casa promedio en Hong Kong tiene solo 42 metros cuadrados, y es común que casi tres personas compartan esta estrecha área habitable. Pero eso no es lo peor: algunas soluciones recientes incluyen «casas-tubería» de tan solo 10 metros cuadrados, construidas con tuberías de hormigón.
El Verdadero Problema: ¿Falta de Espacio o Mala Gestión?
Podría pensarse que el alto costo de vivienda en Hong Kong se debe a la densidad de población y la escasez de tierra. Sin embargo, esta percepción no podría estar más lejos de la verdad. La realidad es que menos del 25% del territorio de Hong Kong está urbanizado, y solo el 7% está ocupado por viviendas urbanas. Fuera de las áreas densamente pobladas, se pueden encontrar campos, selvas, aldeas antiguas, campos de golf y numerosas viviendas unifamiliares.
Intervención Gubernamental en el Sector Inmobiliario
Hong Kong ha sido considerada por años como una de las economías más libres del mundo, caracterizada por impuestos bajos, comercio libre, seguridad jurídica y una mínima intervención gubernamental. Sin embargo, esta filosofía de laissez-faire tiene una excepción notable: el sector inmobiliario.
En Hong Kong, prácticamente toda la tierra es propiedad del gobierno, que controla la cantidad y la frecuencia con la que la tierra se pone en el mercado. Este control se realiza principalmente a través de subastas y acuerdos con promotores. Incluso en las subastas, la propiedad de la tierra generalmente sigue siendo del gobierno, otorgándose solo derechos de uso por ciertos años.
La escasez artificial de tierras inducida por el gobierno es el principal factor detrás de los altísimos precios de las viviendas. Si bien hay suficiente terreno para expandir áreas residenciales y comerciales, y existe la posibilidad de ganar más terreno al mar, todo lo decide el gobierno.
Termitas y Grandes Promotores Inmobiliarios
¿Por qué el gobierno de Hong Kong restringe la oferta de terrenos? Hay al menos dos razones. Primero, las subastas de terrenos son una fuente lucrativa de ingresos para las arcas públicas, generando miles de millones de dólares. En 2017, uno de cada cinco dólares en ingresos públicos provino de estas ventas.
En segundo lugar, y más preocupante, existe la sospecha de que hay relaciones corruptas entre las autoridades y los grandes promotores inmobiliarios. El sector está dominado por un pequeño grupo de multimillonarios que prefieren mantener los precios por las nubes. La escasez de terrenos y la burocracia necesaria para cualquier nuevo proyecto disuaden la competencia y protegen los intereses de estos grandes jugadores.
Consecuencias Sociales y Económicas
El desmedido precio de las viviendas ha generado una serie de problemas sociales y económicos en Hong Kong. Aunque la ciudad ofrece muchos empleos y salarios altos, las condiciones de vida para muchas personas son difíciles. Familias enteras se amontonan en apartamentos de 40 metros cuadrados con hipotecas desorbitadas.
Este sistema también genera una dependencia significativa del gobierno, especialmente entre los jóvenes que necesitan acceder a viviendas públicas, que son igualmente pequeñas. Además, dadas las restricciones territoriales, mudarse al extrarradio no es una opción viable ya que eso implicaría cruzar a la China continental y perder las libertades de que disfrutan en Hong Kong.
El altísimo coste de los espacios de oficina y locales empresariales también ha llevado a muchas empresas a trasladar sus operaciones a otras ciudades del Delta del Río de las Perlas, como Shenzhen, planteando desafíos para el futuro económico de Hong Kong.
Finalmente, el futuro de Hong Kong está en juego, y el desenlace dependerá de cómo se manejen estos complejos desafíos. La interacción entre la demanda de vivienda, la intervención gubernamental y los intereses privados seguirá siendo un tema central en el desarrollo de esta ciudad única.