China: ¿Podrá Superar su Dependencia del Carbón? ¿Estará China lista para abandonar el carbón?

China y su Encrucijada Energética: La Lucha Entre el Carbón y las Energías Limpias

China sigue siendo el país más contaminante del mundo y también el mayor consumidor de energía, algo que no debería sorprender a nadie. Precisamente por este motivo, el gigante asiático juega un papel clave en el cumplimiento de los objetivos climáticos del Acuerdo de París, que busca limitar el calentamiento global a un máximo de 2 grados Celsius. Reducir el uso del carbón es fundamental en esta operación. Según el mismo Acuerdo de París, este tipo de combustión debería eliminarse para 2050 en todo el mundo.

El Impacto del Carbón en China y el Mundo

Hoy en día, China emite el 30% de todas las emisiones globales de CO2 y, al mismo tiempo, es responsable del 20% de todas las manufacturas globales. Esto refleja que China sigue siendo altamente ineficiente en la gestión de la contaminación, principalmente debido a su alta dependencia del carbón como fuente de energía. El carbón, un medio muy barato para producir energía, tiene abundantes reservas en China.

Recientemente, se había creído que estas «centrales sucias» tendrían sus días contados. Sin embargo, parece que China ha frenado este proceso. En este artículo, exploraremos cómo y por qué China ha decidido mirar de perfil el problema de contaminación que supone el carbón y lo que podemos esperar en el futuro.

Contradicciones en las Políticas Energéticas de China

Dos titulares ponen en evidencia la contradicción en las políticas energéticas de China. En 2016, China advirtió a Trump contra el abandono del acuerdo sobre el cambio climático, mientras que en 2019, años después de congelar nuevos proyectos de carbón, China volvió a construir plantas de carbón. Esto muestra que, a pesar de los avances, el país sigue teniendo una relación complicada con el carbón.

China es aún un país en desarrollo con una demanda de energía empujada no solo por la industria sino también por su creciente clase media. Esto hace que su consumo energético crezca sin parar, muy lejos del punto en el que están, por ejemplo, Europa, donde las energías limpias y las mejoras de eficiencia permiten mantener a raya tanto el consumo energético como las emisiones de CO2.

El Aumento de Producción de Energía con Carbón en China

A pesar de las promesas y los planes del gobierno chino, el país no solo no está reduciendo su producción eléctrica con carbón, sino que incluso la está incrementando, junto con las emisiones. Las emisiones chinas ligadas al carbón aumentan cada año. Es más, China ha desbloqueado la construcción de al menos dos docenas de nuevas centrales en 11 provincias, incrementando la producción en 150 gigavatios. Para abastecer estas nuevas plantas, se abrirán 40 nuevas minas de carbón en los próximos años, creando miles de puestos de trabajo en la industria.

Desafíos del Mix Energético de China

Desde 2012, el porcentaje del mix energético producido por carbón ha caído del 68.5% al 59% en 2018. Sin embargo, a pesar de esta reducción, la realidad es que China ha pasado de producir 700 unidades de energía con carbón a 900, incrementando las emisiones en lugar de reducirlas. En lo que va del milenio, el país ha multiplicado por cinco la producción de electricidad con carbón, mientras que Estados Unidos y la Unión Europea la han reducido.

China: Líder en Energías Limpias

Si bien China es líder mundial en energía sucia, también es el mayor productor de energía limpia del planeta. En 2018, el país tenía 728 gigavatios instalados con energías renovables, un 12% más que en 2017. Sin embargo, surge la pregunta: ¿Por qué sigue China construyendo plantas de carbón en lugar de apostar definitivamente por las energías limpias?

El subsuelo chino está repleto de carbón, y sin este mineral, muchas regiones volverían a la pobreza, afectando a decenas de miles de trabajadores en la industria del carbón. El principal interrogante es si China logrará cumplir los plazos marcados por la comunidad internacional para combatir las emisiones de gases de efecto invernadero y reducir su dependencia del carbón.

El Paradigma Chino: De la Ambición a la Realidad

El caso de China es complicado. En la década de 1980, el país vivió una explosión industrial y económica acompañada de una creciente demanda de energía. El gobierno promovió leyes que permitieran a las empresas y gobiernos regionales adelantarse a la demanda, construyendo más centrales de carbón de las necesarias.

En 2014, el gobierno central permitió a las provincias aprobar y construir centrales eléctricas, descentralizando la toma de decisiones. Sin embargo, esta decisión no favoreció la sustitución del carbón. Los gobernantes provinciales, buscando hacer carrera en el partido, favorecieron la industrialización y, consecuentemente, la dependencia del carbón para satisfacer la alta demanda de energía.

Esto ha llevado a una situación de contaminación grave en las ciudades chinas, llevando al gobierno central a paralizar la construcción de nuevas centrales en 2016, decisión que ahora parece haber sido revertida para estimular una economía desacelerada.

La Inversión en Renovables y la Energía Nuclear

China ha invertido fuertemente tanto en centrales de carbón como en energías renovables. En 2018, más de 31% de la inversión mundial en energías renovables provino de China, quienes destinaron 91,000 millones de dólares a este sector. Lugares de China ahora tienen paisajes artificiales cubiertos de paneles solares, aerogeneradores y represas hidroeléctricas.

Además de las renovables, China apuesta por la energía nuclear. Actualmente, tiene 46 reactores operativos y 11 en construcción. En los próximos años, el país planea construir al menos 60 reactores adicionales. China incluso ha promovido iniciativas curiosas como celebrar bodas en centrales nucleares, mostrando que la energía nuclear no es un tema tabú.

Conclusiones: El Futuro Energético de China

La demanda de energía en China crece tan rápido que, a pesar de la inmensa inversión estatal en renovables, estas no pueden sustituir otras formas de energía más contaminantes ni cubrir todo el crecimiento de la demanda. La otra gran apuesta del gobierno chino es la energía nuclear, que parece ser la única vía posible para reducir su dependencia del carbón.

¿Qué opinas? ¿Puede China abandonar efectivamente el carbón mientras sigue creciendo su industria? ¿Llegará algún día a ser vista como un ejemplo de energías limpias? La respuesta a estas preguntas determinará no solo el futuro energético de China, sino también el del planeta entero.

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