Cómo el Plan Indio Está Preparado para Competir con China en el Mercado Global
India: El Nuevo Gigante Demográfico y sus Desafíos Económicos
Una vez, cuando éramos pequeños, todos aprendimos que Asia es el continente más grande y más poblado del mundo, y que dentro de Asia también estaba el país más habitado del planeta: China. Sin embargo, esto ya no es así. El 24 de abril de 2023, India superó a China y se convirtió en el país más poblado del mundo.
La Superación Poblacional de China
Efectivamente, lo que durante tanto tiempo se pronosticó al fin ha ocurrido: la India ha superado a China en población. Según las estimaciones, en julio de 2023, la India ya supera por unos escasos 3 millones de personas a China. Sin embargo, esta diferencia se va a ir incrementando con el paso del tiempo. Los expertos estiman que la población de China caerá de forma constante hasta los 800 millones para finales de siglo. Mientras tanto, la India alcanzará los 1.700 millones en el año 2060 y cerrará el siglo con unos 1.500 millones de habitantes. Es decir, que para finales del siglo XXI la población de la India prácticamente duplicará a la de China.
¿Y qué supone esto? Pues para China todo un reto. Por ejemplo, para el 2050, habrá 700 millones de trabajadores en China, es decir, 200 millones menos que en 2011. Además, estos 700 millones tendrán que hacer frente a los costes que supondrá tener 500 millones de chinos mayores de 60 años, 300 millones más que en la actualidad. Y, no solo eso, China también se arriesga a perder una de sus mayores fortalezas: la mano de obra barata.
Las Retos Económicos de India
Sin embargo, hoy no os vamos a hablar de China, sino del nuevo campeón demográfico en que se ha convertido la India. Un país que sigue siendo muy pobre y que todavía no ha conseguido igualar a China en cuanto a productividad económica o nivel de vida. Y, la pregunta es ¿por qué no?
Podríamos destacar muchos elementos: una excesiva burocracia, un agresivo proteccionismo, el sistema de castas del que recientemente os hemos hablado, y también su incapacidad crónica para desarrollar un factor crucial para el desarrollo económico: tener una fuerte infraestructura.
Que es precisamente a lo que vamos a dedicar este artículo. Pero, queridos amigos, ¿cómo ha llegado la India hasta aquí? ¿Cómo está afrontando Narendra Modi el reto de la falta crónica de infraestructuras? ¿Puede convertirse la India en el nuevo epicentro mundial de las manufacturas?
Un Recorrido por la Historia de la India
Empecemos con una pregunta que os puede pillar desprevenidos: ¿qué sabéis de la historia de la India? Seguramente muchos sabréis contarme algún dato sobre el Mahatma Gandhi y su apuesta por la no violencia. Y, seguro que la mayoría también sabéis que fue una antigua colonia británica. Pero… ¿algo más? Lo más probable es que no.
Normalmente, de la India solo nos resaltan su enorme población, pero este gigante es mucho más que eso y su historia es crucial para entender la actual India. Independizada en 1947 del Imperio Británico bajo el liderazgo de Gandhi, la India es un Estado federal relativamente joven. Desde su comienzo tuvo que afrontar un escenario económico muy poco productivo basado en la agricultura de subsistencia; hasta el 70% de la población vivía de ella.
Sin embargo, tras el asesinato de Gandhi en 1948, llegó al poder su compañero y figura principal de la independencia: Jawarharlal Nehru. El nuevo primer ministro de la India comenzó a dirigir la economía desde el propio Estado y en 1951 creó el primer plan quinquenal del país. Este plan nacionalizó la minería, el sector energético y la industria pesada. También se implantó un estricto sistema de licencias que engrosó desmesuradamente la burocracia. Lo cual hizo que durante su mandato, el cual se extendió hasta 1964, la economía apenas lograra crecer un 2,5%. Un nivel insuficiente para acabar con el desempleo crónico, la pobreza o la desnutrición.
Más tarde, con la muerte de Nehru en 1964 y de su sucesor, Lal Bahadur Shastri, en 1966, llegó otra de las figuras más importantes de la historia del país: Indira Gandhi. No, no es la hija del Mahatma, sino del propio Nehru. Indira Gandhi gobernó desde 1966 hasta 1984 de manera casi ininterrumpida a excepción de los 3 años que transcurren entre 1977 y 1980. Durante el resto del tiempo fue dueña y señora del país.
La Revolución Verde
¿Y qué es lo que hizo durante sus dos mandatos? Pues, básicamente, continuar con los planes económicos de su padre: nacionalizó el sistema bancario, las minas de carbón y las compañías petroleras, entre otras. Sin embargo, pese a todo, el principal hito de la primera ministra india fue la erradicación, casi por completo, del hambre a través de la conocida Revolución Verde.
¿En qué consistió esta revolución? Pues esencialmente en la introducción de cultivos con rendimientos mucho más altos, como el arroz enano; el uso generalizado de fertilizantes y pesticidas, y la mejora de los sistemas de regadío. No obstante, en octubre de 1984, 4 meses después de producirse un enfrentamiento entre el estado y los separatistas de la religión Sikh, Indira Gandhi fue asesinada por algunos de sus guardaespaldas que profesaban esa misma religión.
Pero, amigos, si creíais que eso de las dinastías políticas era solo cosa de los Kennedy, craso error. ¿Sabéis quién tomó las riendas del país tras el asesinato de Indira Gandhi? Exacto, su hijo, Rajiv Gandhi. Y, ¿qué hizo exactamente? Realmente no cambió demasiadas cosas, continuó con el legado de su madre y su abuelo. Pese a todo, al final, durante los años 80 la India logró crecer por encima del 3% y tuvo algunos años razonablemente buenos. La evolución dado el nivel de pobreza del país no era para tirar cohetes, pero aparentemente tampoco un desastre.
Sin embargo, el problema es que este crecimiento tenía gato encerrado. Durante años, la India creció a base de deuda. Y, como ya pasó en América Latina a principios de los 80, la India sufrió una crisis financiera en 1990. Fue entonces cuando, en 1991, siendo primer ministro Narasimha Rao, la India comenzó a abrirse al mundo: se redujo drásticamente la burocracia eliminando buena parte del sistema de licencias de Nehru, disminuyeron los aranceles y las reservas monetarias acabaron creciendo desde los $3.000 millones en 1991 hasta los $25.000 millones en 1995.
Sin embargo, a la India le seguía faltando algo que consolidara y expandiera su crecimiento económico, algo que su vecina China ya estaba desarrollando: infraestructura. Pues bien, así comenzó el impulso de la infraestructura en este subcontinente de Asia.
El Despegue de la Infraestructura en India
Un país necesita infraestructura: sin carreteras, sin centrales eléctricas o sin tecnología, difícilmente un país puede prosperar en el siglo XXI. Por eso mismo en África los países trabajan tanto con China, porque el gigante asiático les facilita préstamos y ayuda para construir todas esas infraestructuras básicas que resultan indispensables para alcanzar el desarrollo.
De todo esto se dio cuenta en la India el primer ministro Atal Bihari Vajpayee en 1998, y por eso impulsó el famoso proyecto llamado “Cuadrilátero de Oro”. Este proyecto conecta por carretera 4 de las principales ciudades del país: Nueva Delhi en el norte, Calcuta en el este, Chennai en el sur y Bombay en el oeste, todo con miras a mejorar los intercambios económicos dentro del país.
Pero, desde luego, este impulso no se quedó ahí. Su sucesor, Manmohan Singh, que llegó al poder en 2004, impulsó la construcción de los corredores dedicados al transporte de mercancías por tren. Hizo de estos el eje principal del plan quinquenal de 2007-2012 y hoy ya están en funcionamiento 2 de estos corredores: el occidental, de 1.500 km de largo, y el oriental, el más largo, con 1.900 km de longitud que va desde Ludhiana, la ciudad más poblada de Punjab, hasta Dankuni, que es parte del área metropolitana de Calcuta.
Los Obstáculos en el Camino
Pese a todo, los avances seguían siendo demasiado lentos. Y claro, en un país tan poblado y con ciudades extraordinariamente grandes os podéis imaginar el enorme problema que eso supone: carreteras colapsadas, trenes atestados de gente circulando a velocidades extremadamente lentas, cortes de electricidad, problemas con los plazos de entrega de las mercancías, etcétera, etcétera.
Fue entonces, en 2014, cuando irrumpió en la política nacional india una particular figura: Narendra Modi. Uno de sus grandes empeños ha sido y está siendo mejorar las infraestructuras a lo grande, bajo una iniciativa: la iniciativa “Make in India.”
La Iniciativa «Make in India»
Impulsada en 2014 por el propio Modi, la iniciativa “Make in India” busca hacer de la India el hub manufacturero más importante del mundo, incluso por encima de China. El objetivo es que el peso del sector de las manufacturas pase del 17% actual a más del 25%. Por el camino esperan crear de paso 100 millones de puestos de trabajo en este sector.
El gobierno de la India se ha centrado en construir una mejor infraestructura que sea capaz de atraer más inversiones e incentivar la innovación de 25 sectores concretos, entre los que destacan la energía, los productos químicos, los sistemas electrónicos o el sector automovilístico. La iniciativa parece estar dando sus frutos, ya que desde el año fiscal 2012-13 hasta el 2020-21, el año principal de la pandemia del Covid, la Inversión Extranjera Directa pasó de unos 34 mil millones de dólares a tocar los 82 mil.
El Nuevo Impulso de Infraestructuras
Durante este tiempo, Modi ha impulsado la construcción de más 10.000 km nuevos de autovías cada año, y se han construido más de 45 nuevos aeropuertos civiles con decenas más en construcción. También se han desarrollado nuevos puertos, nuevos sistemas de transporte metropolitano y miles de kilómetros de nuevos ferrocarriles a lo largo y ancho del país.
Con todo ello, Modi persigue un objetivo crucial: lograr reducir los costes logísticos del país, que se sitúan en un 14% del PIB, a menos del 8% del PIB para el año 2030. Una infraestructura eficiente resulta absolutamente clave para la competitividad del sector industrial.
De hecho, el presupuesto de 2023 dedicado a la construcción de infraestructuras ha crecido un 33% con respecto al año anterior hasta alcanzar el 3.3% del PIB, es decir, $122.000 millones. Además, se han extendido los préstamos sin intereses a 50 años para todos aquellos gobiernos estatales que quieran invertir en infraestructura.
Desafíos Energéticos
A pesar de estos avances, hay un problema que podría alejar la inversión hacia la India: el suministro eléctrico. La India ya lleva al menos 3 años con cortes de electricidad, sobre todo nocturnos, debido a la escasez de carbón y su pobre y anticuada infraestructura. Como ya os podéis imaginar, esto supone un problema fundamental para toda la industria.
Para solucionar este problema, la India tiene proyectada la construcción de 26 plantas eléctricas de carbón en los próximos 10 años. Sí, sí, carbón. Sea como sea, lo más seguro es que la India aún tarde décadas en alcanzar a China como principal productor de manufacturas del mundo, si es que lo consigue algún día.
La Geopolítica de los Semiconductores
Por supuesto, esto no significa que la India no vaya a convertirse en un actor económico crucial como lo es hoy día China. Incluso, hay una industria que, de llegar a desarrollarse en la India, podría llegar a desbaratar muchos de los planes geopolíticos de Pekín: los semiconductores.
Modi no pretende crear e impulsar empresas desde cero en la India, sino atraer a grandes firmas al país. Y tampoco es una locura. La India tiene cuatro ventajas: un gran mercado interno, un amplio conocimiento del inglés, una mano de obra relativamente muy barata y una de las mayores canteras de licenciados en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Por todo esto, no es de extrañar que ya nos estemos encontrando con noticias como estas: “ISMC Digital invertirá $3.000 millones en una unidad de fabricación de chips en Karnataka” o “Foxconn y Vedanta construirán en la India una fábrica de chips por valor de 19.000 millones de dólares.”
Y precisamente esta es una de las mayores preocupaciones de China. India y China no son precisamente los mejores amigos del mundo: mantienen reivindicaciones territoriales y ambos países aspiran a convertirse en la principal potencia regional en Asia.
China ha estado expandiendo su poder por el Mar de la China Meridional y, aún más preocupante para la India, por otros países de Asia como Pakistán o Sri Lanka. Pero por su parte, India también ha hecho lo mismo, jugando con su posición geoestratégica en las islas del Mar de Andamán y fortaleciendo vínculos con países como Omán, las Islas Seychelles o Indonesia, puntos clave que, llegado el caso, podrían cortar el suministro del crudo que llega por mar desde el Golfo Pérsico hasta China.
Hablamos de una incipiente lucha que ha llevado a que la India se acerque cada vez más a Estados Unidos. Este acercamiento no solo le interesa al propio Modi, sino también a la administración Biden, ya que consideran a la India un socio estratégico clave para equilibrarse frente a China tanto en el sur de Asia como en el Indo-Pacífico.
Estados Unidos está invirtiendo de manera decidida en la industria de los semiconductores y presionando para que empresas taiwanesas trasladen parte de sus operaciones a otros países. Hoy Estados Unidos produce en torno al 12% de todos los semiconductores del mundo, muy por debajo de Taiwán, una isla que produce la inmensa mayor parte de los semiconductores más avanzados.
Conclusión
Si la India logra posicionarse en el campo de los semiconductores, probablemente eso animaría a muchas empresas tecnológicas a trasladar su producción desde China a la India. Es crucial que la India logre conectarse al mundo y garantizar que su economía pueda funcionar de forma ágil y barata. Necesita que los profesionales y las mercancías puedan moverse de forma rápida y económica, así como garantizar un suministro eléctrico competitivo.
Llegados hasta aquí, las preguntas son ahora para todos vosotros: ¿Creéis que la India conseguirá superar también económicamente a China? ¿Logrará convertirse en uno de los principales productores de semiconductores y reducir el riesgo que supone China? Podéis dejarnos vuestras respuestas en los comentarios.