¿Podrá Bangladesh Superar los Desafíos del Islam en su Camino hacia el Progreso?
Bangladesh: Entre el Progreso Económico y la Tensión Social
Bangladesh es uno de los países más densamente poblados del mundo. Con una población que representa la mitad de la de Estados Unidos pero concentrada en una superficie equivalente al Estado de Illinois, este país se enfrenta a desafíos únicos. A pesar de estos retos, Bangladesh ha demostrado un notable crecimiento económico en las últimas décadas. En tan solo 20 años, ha conseguido reducir la pobreza a la mitad y convertirse en un líder mundial en la fabricación textil, solo superado por China. Sin embargo, este crecimiento económico no ha beneficiado a todos sus ciudadanos de manera equitativa. Actualmente, aproximadamente el 13% de la población de Bangladesh vive con menos de 2 dólares al día, lo que constituye más de 20 millones de personas.
Una Historia de División y Conflicto
El Nacimiento de Bangladesh
La historia de Bangladesh es turbulenta y compleja. En 1947, cuando las colonias de la India se separaron del Imperio Británico, surgieron dos países: India, con mayoría hindú, y Pakistán, con mayoría musulmana. Sin embargo, Pakistán estaba dividido en dos partes separadas por 2,200 kilómetros de territorio indio, una situación insostenible a largo plazo. Las diferencias culturales, lingüísticas y políticas entre Pakistán Occidental y Oriental llevaron a crecientes tensiones. En 1971, estas tensiones culminaron en la Guerra de Liberación de Bangladesh, resultando en la independencia del país.
Tras la independencia, Mujibur Rahman, conocido como Bangabandhu, se convirtió en el primer presidente de Bangladesh. Su gobierno estableció una constitución laica y adoptó el socialismo árabe, combinando liderazgo autoritario, economía centralizada y laicismo. Sin embargo, su mandato fue breve; en 1975, un golpe de estado orquestado por sectores pro-pakistaníes resultó en su asesinato junto con la mayoría de su familia. Sus dos hijas, incluyendo a Sheikh Hasina, sobrevivieron.
La Consolidación del Poder
Después del golpe, Bangladesh vivió un período de inestabilidad política. El general Ziaur Rahman tomó el control en 1977, otorgando amnistía a los islamistas que habían asesinado a Bangabandhu. Esto marcó el inicio de una división ideológica que aún persiste en la política bangladesí. Dos partidos emergieron como protagonistas: el Partido Nacional Bangladesh (BNP), conservador y con fuerte presencia islámica, y la Liga Awami, socialista y laica. Ziaur Rahman fue asesinado en 1981, y hasta 1991, Bangladesh estuvo bajo regímenes militares.
Una Democracia en Entredicho
La Rivalidad de Dos Mujeres
Desde la restauración de la democracia en 1991, la política bangladesí ha sido dominada por dos mujeres: Khaleda Zia, del BNP, y Sheikh Hasina, de la Liga Awami. Estas dos líderes han alternado en el poder, con elecciones marcadas por protestas violentas y huelgas. En 2006, el ejército intentó un golpe de estado, posponiendo las elecciones por dos años. Finalmente, Sheikh Hasina asumió el poder y, aprendida la lección, decidió que mantener el control era más crucial que ganar elecciones.
Estrategias Políticas Controversiales
Hasina ha tomado medidas significativas para consolidar su poder. Enfrentó a los islamistas que participaron en el golpe de 1975 y desmanteló la tradición de establecer un gobierno neutral durante las elecciones. En las elecciones de 2014, mientras la oposición boicoteaba el proceso, Hasina ganó con un 79% de los votos, asegurando su dominio político. Sin embargo, esta victoria ha generado críticas sobre la autenticidad de la democracia en Bangladesh.
El Desafío de la Radicalización
Una Brecha de Pobreza
A pesar del crecimiento económico, Bangladesh sigue enfrentando serios problemas sociales. Más de 20 millones de personas viven en la pobreza extrema. Este segmento de la población, joven y profundamente religioso, es susceptible a la influencia de movimientos islamistas radicales. Desde 2013, el país ha sido testigo de un aumento en los ataques terroristas, incluyendo un atentado en 2016 que resultó en la muerte de 22 personas en un restaurante de Dhaka.
El Papel del Gobierno
La respuesta de Sheikh Hasina al terrorismo ha sido compleja. Por un lado, ha tomado medidas para combatir la radicalización, pero por otro, ha buscado apoyo entre los sectores más religiosos de la población. En 2018, el gobierno aceptó una inversión de 1000 millones de dólares de Arabia Saudita para construir 560 mezquitas y ha llevado a cabo reformas propuestas por grupos islamistas radicales.
Futuro Incierto
El futuro de Bangladesh está en una encrucijada. La combinación de un crecimiento económico rápido y desigual, junto con tensiones religiosas y políticas, plantea preguntas sobre la estabilidad del país. La posibilidad de que Bangladesh se convierta en una república islámica o que el gobierno de Hasina mantenga su control mediante tácticas controvertidas, añade un nivel de incertidumbre significativo.
Bangladesh es un país de contrastes. Su rápido crecimiento económico es un ejemplo a seguir, pero sus desafíos políticos y sociales no deben ser ignorados. La historia de Bangladesh es un recordatorio de que el progreso y la estabilidad a menudo requieren mucho más que crecimiento económico; necesitan cohesión social, justicia y gobernanza inclusiva.