El fascinante viaje de Davyd: El arte y la precisión de un francotirador
La Vida del Francotirador: Una Misión, Un Disparo
Un francotirador introduce cuidadosamente los cartuchos en su cargador, apretando la mandíbula mientras apunta. Su momento se acerca, tras días de espera y paciencia infinita. Todo se resumirá en un solo disparo. Hoy nos adentramos en el desafiante y fascinante mundo de los francotiradores en la guerra.
El Francotirador en la Guerra de Ucrania
En la Guerra de Ucrania, los francotiradores inexpertos no sobreviven mucho tiempo. Los jóvenes milicianos que intentan emular las hazañas de Vasili Záitsev en la Segunda Guerra Mundial tienden a cometer errores fatales. Algunos se ubican en edificios elevados, asomando imprudentemente la cabeza por las ventanas, usando viejos y obsoletos fusiles Mosin-Nagant acompañados de munición en dudosas condiciones.
Estos errores se agravaron con la utilización de ópticas anticuadas de malas prestaciones y ángulos terribles. En contraste, durante la Gran Guerra Patriótica, los fusiles de cerrojo eran precisos, pero las ópticas eran el problema. El francotirador soviético medio debió ser capaz de acertar en una cuchara tres de cinco disparos a una distancia de 400 metros. Sin embargo, las miras que usaban eran rudimentarias en comparación con la tecnología moderna.
Evolución en la Tecnología y Entrenamiento
La diferencia en rendimiento entre las armas antiguas y modernas es abismal. Los fusiles de francotirador modernos, como el Dragunov SVD, permiten disparos precisos a distancias mucho mayores. El Dragunov, semiautomático, posibilita múltiples disparos con mira PSO-1 de cuatro aumentos, alcanzando hasta 800 metros en manos de un buen tirador. Nuestro protagonista de hoy, David, es uno de los pocos afortunados que ha recibido entrenamiento occidental y pertenece a las SSO (Fuerzas Especiales de Ucrania).
En la doctrina soviética, no existían francotiradores como tales, sino que se conocían como tiradores designados, capaces de acertar a 800 metros con armas semiautomáticas para apoyar pelotones de infantería. Contrariamente, un francotirador de precisión destaca por su capacidad para disparar a más de un kilómetro y operar tras las líneas enemigas sin apoyo directo.
El Papel del Francotirador en el Conflicto
David defendía el avance ruso desde Bielorrusia hacia Kiev cuando comenzó la invasión rusa. La brigada de artillería les encomendó establecer un puesto de observación sobre una importante carretera que cruza Chernóbil, proporcionando información crucial sobre los movimientos enemigos y distancias para apoyar los ataques de artillería.
En la batalla de Kiev, aunque David solo logró reunir 10 cartuchos adecuados para larga distancia, su papel fue vital. Un caso ejemplar es el francotirador canadiense Wali, quien desmintió los rumores de su muerte declarando que su momento de mayor peligro fue durante esta batalla, mientras los tanques rusos disparaban sin cesar.
Resistencia en el Infierno de Bakhmut
Tras la batalla en Kiev, David y su compañero fueron destinados al frente en Bakhmut, a la 71 Brigada de Jagers, una unidad de infantería ligera con la misión de contener infiltraciones rusas. La ciudad de Bakhmut, de 70.000 habitantes, se convierte en un arduo terreno de combate, con paisajes que mezclan arboledas, tierras cultivadas, y bloques de edificios de hormigón soviético.
En las operaciones actuales, los francotiradores ucranianos mejor entrenados suelen operar en equipos de dos o más personas. Uno de los miembros puede llevar un rifle de cerrojo como el Orsis, especializado en disparos de precisión a mayor distancia, mientras que otro puede llevar un rifle semiautomático como el Z-10. Este último, basado en un diseño estadounidense, permite una mayor potencia de fuego y velocidad de disparo, vital para enfrentamientos a distancias más cortas de 200-300 metros.
Armas y Equipamiento
El armamento personal suele incluir pistolas como la Makarov o modelos más modernos de fabricación occidental, esencial para defensa en corta distancia. Los cuchillos también son una pieza clave del equipamiento, preferiblemente con mangos de madera para evitar que se adhieran a la piel en condiciones extremas.
Para preparar sus posiciones, los francotiradores utilizan vegetación y redes miméticas para camuflarse y evitar los reflejos del lente. Durante la noche, se guían por señales térmicas para detectar blancos y realizar ataques sorpresa, aprovechando la oscuridad para ocultarse tras disparar.
Planificación y Estrategia
Las unidades de inteligencia electrónica ucraniana han interceptado comunicaciones rusas, descifrando códigos para comprender los planes enemigos. Saben que el grupo Wagner intenta infiltrarse y establecer puntos fuertes para facilitar las penetraciones del ejército ruso. David y su equipo son enviados para detener tales infiltraciones sin dedicar grandes recursos, dado que la artillería está ocupada en otros frentes.
Para ello, controlan senderos secundarios con minas direccionales MON-50 y establecen varias posiciones de tiro alternativo. Estos preparativos incluyen encontrar lugares que ofrezcan protección contra la artillería y permitan diversas rutas de escape, evitando campos abiertos donde serían vulnerables.
Munición y Material de Precisión
La precisión en el disparo depende tanto del rifle como de la munición utilizada. Los francotiradores emplean cartuchos de alta precisión, específicos para sus armas y homologados para garantizar un rendimiento óptimo. Una vez posicionados, estudian el terreno elaborando croquis panorámicos, ayudando a calcular distancias y ajustar sus ópticas para disparos certeros.
Paciencia y Disciplina
La paciencia es una de las mayores virtudes de un francotirador. Cualquier ruido o movimiento en falso puede revelar su posición. Durante la noche, las tropas del grupo Wagner comienzan a infiltrarse, pero son rápidamente hostigadas por los tiradores. A pesar de la oscuridad, los silenciadores ayudan a ocultar los fogonazos, aunque no completamente.
Los combates nocturnos dan paso a otro día lleno de disparos y estrategias calculadas. Sin embargo, la llegada de la artillería rusa finalmente obliga a David y a sus compañeros a replegarse, concluyendo su enfrentamiento en esa zona.
La vida y el trabajo de un francotirador son sumamente complejos, llenos de riesgos y estrategias calculadas al mínimo detalle. Estos soldados, entrenados hasta el más alto nivel de precisión y paciencia, juegan un papel crucial en el campo de batalla, convirtiéndose en los ojos y la bala en la oscuridad de la guerra.