¿Cómo Israel se Transformó en una Mega-Potencia Económica?
Israel: El Milagro Tecnológico del Desierto
Cuando pensamos en países innovadores, a menudo nos vienen a la mente nombres como Estados Unidos, Corea del Sur o Alemania. No obstante, hay un país cuya inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) y sus logros en este campo sorprenden incluso a las grandes potencias: Israel. Comúnmente conocido como «El Silicon Valley de Oriente», Israel es el país con la mayor inversión en I+D per cápita del mundo.
El Silicon Valley de Oriente
Israel ha creado un entorno donde tanto el sector público como el privado están obsesionados con la innovación. Aun siendo un país en medio del desierto, su sector agrícola es destacado gracias a la tecnología avanzada que permite cultivar y proveer productos agrícolas a todo el mundo. Por ejemplo, es común encontrar frutas israelíes como naranjas y limones en los supermercados europeos a pesar de las desafiantes condiciones climáticas.
Esto ha sido posible gracias a la inversión en técnicas de modificación genética de plantas y sistemas de riego con aguas semi saladas, demostrando que en Israel, más vale el ingenio que la fuerza.
Un País Rico en Medio de la Adversidad
El éxito de Israel ha trascendido el ámbito agrícola y se ha manifestado en su economía global. Con un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita mayor que el de gigantes europeos como Alemania, Francia o Reino Unido, Israel ha logrado destacar en un entorno donde la pobreza y las rentas bajas son la norma, considerando que sus vecinos incluyen a Siria, Líbano, Jordania y Egipto.
Muchos atribuyen el éxito económico de Israel a su estrecha relación con Estados Unidos, pero la realidad es más compleja. Durante gran parte del siglo XX, Israel fue un país con una fuerte influencia socialista y con un gobierno intervencionista, que llevó a resultados económicos mediocres y un alto nivel de inflación.
El Giro Económico de los Años 90
A partir de los años 90, Israel adoptó cambios significativos que transformaron totalmente su economía. Entre 1974 y 1986, el país sufrió tasas de inflación superiores al 30%, llegando al 400% en 1984, una inflación incluso mayor a la que Venezuela experimentó en 2015. Este panorama cambió con la llegada del primer ministro Simón Pérez en 1984.
A través de una serie de medidas radicales, Pérez controló las finanzas públicas, privatizó empresas que generaban pérdidas y frenó la emisión descontrolada de moneda. El déficit público pasó de estar por encima del 10% a tener superávits cercanos al 2%. Además, otorgó independencia al Banco Central, limitando la posibilidad de futuras malas prácticas gubernamentales.
Estas medidas estabilizaron la economía, reduciendo la inflación a niveles manejables y fortaleciendo la moneda local. A partir de ahí, la economía de Israel comenzó a crecer a un ritmo acelerado, alcanzando incrementos del PIB cercanos al 5% anual.
El Programa Yozma: La Semilla del Milagro Tecnológico
Para convertirse en una economía avanzada, Israel reconoció la necesidad de atraer a los mejores talentos y empresas del extranjero. A pesar de sus desventajas geográficas y políticas, Israel encontró una solución innovadora: el Programa Yozma.
Lanzado en 1991, Yozma identificó y apoyó a pequeñas empresas tecnológicas prometedoras que carecían de capital. En lugar de simplemente distribuir fondos públicos, el programa creó 10 fondos de capital riesgo que contaron con inversión tanto pública como privada.
Estos fondos recibieron 8 millones de dólares de inversión pública por cada 12 millones captados de inversores privados. Además, los fondos de capital riesgo podían comprar la participación pública devolviendo el dinero al gobierno más intereses, garantizando así un costo nulo para el gobierno.
En dos décadas, el número de startups en Israel se multiplicó por 20, alcanzando más de 6000 en la actualidad. Adicionalmente, el país ha registrado un alto número de patentes, consolidándose como un líder mundial en ciencia y tecnología.
Factores Clave en el Éxito de Israel
El éxito de Israel no solo se debe al Programa Yozma. Otros factores han contribuido de manera significativa, como las reducciones fiscales para empresas tecnológicas, una gran inversión en infraestructuras científicas, una política activa de captación de inmigrantes cualificados y una significativa reducción de la burocracia, creando un entorno favorable para los negocios.
Todo esto ha permitido a Israel no solo mantenerse estable económicamente, sino también destacarse como una potencia tecnológica global. En lugar de simplemente gastar mucho dinero, Israel ha demostrado que gastar bien, con estrategia e innovación, puede transformar completamente la economía de un país.
Un Modelo a Seguir
El modelo israelí de combinar iniciativa privada con el apoyo financiero del gobierno, confiando en expertos, ha demostrado ser altamente eficaz. Este enfoque podría ser aplicable en otros países que busquen impulsar su desarrollo económico a través de la innovación tecnológica.
El éxito de Israel nos deja varias lecciones importantes: la importancia de la estabilidad económica, la necesidad de incentivar la innovación y, sobre todo, la capacidad de aprovechar tanto los recursos públicos como el capital privado para lograr objetivos ambiciosos.
Conclusión: La Clave Está en la Innovación Estratégica
Israel ha demostrado que la innovación, el apoyo estratégico del gobierno y la colaboración con el sector privado pueden transformar una economía. Este pequeño país ha logrado posicionarse como uno de los líderes mundiales en tecnología y ciencia, demostrando que el ingenio y la estrategia pueden superar cualquier desafiante entorno geográfico o político.
El caso de Israel es un ejemplo claro de cómo una serie de políticas bien implementadas pueden llevar a un país de ser una economía problematizada al borde de la hiperinflación, a convertirse en un líder global en tecnologías avanzadas y una economía próspera y estable.
Ahora, la pregunta queda para otros países: ¿Podrían replicar el modelo israelí en sus propios contextos? Sólo el tiempo lo dirá, pero las lecciones aprendidas de Israel son indudablemente valiosas.