¿Estamos Realmente Listos para la Revolución de la Inteligencia Artificial?
Miedo a la Tecnología: ¿Amigos o Enemigos?
Probablemente muchos de vosotros habéis experimentado ese sentimiento de inquietud en el estómago al pensar en la tecnología avanzada. La inteligencia artificial, los coches autónomos, las fábricas sin trabajadores y los robots inteligentes nos generan dudas. ¿Nos quitarán el trabajo? ¿Aumentarán el poder de unos pocos a costa del resto? ¿Incrementarán las desigualdades? ¿controlarán el mundo?
Estas preguntas y miedos no son infundadas. Se han convertido en nuestro propio fantasma del siglo XXI, un espectro que recorre el planeta. Pero, ¿por qué estamos tan asustados?
Nuestra Relación con las Máquinas: Amor y Odio
Desde el inicio de los tiempos, nuestra relación con las herramientas y las máquinas ha sido compleja. Algunas personas las ven como oportunidades para el progreso, mientras que otras las consideran una amenaza. Esta dualidad de percepciones no es nueva.
A lo largo de la historia, la llegada de nuevas tecnologías siempre ha traído consigo incertidumbre y contradicciones. Por ejemplo, mientras protestamos porque las máquinas nos quitan el trabajo, al mismo tiempo nos quejamos de trabajos extenuantes. Los líderes sindicales exigen jornadas laborales más cortas, pero rechazan la tecnología que podría lograrlo. Y, similarmente, los políticos critican el bajo poder adquisitivo mientras ponen trabas a tecnologías que podrían mejorar la productividad.
El Miedo a los Cambios: Una Lección de la Historia
Desde que habitábamos en las cavernas, el ser humano ha utilizado herramientas para sobrevivir y progresar. Las herramientas para cazar, recolectar, cultivar y conservar alimentos han sido fundamentales en este progreso. Sin embargo, hubo un momento histórico en que las herramientas y las máquinas se convirtieron en enemigos, al menos para una parte de la sociedad: la Revolución Industrial.
La Revolución Industrial trajo consigo un salto enorme en términos de bienestar, pero también desencadenó protestas y movimientos en contra del uso de nuevas tecnologías. Uno de los movimientos más famosos fue el de los luditas, quienes promovieron ataques contra las fábricas y las máquinas a principios del siglo XIX.
Por suerte, estos movimientos no tuvieron éxito, y hoy podemos disfrutar de los beneficios que estas tecnologías han aportado. Pero esta resistencia al cambio no es exclusiva del pasado. Todavía hoy encontramos ejemplos de cómo el miedo y la desconfianza hacia la tecnología puede parecer risible desde nuestra perspectiva moderna.
El Ferrocarril y el Presidente Martin Van Buren
Consideremos el caso del presidente Martin Van Buren, octavo presidente de los Estados Unidos. En 1829, Van Buren estaba tan preocupado por los peligros del ferrocarril que escribió una carta al presidente Andrew Jackson pidiendo la prohibición del ferrocarril. Temía que el ferrocarril pusiera en riesgo el trabajo de miles de personas y amenazara la seguridad nacional.
Hoy, estos argumentos pueden parecernos ridículos, pero en su momento, mucha gente los tomó muy en serio.
Consecuencias de la Tecnología: Telecomunicaciones y Trabajo
Los cambios tecnológicos han traído dificultades para algunas personas. Pensemos en el desarrollo de las telecomunicaciones. Cuando la telefonía se hizo masiva, las operadoras conectaban las llamadas de larga distancia, lo que hacía que las llamadas fueran carísimas. Pero, a partir de 1980, la tecnología permitió la comunicación directa sin intermediarios, abaratando las llamadas y haciendo más fácil la comunicación.
¿Qué pasó con todos esos operadores? Tuvieron que cambiar de trabajo. Adaptarse no siempre es fácil, pero fue beneficioso para la sociedad en general. Lo importante es que en una sociedad se genere empleo y sea relativamente fácil cambiar de trabajo.
Este es el Momento de Mayor Uso de Tecnología en la Historia
Hoy estamos en el momento de la historia en que más se utiliza la tecnología, y es también cuando más personas trabajan. De hecho, los países que más robots utilizan son los que menos desempleo tienen. No está mal, ¿verdad?
Pero, ¿qué hay de la inteligencia artificial (IA)? Algunos se preocupan de que esta tecnología sea diferente y desplace a los humanos.
El Tiempo de la IA: Revolución Inminente
El tiempo de la inteligencia artificial y los robots ya está aquí. Utilizamos productos y servicios que funcionan con IA todos los días, desde asistentes de voz hasta coches autónomos. La velocidad con la que progresa esta tecnología es impresionante.
La inteligencia artificial consiste en aplicar el poder de cómputo de las computadoras para resolver problemas. En los últimos 30 años, el costo de la capacidad de cómputo se redujo en 200 millones de veces. Esta evolución explica por qué una PlayStation 4 es más poderosa que una supercomputadora Cray-2 de 1984.
Esta capacidad de cálculo permite que la IA nos reemplace en muchas tareas. Por ejemplo, los coches autónomos terminarán imponiéndose, ya que estas máquinas tienen capacidades de cálculo y percepción impresionantes.
Esto incrementará enormemente la productividad y, con ello, el bienestar de la mayoría de las personas. Jack Ma, presidente de Alibaba, predice que en los próximos 30 años la gente trabajará solo 4 horas al día y 4 días a la semana, además de visitar muchos más lugares.
Durante este tiempo, se crearán muchos nuevos puestos de trabajo, y no solo de alta cualificación. La pregunta es, ¿están las máquinas cerca de superarnos? Para algunas tareas sí, pero para otras muchas no.
Comparación entre Humanos y Máquinas
Las computadoras son rápidas, pero ineficientes para aprender. Necesitan analizar algo un número abrumador de veces para reconocer patrones. Esta es una gran ventaja que tenemos sobre las máquinas.
Los humanos somos capaces de generalizar a partir de unos pocos ejemplos. Somos superiores en creatividad, innovación, intuición y empatía. A pesar de los avances tecnológicos, estas habilidades humanas siguen siendo invaluables.
Reflexión Final: ¿El Futuro Será de las Máquinas?
El futuro es incierto. Puede que los robots nos sustituyan en muchas tareas, o que nos fusionemos con ellos, creando algo similar a ciborgs. Hasta ahora, las máquinas han significado más empleos y más bienestar para todos. En el futuro próximo, es casi seguro que algunos trabajos desaparecerán y otros muchos se crearán, y probablemente las jornadas laborales se reducirán y los salarios reales aumentarán.
No caigamos en el mismo error que el expresidente Martin Van Buren con su miedo y rechazo al ferrocarril. En el mundo aún tenemos muchos retos que superar, como la pobreza o la sostenibilidad ambiental. Las máquinas pueden ser nuestras grandes aliadas en estos desafíos. La tecnología sigue evolucionando, pero nuestra capacidad de adaptarnos y usarla en nuestro beneficio es lo que determinará nuestro éxito.